Solsonès SOL 011_Timoneda
Espai Natural Protegit de la Ribera Salada. Serra d’Orrit. El Grau. Serra de Canalda. Serra de la Mo
Timoneda – Orrit – El Soler – Cavallera – Canalda – Collada de Canalda – Soldevila – Timoneda
Mapes Comarcals de Catalunya. Solsonès. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).
Resumen
Distancia:30 km
Desnivel:1170 m
Tiempo:3 h 45 min
Dificultad:media
Ruta de contacto
Tierra de profundos barrancos. Los valles de Odèn y Canalda
Una ruta extraordinariamente solitaria que se mueve entre crestas y profundos barrancos que engullen al viajero, por pistas pedregosas y senderos históricos amables que se mueven entre paisajes de conglomerado intensamente modelados por la erosión.
Al pie meridional del imponente bloque calcáreo del Puig Sobirà, al sur de la Serra de Port de Comte, se extiende una potente masa de conglomerados que han si... Tierra de profundos barrancos. Los valles de Odèn y Canalda
Una ruta extraordinariamente solitaria que se mueve entre crestas y profundos barrancos que engullen al viajero, por pistas pedregosas y senderos históricos amables que se mueven entre paisajes de conglomerado intensamente modelados por la erosión.
Al pie meridional del imponente bloque calcáreo del Puig Sobirà, al sur de la Serra de Port de Comte, se extiende una potente masa de conglomerados que han sido fuertemente erosionados por las aguas de los torrentes que bajan de las partes más altas hacia el fondo del arroyo de Canalda. El resultado es un territorio de profundos barrancos donde domina la roca desnuda y donde es difícil encontrar lugares con suelos bastante profundos para poderlos cultivar. Esto hace que en esta zona no abundan las masías a pesar de estar en "la tierra de las 1.000 masías", como se define la comarca del Solsonès.
La ruta comienza en Santa Eulàlia de Timoneda. Entramos rápidamente en estado de alerta sin ni tiempo a despertar la musculatura. Tenemos por delante una bajada de más de cien metros de pendiente extremo, fuertemente erosionada, en la que tenemos que poner los cinco sentidos si no queremos ir por tierra.
Tragados por el fondo del valle, al otro lado, el camino es tan empinado que los primeros cien metros de desnivel se deben hacer a pie. Cuando el perfil se suaviza podemos empezar a pedalear pero debe mantenerse cierta intensidad debido al firme pedregoso que se desprende de la roca conglomerada que ocupa todo este espacio.
En Orrit una pista asfaltada nos permite recuperar fuerzas y avanzar a un ritmo más pausado. Cuando alcanzamos la cresta, en tramos donde la vegetación lo permite, interiorizamos el paisaje que nos rodea y que nos acompañará durante todo el trayecto.
Pasado el cruce que lleva a Cogulera nos desviamos por una pista a la derecha que nos conducirà totalmente inmersos en la espesa masa vegetal hasta el Grau, una pared caliza donde el río Odèn ha moldeado un estrecho y bellísimo desfiladero. Justo antes de llegar, junto a las cuatro paredes que quedan de un antiguo molino, al otro lado del río sale el bonito itinerario del GR1 o sendero histórico del Pre-pirineo que nos llevará hasta Canalda, alrededor de las cabeceras de los abruptos barrancos erosionados por las aguas del Río Odèn y el Torrent de Junt. Todo el trayecto constituye uno de esos viajes sobre la bicicleta que dejan una huella indeleble.
Desde el Grau de Riulacó el GR-1 sube suavemente hasta El Soler, ubicado en un rellano aprovechando una carena convenientemente abancalada. La finca está formada por dos masías reunidas, el Soler de Arriba y el Soler de Baix, acompañadas por la ermita románica de San Miquel. Un lugar solitario, bajo el Roc Gran de Puig Sobirà y dominando el valle del rio de Odèn que baja de la rinconada del Montnou.
