Cerdanya CER 020_La Molina
Muntanya de Salteguet. Pla de les Forques. Pla de la Bassa.
La Molina – Refugi del Pla de les Forques – Coll de la Creu de Meians – Coll de la Bassa – Les Colladetes – La Molina.
Mapes Comarcals de Catalunya. Cerdanya 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).
Resumen
Distancia:22 km
Desnivel:730 m
Tiempo:2 h 40 min
Dificultad:media
Información
Vuelta a la cabecera de la Ribera d?Alp
Desde la Molina recorremos los relieves que cierran el curso fluvial de la Ribera d?Alp, en la comarca de la Baja Cerdaña. Una ruta que sin ser exigente nos permite el placer de pedalear por prados de alta montaña, a la vez que nos invita a disfrutar de las extensas panorámicas de las sierras prepirenaicas de la Cerdaña y el Ripollés.
A la entrada del pueblo, viniendo de Alp, tomamos un camino asfaltado que atravies... Vuelta a la cabecera de la Ribera d’Alp
Desde la Molina recorremos los relieves que cierran el curso fluvial de la Ribera d’Alp, en la comarca de la Baja Cerdaña. Una ruta que sin ser exigente nos permite el placer de pedalear por prados de alta montaña, a la vez que nos invita a disfrutar de las extensas panorámicas de las sierras prepirenaicas de la Cerdaña y el Ripollés.
A la entrada del pueblo, viniendo de Alp, tomamos un camino asfaltado que atraviesa el Torrent del Pla de les Forques. Cuando encontramos la carretera que baja de las Colladetes (también conocida erróneamente como la Collada de Toses), continuamos por la pista que hay al otro lado. Con un ritmo bastante placentero subimos hasta el Pla de les Forques pasando por el refugio del mismo nombre.
El ambiente de alta montaña penetra pausadamente los poros de la piel y la mente se recrea con el paisaje que cada pedalada nos muestra más claramente. La Tossa d’Alp, en todo momento presente, es la reina del territorio que nos rodea. Los prados alpinos inundan la mirada de un verde intenso y los cencerros del ganado que pasta vierten en el aire su característico sonido reposado. Todo invita a la distensión.
En este magnífico entorno mental y paisajístico cresteamos por la montaña
Saltèguet, desde donde logramos, por un camino empinado, el Coll de la Creu de Meians. Continuamos un bucólico trayecto hasta el Coll de la Bassa y la redondeada cima del Pla de la Bassa, punto culminante de la ruta, siguiendo prácticamente las roderas dejadas por vehículos de los pastores. El paisaje que nos rodea y la visión del ganado pastando en los extensos prados nos abruma tan fuertemente que no nos queda más remedio que destinar parte de nuestro tiempo a la contemplación, e incluso el relajamiento que nos invade consigue ocultar el desgaste físico empleado para llegar hasta aquí.
El Pla de la Bassa, donde aparentemente están los restos de un bunker, es un excelente mirador de los relieves que perfilan los valles de la Ribera d’Alp, afluente del Segre, y del Rigat, que vierte sus aguas al Freser en el pueblo de Ribes de Freser. Un espectáculo visual desde la misma frontera entre la Cerdaña y el Ripollés para todos aquellos que aman las montañas.
Iniciamos el descenso hacia las Colladetes, primero por una pista que apunta en dirección hacia el Puigllançada y en el último tramo por un sendero con algún paso técnico. Desde la misma Collada sale una pista emboscada que baja directamente a la Molina, punto final de este bonito trayecto.
Junio de 2016.
CENTROS DE INTERÉS
Bunker del Pla de la Bassa
RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
http://www.lamolina.es/' target='_blank'>http://www.lamolina.es/
Vuelta a la cabecera de la Ribera d’Alp
Desde la Molina recorremos los relieves que cierran el curso fluvial de la Ribera d’Alp, en la comarca de la Baja Cerdaña. Una ruta que sin ser exigente nos permite el placer de pedalear por prados de alta montaña, a la vez que nos invita a disfrutar de las extensas panorámicas de las sierras prepirenaicas de la Cerdaña y el Ripollés.
