Languedoc-Rosellón LAR 009_Prats de Molló
Montfalgars. Serra Llarga de Monars. Puig de les Covines. Puig Colom
Prats de Molló – El Xetard – Santa Margarida de Coll d’Ares – Coll d’Ares – Coll de Vernedell – Coll Pregon – Coll de Malrem – La Menera – Coll de la Cella – Prats de Molló
Mapes Comarcals de Catalunya. Ripollès. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).
Resumen
Distancia:36 km
Desnivel:1410 m
Tiempo:3 h 45 min
Dificultad:media-difícil
Ruta de contacto
Vistas del Ripollès y la Alta Garrotxa desde la Cataluña Norte
Ruta que pasea entre los límites fronterizos de las comarcas del Ripollès y el Vallespir. Un viaje de grandes panorámicas entre la cresta que se despliega entre Coll de Ares y Coll de Malrem sin sentirte en ningún momento extranjero.
Justo salir del pueblo en dirección a Coll d?Ares nos desviamos por un camino a la derecha. Pedaleamos por el antiguo camino que conducía a diferentes campos, ahora aband... Vistas del Ripollès y la Alta Garrotxa desde la Cataluña Norte
Ruta que pasea entre los límites fronterizos de las comarcas del Ripollès y el Vallespir. Un viaje de grandes panorámicas entre la cresta que se despliega entre Coll de Ares y Coll de Malrem sin sentirte en ningún momento extranjero.
Justo salir del pueblo en dirección a Coll d’Ares nos desviamos por un camino a la derecha. Pedaleamos por el antiguo camino que conducía a diferentes campos, ahora abandonados, y a la barriada de El Xetard. Perdemos altura por la carretera hasta encontrar un desvío a la derecha que pasa por la masía de Can Got y que se adentra por el valle del Canadell.
Entramos en un bosque densamente poblado, donde minúsculas sombras en movimiento se proyectan entre la densa vegetación. Pedaleamos por una buena pista que serpentea con largas lazadas por un esplendoroso bosque que alterna abetos, castaños, hayas, etc. Sin saberlo recorremos caminos que se despliegan por la vertiente norte de la cresta transfronteriza, al otro lado de Coll d’Ares, caminos de la retirada por donde los republicanos huían desvalidos y exhaustos de la lacra fascista. Este fue uno de los puntos fuertes por donde se hizo la retirada republicana de Cataluña en febrero de 1939.
Rodeados de una densa vegetación, cuando pequeñas rendijas lo permiten, vemos la Torre del Mir, muy popular entre los habitantes de Prats de Molló. La Torre del Mir, de origen medieval y datada en el siglo XIII, formaba parte del circuito de defensa del pueblo. Actualmente ha sido muy bien restaurada e incluso se puede subir a ella y disfrutar de una magnífica vista del Vallespir, el Canigó y el Ripollès (adjuntamos una variante de la ruta por si se desea visitar).
Saliendo del bosque el paisaje se abre y nos ofrece una buena perspectiva de los relieves que cierran el valle: el Canigó y las cordilleras fronterizas de la Garrotxa y el Empordà, como el Comanegra, el macizo de las Salinas y, asomando más allá, el Puig Neulós.
Salimos a la carretera. Cerca vemos los restos de Santa Margarida de Coll d’Ares, un antiguo hospital para peregrinos y caminantes y casa monástica. Era una filial del monasterio de Sant Pere de Camprodon y desde el 1275 tuvo una iglesia y el hospital de donados. La iglesia fue clausurada en 1793 y las imágenes fueron trasladadas al santuario del Coral. No hace falta decir que también tuvo un papel importante en la retirada del 39, ya que a pesar de estar desmantelada y abandonada, servía de cobijo para pasar la noche.
Hacemos un tramo de carretera y en una curva cerrada tomamos a la izquierda, indicado como "Camino de la Retirada", por donde los exiliados entraban en Francia desde Coll d’Ares. Hay un tramo pequeño donde hay que empujar la bici para llegar al collado.
