Selva SEL 036_Vidreres
Espai Natural Protegit de l'Estany de Sils. Massís de Cadiretes - l'Ardenya
Vidreres — Sils — Maçanet de la Selva — Castell de Sant Iscle — Vidreres
Mapes Comarcals de Catalunya. La Selva 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).
http://srv.icgc.cat/vissir3/
Resumen
Distancia:30 km
Desnivel:295 m
Tiempo:2 h 45 min
Dificultad:fácil
Los Estanys de Sils, la Força de Cartellà y el Castillo de Sant Iscle
Una ruta para disfrutar de la bicicleta sin dejarse la piel rodando por la llanura selvatana y por los contrafuertes noroeste del Macizo de Cadiretes ? Ardenya, hacia el final, para poder visitar el interesante e imperdible castillo de Sant Iscle. La ruta, aparte de disfrutar de los paisajes por los que transita, nos da un pequeño regalo con un espacio para evadirse y disfrutar de la contemplación: el magnífi... Los Estanys de Sils, la Força de Cartellà y el Castillo de Sant Iscle
Una ruta para disfrutar de la bicicleta sin dejarse la piel rodando por la llanura selvatana y por los contrafuertes noroeste del Macizo de Cadiretes – Ardenya, hacia el final, para poder visitar el interesante e imperdible castillo de Sant Iscle. La ruta, aparte de disfrutar de los paisajes por los que transita, nos da un pequeño regalo con un espacio para evadirse y disfrutar de la contemplación: el magnífico y desconocido Estany de Sils, un espacio lacustre que poco a poco se está recuperando para ocio.
Desde la plaza de la iglesia marchamos por la calle de Ponent. Al otro lado del puente de la carretera de Lloret de Mar que atraviesa el Rec Clar, continuamos por un camino asfaltado en paralelo a la acequia. En el horizonte se dibujan los relieves ponentinos que emergen de la llanura selvatana, Montseny y Guilleries; una mirada más amplia hacia el norte nos muestra también los pirineos que mueren en el mar, en especial la montaña que sobresale con creces de este conjunto y de gran simbolismo por los catalanes: el Canigó.
Pronto llegamos a Sils encadenando caminos diversos, incluso hemos tenido que realizar un corto tramo, un centenar de metros pasada la N-II, por un campo donde han labrado el camino que pasaba (¿expropiación unilateral?). Sin entrar a Sils continuamos por el margen izquierdo de la Acequia de Sils, bordeando la zona lacustre del mismo nombre. Entramos de lleno en el Espacio Natural Protegido del Estany de Sils, uno de los espacios naturales más importantes de la Cataluña interior, ya que contiene una gran variedad de hábitats como zonas húmedas, prados inundables y bosques de ribera. Hace 300 años este estanque era uno de los más importantes de Cataluña con una extensión de unos 7 kilómetros cuadrados. En aquella época los espacios lacustres se relacionaban con enfermedades, como la malaria, y leyendas ligadas al infierno, lo que llevó a la población a desecarlo hasta su práctica totalidad a mediados del siglo XIX. Para ello, se construyó una serie de canales de drenaje, todos ellos dirigidos al canal central, la Sèquia de Sils.
Recorremos la actual laguna permanente, la zona lacustre está en vías de recuperación con nuevas zonas inundables, por un sendero que pasa por varios sitios de vigilancia o puntos de observación que nos permite disfrutar de la flora y la fauna del entorno, entre ellos está la nutria, en calma y silencio.
Continuamos pedaleando en paralelo a la acequia en un ambiente muy agradable y de colores vistosos con carrizales a un lado y hileras de chopos matemáticamente alineados a punto de perder las vistosas y amarillentas hojas otoñales. Atravesamos la acequia y al poco la volvemos a atravesar por el bonito Pont Vell de Maçanet de la Selva que fue construido en el siglo XVIII, es de piedra, de un solo ojo y con el arco hecho de ladrillo macizo. Cerca, están los restos, casi imperceptibles, de otro puente más antiguo, de origen probablemente medieval, también conocido como Pont Vell y, popularmente, como Pont del Demoni.
Nos vamos rumbo a Maçanet de la Selva. El camino nos vuelve a regalar con unas vistas de los relieves de las Guilleries que cierran la comarca entre poniente y el norte, incluso podemos disfrutar en días claros de una buena imagen de la simbólica montaña del Canigó y, aún un presente añadido, la bonita Torre de Marata, un casal fortificado y amurallado, de estilo gótico, en el que destaca la torre de defensa. En Maçanet nos llegamos hasta la plaza donde se encuentra la iglesia de Sant Llorenç, en el centro de la población, un interesante edificio construido entre los años 1040 y 1070 con construcciones adosadas a los lados norte y de poniente.
