El valle de los grandes paisajes siempre verdes, un paraíso natural para los amantes de la montaña, se estructura siguiendo el río Ter en levante y el río Ritort a poniente; dos valles orientados de norte a sur y unidos en la zona de Camprodon que se alarga río abajo hasta Sant Pau de Seguries. 

Os imaginais subir al Balandrau, con sus casi 2.600 metros de altitud; trepar por las pistas que recorren los esquiadores hasta Ulldeter; recorrer el lomo de sierra Cavallera en dirección al Taga; descubrir la colonia minera de Ogassa; pedalear por la cresta de las sierras fronterizas por senderos de montaña rodeados de majestuoso paisaje; seguir hasta Coll d’Ares el camino de la retirada de los miles de republicanos que huían, derrotados, al final de la guerra Civil Española; atravesar el puente más fotografiado y pintado de nuestro país y las calles de su villa; descubrir bosques monumentales, interminables prados alpinos, ermitas románicas escondidas, pueblos con encanto con sus casas y calles de estilo típico montañoso ,, masías de sueño en plena actividad ... y disfrutar de vistas al Canigó, el Rosellón, la región volcánica de la Garrotxa, la bahía de Roses, las sierras y llanuras interiores de Cataluña? Todo esto, sí, ofrece el valle de Camprodon los amantes de la bicicleta de montaña, y siempre con el verde como color dominante.


Este monográfico de Rutabike te permitirá seguir un amplio abanico de rutas, bien diversas en cuanto a la duración, los recorridos, a la dificultad; más aptas o recomendables en una u otra época del año y en función también de tus intenciones, siempre con el denominador común del placer sensorial. Porque el valle de Camprodon es cálido con el visitante, dura con el aventurero, acogedora con quien busca reposo, festiva para quien quiere distracción, sorprendente por la cultura, el arte, la gastronomía, dinámica y abierta para quien decide quedarse... maravillosa. Disfrutemos de este rincón de Pirineo y descubriremos más de nosotros mismos.