Siguiendo la señalización del GR subimos hacia la cima de Montfalgars. Dejamos la pista en una curva cerrada antes de que toque la cima por un sendero que nos deja literalmente en tierra de nadie, encajados entre dos vallas de alambre que recorren la cresta marcando una clara franja divisoria, coincidente con los mapas, que separa territorios a nivel administrativo; sin embargo, viajando en bicicleta te das cuenta que simplemente cambiamos de valle y que las afinidades entre vecinos de fronteras son suficientemente grandes como para evitar establecer diferencias importantes.
Bajamos al Coll de Vernedell por un sendero muy empinado que pide técnica y precisión. Cuando se acaba la bajada continuamos por una pista fresada hasta el collado. Otra opción para llegar a este collado desde Coll d’Ares es seguir una pista que va llana a la izquierda de la ruta propuesta.
En Coll de Vernedell continuamos por las trazas dejadas por vehículos 4x4, siempre encajados entre las dos vallas que delimitan la frontera, hasta el redondeado Puig de Can Pubill, un espacio amplio y abierto desde donde disfrutar de los relieves que nos rodean: tantas cumbres, Garrtoxa, Ripollès, Osona..., que se hace difícil distinguir-las todas. Acabado el llano por donde navegamos, bajamos a Coll de Malrem por un bonito sendero, no siempre ciclable, rodeados de tramos de helechos que se comen el camino o bonitos hayedos que lo hacen más amable.
En el puerto volvemos a entrar en Francia, siguiendo por un sendero que sin perder altura transcorre por la vertiente derecha del valle hasta encontrar una pista que nos llevará al collado del Mas Casanova, desde el que nos dejamos caer rápidamente, encajados en el valle, hasta la Manera, pequeño núcleo de aires arquitectónicos afrancesados.
La ruta continúa por la izquierda del valle de la Ribera de la Manera navegando por una bonita zona boscosa, hasta que encontramos una pista menos fresada junto a una casa, que seguimos a la izquierda en subida. Iniciamos una larga y solitaria subida, con algunos tramos de fuerte pendiente, que haciendo lazadas nos lleva al punto de inflexión final de la ruta, Coll de la Cella, con vistas excelentes.
En la misma curva de la carretera donde acabamos de desembocar sale una pista que por la vertiente oriental de Puig Colom nos vuelve, quinientos metros más abajo, al punto de salida.
Julio de 2017
CENTROS DE INTERÉS
Camino de la retirada
RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
http://www.pratsdemollolapreste.com/ca
Ruta que pasea entre los límites fronterizos de las comarcas del Ripollès y el Vallespir. Un viaje de grandes panorámicas entre la cresta que se despliega entre Coll de Ares y Coll de Malrem sin sentirte en ningún momento extranjero.
Justo salir del pueblo en dirección a Coll d?Ares nos desviamos por un camino a la derecha. Pedaleamos por el antiguo camino que conducía a diferentes campos, ahora aband... Vistas del Ripollès y la Alta Garrotxa desde la Cataluña Norte
Ruta que pasea entre los límites fronterizos de las comarcas del Ripollès y el Vallespir. Un viaje de grandes panorámicas entre la cresta que se despliega entre Coll de Ares y Coll de Malrem sin sentirte en ningún momento extranjero.
Justo salir del pueblo en dirección a Coll d’Ares nos desviamos por un camino a la derecha. Pedaleamos por el antiguo camino que conducía a diferentes campos, ahora abandonados, y a la barriada de El Xetard. Perdemos altura por la carretera hasta encontrar un desvío a la derecha que pasa por la masía de Can Got y que se adentra por el valle del Canadell.
Entramos en un bosque densamente poblado, donde minúsculas sombras en movimiento se proyectan entre la densa vegetación. Pedaleamos por una buena pista que serpentea con largas lazadas por un esplendoroso bosque que alterna abetos, castaños, hayas, etc. Sin saberlo recorremos caminos que se despliegan por la vertiente norte de la cresta transfronteriza, al otro lado de Coll d’Ares, caminos de la retirada por donde los republicanos huían desvalidos y exhaustos de la lacra fascista. Este fue uno de los puntos fuertes por donde se hizo la retirada republicana de Cataluña en febrero de 1939.