Continuamos la ruta en lo alto del barrio de El Moli, al otro lado de la autopista, por una pista a la derecha de la masía en ruina de Can Picó y que nos lleva directamente a la masía de la Torre de Cartellà, también conocida históricamente como la Força de Castellà. La estirpe de los Cartellà, una de las más antiguas de Cataluña, se remonta a la época de la Reconquista. En Maçanet los Cartellà están documentados desde el año 1159, cuando Ermesenda de Maçanet, que había recibido la torre de manos de los vizcondes de Cabrera, se casa con Arnau de Cartellà. La misma familia mantuvo su propiedad hasta mediados del siglo XIX. Al margen de la torre propiamente dicha, destaca la capilla, construida en 1510 y dedicada a Sant Jaume, que cuenta con una magnífica fachada renacentista, imposible de ver desde el exterior. De hecho, desde el exterior no se puede ver prácticamente nada del conjunto ya que se ha rebajado el terreno alrededor de la masía, lo que obliga a improvisar el itinerario un corto tramo para contactar con la pista que da continuidad a la ruta.
A partir de aquí dejamos la comodidad de la llanura para adentrarnos en los contrafuertes noroeste del Macizo de Cadiretes - Ardenya para no terminar la ruta sin visitar el Castillo de Sant Iscle. Cambiamos las pistas rodadoras y confortables, por caminos menos fresados combinando pistas y anchos senderos envueltos en los aromas mediterráneos que desprende la vegetación que nos abraza a la vez que nos esconde el paisaje circundante.
El castillo de Sant Iscle, de visita obligada, perteneció a los vizcondes de Cabrera y la primera noticia que se tiene es de 1194 como consecuencia de un pacto entre el vizconde Ponç III de Cabrera y el rey Alfonso I el Casto. Se trata de un importante baluarte defensivo, cuyos restos muestran una planta bastante cuadrangular de unos 30 metros por cada lado. Se pueden detectar dos fases constructivas: la primera fase de los siglos XII-XIII incluye la torre sudeste de 15 m. de altura y tres pisos, muros adosados, cisterna y la capilla dedicada a san Iscle y santa Victoria, de la que quedan restos de las paredes y del ábside semicircular. La segunda fase data del siglo XIV, incluye el resto de las torres, muros ataludados y revestimientos de muros antiguos. En todo el entorno del castillo todavía se conserva el foso.
Deshacemos el camino de subida al castillo y pedaleando cómodamente por el Pla de Vidreres acabamos la ruta.
Noviembre de 2023
CENTROS DE INTERÉS
Estanys de Sils. Pont del Dimoni. Torre de Marata. Torre de Cartellá. Castell de Sant Iscle
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
https://www.femturisme.cat/ca/pobles/castellar-del-valles
Una ruta para disfrutar de la bicicleta sin dejarse la piel rodando por la llanura selvatana y por los contrafuertes noroeste del Macizo de Cadiretes ? Ardenya, hacia el final, para poder visitar el interesante e imperdible castillo de Sant Iscle. La ruta, aparte de disfrutar de los paisajes por los que transita, nos da un pequeño regalo con un espacio para evadirse y disfrutar de la contemplación: el magnífi... Los Estanys de Sils, la Força de Cartellà y el Castillo de Sant Iscle
Una ruta para disfrutar de la bicicleta sin dejarse la piel rodando por la llanura selvatana y por los contrafuertes noroeste del Macizo de Cadiretes – Ardenya, hacia el final, para poder visitar el interesante e imperdible castillo de Sant Iscle. La ruta, aparte de disfrutar de los paisajes por los que transita, nos da un pequeño regalo con un espacio para evadirse y disfrutar de la contemplación: el magnífico y desconocido Estany de Sils, un espacio lacustre que poco a poco se está recuperando para ocio.
Desde la plaza de la iglesia marchamos por la calle de Ponent. Al otro lado del puente de la carretera de Lloret de Mar que atraviesa el Rec Clar, continuamos por un camino asfaltado en paralelo a la acequia. En el horizonte se dibujan los relieves ponentinos que emergen de la llanura selvatana, Montseny y Guilleries; una mirada más amplia hacia el norte nos muestra también los pirineos que mueren en el mar, en especial la montaña que sobresale con creces de este conjunto y de gran simbolismo por los catalanes: el Canigó.
Pronto llegamos a Sils encadenando caminos diversos, incluso hemos tenido que realizar un corto tramo, un centenar de metros pasada la N-II, por un campo donde han labrado el camino que pasaba (¿expropiación unilateral?). Sin entrar a Sils continuamos por el margen izquierdo de la Acequia de Sils, bordeando la zona lacustre del mismo nombre. Entramos de lleno en el Espacio Natural Protegido del Estany de Sils, uno de los espacios naturales más importantes de la Cataluña interior, ya que contiene una gran variedad de hábitats como zonas húmedas, prados inundables y bosques de ribera. Hace 300 años este estanque era uno de los más importantes de Cataluña con una extensión de unos 7 kilómetros cuadrados. En aquella época los espacios lacustres se relacionaban con enfermedades, como la malaria, y leyendas ligadas al infierno, lo que llevó a la población a desecarlo hasta su práctica totalidad a mediados del siglo XIX. Para ello, se construyó una serie de canales de drenaje, todos ellos dirigidos al canal central, la Sèquia de Sils.