Continuamos por una buena pista hasta que en una curva cerrada el GR1 se desvía a la derecha. Comienza un bonito trayecto por un sendero que se desarrolla por un precioso encinar que nos lleva, sin tocar la carretera, hasta Cavallera. En este espacio se encuentran las instalaciones del Zoo del Pirineo, una entidad que trabaja en la educación ambiental con animales salvajes que han sido heridos o maltratados por los humanos.
Salimos de la antigua masía Cavallera continuando un buen tramo por pista hasta que pasado el Tossal de l’Anella, un mirador natural de excepción, el GR se convierte de nuevo en un sendero. Al principio, el sendero esta desdibujado y sigue los rastros de un antiguo camino que se construyó para instalar una torre de luz, por lo que hay que estar atento cuando el sendero deja esta "pista" sin salida. Pedaleamos por el interior del bosque y cuando salimos, lo hacemos literalmente por la roca desnuda hasta la cresta de la Sierra de Canalda, en el límite mismo del risco conglomerado, disfrutando de una imagen perfecta del barranco que estamos flanqueando por la parte alta.
Desde la cresta bajamos hasta el pequeño y encantador núcleo de Canalda donde destaca la bonita iglesia parroquial de Sant Juliá, un edificio de una sola nave, correspondiente a una construcción de los siglos XI-XII, que conserva parte de una cabecera - dos ábsides, falta el tercero- del siglo IX.
Una pista que se pasea por la Serra de Canalda como una gran cicatriz que recorre la cresta, nos regala las mejores vistas del día ya que navegamos por un paisaje sin vegetación. Imágenes que llenan de energía, mires donde mires, 360º de paisaje que el cerebro codifica como un auténtico placer visual.
Caemos repentinamente hacia el fondo del barranco de Canalda haciendo un largo rodeo por la masía Fontdevila, actualmente en proceso de restauración. En la otra vertiente del arroyo de Canalda el camino se camufla entre la espesa vegetación del Bosque de Riard en un ambiente húmedo casi carente de luz solar. Enlazamos con una buena pista que flanquea a media altura la Sierra de la Mora desde el Serrat del Moro hasta el cuello donde hay Santa Eulàlia de Timoneda, punto y final de un viaje sorprendentemente solitario y salvaje.
Noviembre de 2017
CENTROS DE INTERÉS
Santa Eulàlia de Timoneda. Sant Miquel del Soler de Dalt. Pi de la Creueta. Sant Martí de Cavallera. Sant Julià de Canalda.
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
http://www.lavalldelord.com/
Una ruta extraordinariamente solitaria que se mueve entre crestas y profundos barrancos que engullen al viajero, por pistas pedregosas y senderos históricos amables que se mueven entre paisajes de conglomerado intensamente modelados por la erosión.
Al pie meridional del imponente bloque calcáreo del Puig Sobirà, al sur de la Serra de Port de Comte, se extiende una potente masa de conglomerados que han si... Tierra de profundos barrancos. Los valles de Odèn y Canalda
Una ruta extraordinariamente solitaria que se mueve entre crestas y profundos barrancos que engullen al viajero, por pistas pedregosas y senderos históricos amables que se mueven entre paisajes de conglomerado intensamente modelados por la erosión.
Al pie meridional del imponente bloque calcáreo del Puig Sobirà, al sur de la Serra de Port de Comte, se extiende una potente masa de conglomerados que han sido fuertemente erosionados por las aguas de los torrentes que bajan de las partes más altas hacia el fondo del arroyo de Canalda. El resultado es un territorio de profundos barrancos donde domina la roca desnuda y donde es difícil encontrar lugares con suelos bastante profundos para poderlos cultivar. Esto hace que en esta zona no abundan las masías a pesar de estar en "la tierra de las 1.000 masías", como se define la comarca del Solsonès.
La ruta comienza en Santa Eulàlia de Timoneda. Entramos rápidamente en estado de alerta sin ni tiempo a despertar la musculatura. Tenemos por delante una bajada de más de cien metros de pendiente extremo, fuertemente erosionada, en la que tenemos que poner los cinco sentidos si no queremos ir por tierra.
Tragados por el fondo del valle, al otro lado, el camino es tan empinado que los primeros cien metros de desnivel se deben hacer a pie. Cuando el perfil se suaviza podemos empezar a pedalear pero debe mantenerse cierta intensidad debido al firme pedregoso que se desprende de la roca conglomerada que ocupa todo este espacio.