A la entrada del pueblo, viniendo de Alp, tomamos un camino asfaltado que atraviesa el Torrent del Pla de les Forques. Cuando encontramos la carretera que baja de las Colladetes (también conocida erróneamente como la Collada de Toses), continuamos por la pista que hay al otro lado. Con un ritmo bastante placentero subimos hasta el Pla de les Forques pasando por el refugio del mismo nombre.
El ambiente de alta montaña penetra pausadamente los poros de la piel y la mente se recrea con el paisaje que cada pedalada nos muestra más claramente. La Tossa d’Alp, en todo momento presente, es la reina del territorio que nos rodea. Los prados alpinos inundan la mirada de un verde intenso y los cencerros del ganado que pasta vierten en el aire su característico sonido reposado. Todo invita a la distensión.
En este magnífico entorno mental y paisajístico cresteamos por la montaña
Saltèguet, desde donde logramos, por un camino empinado, el Coll de la Creu de Meians. Continuamos un bucólico trayecto hasta el Coll de la Bassa y la redondeada cima del Pla de la Bassa, punto culminante de la ruta, siguiendo prácticamente las roderas dejadas por vehículos de los pastores. El paisaje que nos rodea y la visión del ganado pastando en los extensos prados nos abruma tan fuertemente que no nos queda más remedio que destinar parte de nuestro tiempo a la contemplación, e incluso el relajamiento que nos invade consigue ocultar el desgaste físico empleado para llegar hasta aquí.
El Pla de la Bassa, donde aparentemente están los restos de un bunker, es un excelente mirador de los relieves que perfilan los valles de la Ribera d’Alp, afluente del Segre, y del Rigat, que vierte sus aguas al Freser en el pueblo de Ribes de Freser. Un espectáculo visual desde la misma frontera entre la Cerdaña y el Ripollés para todos aquellos que aman las montañas.
Iniciamos el descenso hacia las Colladetes, primero por una pista que apunta en dirección hacia el Puigllançada y en el último tramo por un sendero con algún paso técnico. Desde la misma Collada sale una pista emboscada que baja directamente a la Molina, punto final de este bonito trayecto.
Junio de 2016.
CENTROS DE INTERÉS
Bunker del Pla de la Bassa
RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
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Desde la Molina recorremos los relieves que cierran el curso fluvial de la Ribera d?Alp, en la comarca de la Baja Cerdaña. Una ruta que sin ser exigente nos permite el placer de pedalear por prados de alta montaña, a la vez que nos invita a disfrutar de las extensas panorámicas de las sierras prepirenaicas de la Cerdaña y el Ripollés.
A la entrada del pueblo, viniendo de Alp, tomamos un camino asfaltado que atravies... Vuelta a la cabecera de la Ribera d’Alp
Desde la Molina recorremos los relieves que cierran el curso fluvial de la Ribera d’Alp, en la comarca de la Baja Cerdaña. Una ruta que sin ser exigente nos permite el placer de pedalear por prados de alta montaña, a la vez que nos invita a disfrutar de las extensas panorámicas de las sierras prepirenaicas de la Cerdaña y el Ripollés.
A la entrada del pueblo, viniendo de Alp, tomamos un camino asfaltado que atraviesa el Torrent del Pla de les Forques. Cuando encontramos la carretera que baja de las Colladetes (también conocida erróneamente como la Collada de Toses), continuamos por la pista que hay al otro lado. Con un ritmo bastante placentero subimos hasta el Pla de les Forques pasando por el refugio del mismo nombre.
El ambiente de alta montaña penetra pausadamente los poros de la piel y la mente se recrea con el paisaje que cada pedalada nos muestra más claramente. La Tossa d’Alp, en todo momento presente, es la reina del territorio que nos rodea. Los prados alpinos inundan la mirada de un verde intenso y los cencerros del ganado que pasta vierten en el aire su característico sonido reposado. Todo invita a la distensión.