Recorremos la actual laguna permanente, la zona lacustre está en vías de recuperación con nuevas zonas inundables, por un sendero que pasa por varios sitios de vigilancia o puntos de observación que nos permite disfrutar de la flora y la fauna del entorno, entre ellos está la nutria, en calma y silencio.
Continuamos pedaleando en paralelo a la acequia en un ambiente muy agradable y de colores vistosos con carrizales a un lado y hileras de chopos matemáticamente alineados a punto de perder las vistosas y amarillentas hojas otoñales. Atravesamos la acequia y al poco la volvemos a atravesar por el bonito Pont Vell de Maçanet de la Selva que fue construido en el siglo XVIII, es de piedra, de un solo ojo y con el arco hecho de ladrillo macizo. Cerca, están los restos, casi imperceptibles, de otro puente más antiguo, de origen probablemente medieval, también conocido como Pont Vell y, popularmente, como Pont del Demoni.
Nos vamos rumbo a Maçanet de la Selva. El camino nos vuelve a regalar con unas vistas de los relieves de las Guilleries que cierran la comarca entre poniente y el norte, incluso podemos disfrutar en días claros de una buena imagen de la simbólica montaña del Canigó y, aún un presente añadido, la bonita Torre de Marata, un casal fortificado y amurallado, de estilo gótico, en el que destaca la torre de defensa. En Maçanet nos llegamos hasta la plaza donde se encuentra la iglesia de Sant Llorenç, en el centro de la población, un interesante edificio construido entre los años 1040 y 1070 con construcciones adosadas a los lados norte y de poniente.
Continuamos la ruta en lo alto del barrio de El Moli, al otro lado de la autopista, por una pista a la derecha de la masía en ruina de Can Picó y que nos lleva directamente a la masía de la Torre de Cartellà, también conocida históricamente como la Força de Castellà. La estirpe de los Cartellà, una de las más antiguas de Cataluña, se remonta a la época de la Reconquista. En Maçanet los Cartellà están documentados desde el año 1159, cuando Ermesenda de Maçanet, que había recibido la torre de manos de los vizcondes de Cabrera, se casa con Arnau de Cartellà. La misma familia mantuvo su propiedad hasta mediados del siglo XIX. Al margen de la torre propiamente dicha, destaca la capilla, construida en 1510 y dedicada a Sant Jaume, que cuenta con una magnífica fachada renacentista, imposible de ver desde el exterior. De hecho, desde el exterior no se puede ver prácticamente nada del conjunto ya que se ha rebajado el terreno alrededor de la masía, lo que obliga a improvisar el itinerario un corto tramo para contactar con la pista que da continuidad a la ruta.
A partir de aquí dejamos la comodidad de la llanura para adentrarnos en los contrafuertes noroeste del Macizo de Cadiretes - Ardenya para no terminar la ruta sin visitar el Castillo de Sant Iscle. Cambiamos las pistas rodadoras y confortables, por caminos menos fresados combinando pistas y anchos senderos envueltos en los aromas mediterráneos que desprende la vegetación que nos abraza a la vez que nos esconde el paisaje circundante.
El castillo de Sant Iscle, de visita obligada, perteneció a los vizcondes de Cabrera y la primera noticia que se tiene es de 1194 como consecuencia de un pacto entre el vizconde Ponç III de Cabrera y el rey Alfonso I el Casto. Se trata de un importante baluarte defensivo, cuyos restos muestran una planta bastante cuadrangular de unos 30 metros por cada lado. Se pueden detectar dos fases constructivas: la primera fase de los siglos XII-XIII incluye la torre sudeste de 15 m. de altura y tres pisos, muros adosados, cisterna y la capilla dedicada a san Iscle y santa Victoria, de la que quedan restos de las paredes y del ábside semicircular. La segunda fase data del siglo XIV, incluye el resto de las torres, muros ataludados y revestimientos de muros antiguos. En todo el entorno del castillo todavía se conserva el foso.
Deshacemos el camino de subida al castillo y pedaleando cómodamente por el Pla de Vidreres acabamos la ruta.
Noviembre de 2023
CENTROS DE INTERÉS
Estanys de Sils. Pont del Dimoni. Torre de Marata. Torre de Cartellá. Castell de Sant Iscle
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
https://www.femturisme.cat/ca/pobles/castellar-del-valles