Alt Empordà AEM 035_Queixàs

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El Mont. Serra de la Creu. Puig de Cantallops

Queixàs — Vilademires — Coll Sacreu — Segueró — Beuda —Coll de Jou — Palera — Besalú — Dosquers — Queixàs
Mapa digital Comarcal. Alt Empordà. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).

Monasterio del Santo Sepulcro de Palera

Ruta que visita uno de los edificios más notables entre los testimonios del románico del condado de Besalú que se convirtió en centro de peregrinación de primer orden durante los siglos XI y XII.

Desde el centro neurálgico del núcleo, la iglesia de Sant Martí vamos por asfalto hasta el restaurante Mas Cucut, punto desde el que encaramos la ruta. Pedaleamos por uno de los contrafuertes del Mont que se extienden hacia la llan...
Monasterio del Santo Sepulcro de Palera

Ruta que visita uno de los edificios más notables entre los testimonios del románico del condado de Besalú que se convirtió en centro de peregrinación de primer orden durante los siglos XI y XII.

Desde el centro neurálgico del núcleo, la iglesia de Sant Martí vamos por asfalto hasta el restaurante Mas Cucut, punto desde el que encaramos la ruta. Pedaleamos por uno de los contrafuertes del Mont que se extienden hacia la llanura ampurdanesa. De hecho, cuando el bosque da paso a campos de cultivo, la imagen de la montaña se hace muy presente por su proximidad. Pasado un depósito de agua perdemos altura momentáneamente para encarar la cresta de la Serra de la Creu. Pasamos por Sant Mateu de Vilademires y unos metros más allá por la pequeña ermita de Sant Roc. Cuando la subida se vuelve más llana nos desviamos hacia Coll Sacreu y en una rápida bajada nos plantamos en el Pla de Can Bosc, debajo mismo de la montaña del Mont a cuyos pies vemos el núcleo de Segueró.

El paso por este monumental e histórico conjunto arquitectónico de Segueró pide un momento de pausa para conocer los importantes edificios que lo forman: la iglesia de Santa Maria y las casas fuertes del Castell y el Noguer, entre otros. Especial mención merece la gran masía del Noguer de Segueró, una de las más importantes de la comarca. La genealogía de los Noguer es conocida desde 1203 y el apellido perdurará hasta el siglo XIX. El actual edificio es del siglo XVIII, y tiene su fachada con esgrafiados. Hay varias salas decoradas con pinturas y un rico mobiliario, con cajas de novia, cerámica, cuadros y otras prendas de interés. La capilla, dedicada a san Teófilo, es neoclásica, decorada en parte por Panyó, y guarda figuras del escultor Ramon Amadeu. La fama de riqueza y opulencia de la masía se refleja en los conocidos versos: “si queréis saber quiénes son los más ricos de esta tierra, son el Vilar de Sant Boi, el Noguer de Segueró y la Espona de Saderra”.

Continuamos por carretera en dirección a Beuda en la falda de los abruptos relieves del Mont bajo la atenta mirada del santuario que corona la cima, un lugar que hechizó a Verdaguer y desde el que, durante una estancia de verano, escribió algunos de los poemas de la obra Canigó.

En la plaza de Beuda encontramos la fantástica iglesia románica de Sant Feliu con un valioso recipiente bautismal del siglo XII decorado con figuras en relieves y arquillos ciegos y, en dirección a Coll de Can Jou, el castillo Nuevo, no confundir con el Castellot de les Brujas. En el collado dejamos el asfalto y continuamos por un bosque que nos acoge en sus brazos y nos deja en el objetivo del día: el monasterio del Santo Sepulcro de Palera.

La iglesia del Santo Sepulcro de Palera es el único vestigio en buen estado que se conserva del antiguo monasterio benedictino que se levantaba en este sitio. Es una iglesia románica del siglo XI que se menciona en algún documento desde el año 1075. El lugar de Palera sería mencionado por el conde obispo Miró Bonfill casi cien años antes. Desde el principio sería un lugar de culto muy frecuentado, un centro de peregrinaje, puesto que una visita a esta iglesia concedía los mismos privilegios que visitar la iglesia homónima del Santo Sepulcro de Jerusalén. Palera se convirtió en una alternativa para aquellos fieles que no podían emprender el viaje a Tierra Santa. Entrado el siglo XII (1107) y hasta mediados del siglo XVI, en la abadía se establecería una comunidad benedictina que hizo necesaria la construcción de un conjunto de nuevas dependencias anexas a la iglesia que se adecuaran a la nueva vida monacal. Actualmente, tanto en el interior como en el exterior del edificio reina una austeridad sin ningún tipo de decoración. Las dependencias monásticas se conservan en muy mal estado y del claustro sólo nos han quedado un par de fragmentos de capiteles.

Dejamos este refugio de paz y tranquilidad rodeado de bosques por un sendero con algún tramo más técnico que nos conecta con una buena pista que enlazando otros caminos nos lleva a Besalú, sede del antiguo condado del mismo nombre. Pasear por el casco antiguo es un viaje al pasado medieval de la villa, ya que cuenta con un conjunto histórico-artístico medieval considerado como uno de los mejor conservados de Cataluña. Forman parte de este conjunto: la antigua iglesia del monasterio de Sant Pere, la iglesia de Sant Vicenç o la Casa Cornellà, las tres edificaciones románicas del s XII; también destaca su judería y en especial el Micvé o casa de baños rituales de Besalú que es, junto con el de Girona, el único recinto de baños judíos descubierto hasta ahora en la Península Ibérica. Y, por supuesto, el majestuoso puente románico sobre el río Fluvià, otro de los vestigios del Condado de Besalú que junto al de Barcelona, Ripoll y el de Girona, vio el nacimiento de la nación catalana.

Dejamos la villa por el icónico puente y bajamos al cauce del río Fluvià que atravesamos más adelante por una antigua pasarela bastante deteriorada por las avenidas del río. Al otro lado pasamos junto a la histórica fábrica de papel LC Paper que forma parte del patrimonio industrial de Besalú, cuyos orígenes se remontan a 1881. Continuamos navegando entre campos de cultivo siempre bajo la atenta mirada de la montaña del Mont hasta la ermita románica de Sant Martí de Dosquers. Marchamos hacia el Pla de Maià desde donde identificamos Segueró al pie de la montaña. Dejamos la carretera que lleva a Maià de Montcalm por el camino que atraviesa el Pla de Can Cadamont, a los pies de Puig de Benet. Cuando llegamos a Can Farigola sólo nos queda remontar hasta un pequeño collado al sur del Puig Magdalena y, después de pasar por tres vallados seguidos, iniciar el descenso que nos lleva al final de la etapa.


CENTROS DE INTERÉS
San Mateo de Viladamires. San Roque de Vilademires. San Félix de Beuda. San Sepulcro de Palera. Besalú. San Martín de Dosquers.

ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
Restaurante Cucut. https://mascucut.com/es/restaurant-mascucut/

CARTOGRAFÍA
Mapa Comarcal de Cataluña. Alt Empordà. 1:50.000. Instituto Cartográfico de Cataluña (ICC).