En este magnífico entorno mental y paisajístico cresteamos por la montaña
Saltèguet, desde donde logramos, por un camino empinado, el Coll de la Creu de Meians. Continuamos un bucólico trayecto hasta el Coll de la Bassa y la redondeada cima del Pla de la Bassa, punto culminante de la ruta, siguiendo prácticamente las roderas dejadas por vehículos de los pastores. El paisaje que nos rodea y la visión del ganado pastando en los extensos prados nos abruma tan fuertemente que no nos queda más remedio que destinar parte de nuestro tiempo a la contemplación, e incluso el relajamiento que nos invade consigue ocultar el desgaste físico empleado para llegar hasta aquí.
El Pla de la Bassa, donde aparentemente están los restos de un bunker, es un excelente mirador de los relieves que perfilan los valles de la Ribera d’Alp, afluente del Segre, y del Rigat, que vierte sus aguas al Freser en el pueblo de Ribes de Freser. Un espectáculo visual desde la misma frontera entre la Cerdaña y el Ripollés para todos aquellos que aman las montañas.
Iniciamos el descenso hacia las Colladetes, primero por una pista que apunta en dirección hacia el Puigllançada y en el último tramo por un sendero con algún paso técnico. Desde la misma Collada sale una pista emboscada que baja directamente a la Molina, punto final de este bonito trayecto.
Junio de 2016.
CENTROS DE INTERÉS
Bunker del Pla de la Bassa
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Vuelta a la cabecera de la Ribera d’Alp
Desde la Molina recorremos los relieves que cierran el curso fluvial de la Ribera d’Alp, en la comarca de la Baja Cerdaña. Una ruta que sin ser exigente nos permite el placer de pedalear por prados de alta montaña, a la vez que nos invita a disfrutar de las extensas panorámicas de las sierras prepirenaicas de la Cerdaña y el Ripollés.
A la entrada del pueblo, viniendo de Alp, tomamos un camino asfaltado que atraviesa el Torrent del Pla de les Forques. Cuando encontramos la carretera que baja de las Colladetes (también conocida erróneamente como la Collada de Toses), continuamos por la pista que hay al otro lado. Con un ritmo bastante placentero subimos hasta el Pla de les Forques pasando por el refugio del mismo nombre.
El ambiente de alta montaña penetra pausadamente los poros de la piel y la mente se recrea con el paisaje que cada pedalada nos muestra más claramente. La Tossa d’Alp, en todo momento presente, es la reina del territorio que nos rodea. Los prados alpinos inundan la mirada de un verde intenso y los cencerros del ganado que pasta vierten en el aire su característico sonido reposado. Todo invita a la distensión.
En este magnífico entorno mental y paisajístico cresteamos por la montaña
Saltèguet, desde donde logramos, por un camino empinado, el Coll de la Creu de Meians. Continuamos un bucólico trayecto hasta el Coll de la Bassa y la redondeada cima del Pla de la Bassa, punto culminante de la ruta, siguiendo prácticamente las roderas dejadas por vehículos de los pastores. El paisaje que nos rodea y la visión del ganado pastando en los extensos prados nos abruma tan fuertemente que no nos queda más remedio que destinar parte de nuestro tiempo a la contemplación, e incluso el relajamiento que nos invade consigue ocultar el desgaste físico empleado para llegar hasta aquí.
El Pla de la Bassa, donde aparentemente están los restos de un bunker, es un excelente mirador de los relieves que perfilan los valles de la Ribera d’Alp, afluente del Segre, y del Rigat, que vierte sus aguas al Freser en el pueblo de Ribes de Freser. Un espectáculo visual desde la misma frontera entre la Cerdaña y el Ripollés para todos aquellos que aman las montañas.
Iniciamos el descenso hacia las Colladetes, primero por una pista que apunta en dirección hacia el Puigllançada y en el último tramo por un sendero con algún paso técnico. Desde la misma Collada sale una pista emboscada que baja directamente a la Molina, punto final de este bonito trayecto.
Junio de 2016.
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