Rodeados de una densa vegetación, cuando pequeñas rendijas lo permiten, vemos la Torre del Mir, muy popular entre los habitantes de Prats de Molló. La Torre del Mir, de origen medieval y datada en el siglo XIII, formaba parte del circuito de defensa del pueblo. Actualmente ha sido muy bien restaurada e incluso se puede subir a ella y disfrutar de una magnífica vista del Vallespir, el Canigó y el Ripollès (adjuntamos una variante de la ruta por si se desea visitar).
Saliendo del bosque el paisaje se abre y nos ofrece una buena perspectiva de los relieves que cierran el valle: el Canigó y las cordilleras fronterizas de la Garrotxa y el Empordà, como el Comanegra, el macizo de las Salinas y, asomando más allá, el Puig Neulós.
Salimos a la carretera. Cerca vemos los restos de Santa Margarida de Coll d’Ares, un antiguo hospital para peregrinos y caminantes y casa monástica. Era una filial del monasterio de Sant Pere de Camprodon y desde el 1275 tuvo una iglesia y el hospital de donados. La iglesia fue clausurada en 1793 y las imágenes fueron trasladadas al santuario del Coral. No hace falta decir que también tuvo un papel importante en la retirada del 39, ya que a pesar de estar desmantelada y abandonada, servía de cobijo para pasar la noche.
Hacemos un tramo de carretera y en una curva cerrada tomamos a la izquierda, indicado como "Camino de la Retirada", por donde los exiliados entraban en Francia desde Coll d’Ares. Hay un tramo pequeño donde hay que empujar la bici para llegar al collado.
Siguiendo la señalización del GR subimos hacia la cima de Montfalgars. Dejamos la pista en una curva cerrada antes de que toque la cima por un sendero que nos deja literalmente en tierra de nadie, encajados entre dos vallas de alambre que recorren la cresta marcando una clara franja divisoria, coincidente con los mapas, que separa territorios a nivel administrativo; sin embargo, viajando en bicicleta te das cuenta que simplemente cambiamos de valle y que las afinidades entre vecinos de fronteras son suficientemente grandes como para evitar establecer diferencias importantes.
Bajamos al Coll de Vernedell por un sendero muy empinado que pide técnica y precisión. Cuando se acaba la bajada continuamos por una pista fresada hasta el collado. Otra opción para llegar a este collado desde Coll d’Ares es seguir una pista que va llana a la izquierda de la ruta propuesta.
En Coll de Vernedell continuamos por las trazas dejadas por vehículos 4x4, siempre encajados entre las dos vallas que delimitan la frontera, hasta el redondeado Puig de Can Pubill, un espacio amplio y abierto desde donde disfrutar de los relieves que nos rodean: tantas cumbres, Garrtoxa, Ripollès, Osona..., que se hace difícil distinguir-las todas. Acabado el llano por donde navegamos, bajamos a Coll de Malrem por un bonito sendero, no siempre ciclable, rodeados de tramos de helechos que se comen el camino o bonitos hayedos que lo hacen más amable.
En el puerto volvemos a entrar en Francia, siguiendo por un sendero que sin perder altura transcorre por la vertiente derecha del valle hasta encontrar una pista que nos llevará al collado del Mas Casanova, desde el que nos dejamos caer rápidamente, encajados en el valle, hasta la Manera, pequeño núcleo de aires arquitectónicos afrancesados.
La ruta continúa por la izquierda del valle de la Ribera de la Manera navegando por una bonita zona boscosa, hasta que encontramos una pista menos fresada junto a una casa, que seguimos a la izquierda en subida. Iniciamos una larga y solitaria subida, con algunos tramos de fuerte pendiente, que haciendo lazadas nos lleva al punto de inflexión final de la ruta, Coll de la Cella, con vistas excelentes.
En la misma curva de la carretera donde acabamos de desembocar sale una pista que por la vertiente oriental de Puig Colom nos vuelve, quinientos metros más abajo, al punto de salida.
Julio de 2017
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