En Orrit una pista asfaltada nos permite recuperar fuerzas y avanzar a un ritmo más pausado. Cuando alcanzamos la cresta, en tramos donde la vegetación lo permite, interiorizamos el paisaje que nos rodea y que nos acompañará durante todo el trayecto.
Pasado el cruce que lleva a Cogulera nos desviamos por una pista a la derecha que nos conducirà totalmente inmersos en la espesa masa vegetal hasta el Grau, una pared caliza donde el río Odèn ha moldeado un estrecho y bellísimo desfiladero. Justo antes de llegar, junto a las cuatro paredes que quedan de un antiguo molino, al otro lado del río sale el bonito itinerario del GR1 o sendero histórico del Pre-pirineo que nos llevará hasta Canalda, alrededor de las cabeceras de los abruptos barrancos erosionados por las aguas del Río Odèn y el Torrent de Junt. Todo el trayecto constituye uno de esos viajes sobre la bicicleta que dejan una huella indeleble.
Desde el Grau de Riulacó el GR-1 sube suavemente hasta El Soler, ubicado en un rellano aprovechando una carena convenientemente abancalada. La finca está formada por dos masías reunidas, el Soler de Arriba y el Soler de Baix, acompañadas por la ermita románica de San Miquel. Un lugar solitario, bajo el Roc Gran de Puig Sobirà y dominando el valle del rio de Odèn que baja de la rinconada del Montnou.
Continuamos por una buena pista hasta que en una curva cerrada el GR1 se desvía a la derecha. Comienza un bonito trayecto por un sendero que se desarrolla por un precioso encinar que nos lleva, sin tocar la carretera, hasta Cavallera. En este espacio se encuentran las instalaciones del Zoo del Pirineo, una entidad que trabaja en la educación ambiental con animales salvajes que han sido heridos o maltratados por los humanos.
Salimos de la antigua masía Cavallera continuando un buen tramo por pista hasta que pasado el Tossal de l’Anella, un mirador natural de excepción, el GR se convierte de nuevo en un sendero. Al principio, el sendero esta desdibujado y sigue los rastros de un antiguo camino que se construyó para instalar una torre de luz, por lo que hay que estar atento cuando el sendero deja esta "pista" sin salida. Pedaleamos por el interior del bosque y cuando salimos, lo hacemos literalmente por la roca desnuda hasta la cresta de la Sierra de Canalda, en el límite mismo del risco conglomerado, disfrutando de una imagen perfecta del barranco que estamos flanqueando por la parte alta.
Desde la cresta bajamos hasta el pequeño y encantador núcleo de Canalda donde destaca la bonita iglesia parroquial de Sant Juliá, un edificio de una sola nave, correspondiente a una construcción de los siglos XI-XII, que conserva parte de una cabecera - dos ábsides, falta el tercero- del siglo IX.
Una pista que se pasea por la Serra de Canalda como una gran cicatriz que recorre la cresta, nos regala las mejores vistas del día ya que navegamos por un paisaje sin vegetación. Imágenes que llenan de energía, mires donde mires, 360º de paisaje que el cerebro codifica como un auténtico placer visual.
Caemos repentinamente hacia el fondo del barranco de Canalda haciendo un largo rodeo por la masía Fontdevila, actualmente en proceso de restauración. En la otra vertiente del arroyo de Canalda el camino se camufla entre la espesa vegetación del Bosque de Riard en un ambiente húmedo casi carente de luz solar. Enlazamos con una buena pista que flanquea a media altura la Sierra de la Mora desde el Serrat del Moro hasta el cuello donde hay Santa Eulàlia de Timoneda, punto y final de un viaje sorprendentemente solitario y salvaje.
Noviembre de 2017
CENTROS DE INTERÉS
Santa Eulàlia de Timoneda. Sant Miquel del Soler de Dalt. Pi de la Creueta. Sant Martí de Cavallera. Sant Julià de Canalda.
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
http://www.lavalldelord.com/