Noguera NOG 018_Ponts
Aiguabarreig Segre-Noguera Pallaresa. Montmagastre. Pantà de Rialb
Ponts – Torreblanca – Montmagastre – Bellfort – Collet del Molí de la Guardia – Santa Eulàlia de Pomanyons – Gualter – Ponts
Mapes Comarcals de Catalunya. Noguera. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).
Resumen
Distancia:45 km
Desnivel:830 m
Tiempo:4 h 0 min
Dificultad:media-difícil
Ruta de contacto
Montmagastre y Santa Maria de Gualter. Joyas escondidas.
Al abrigo de las vertientes a mediodía de las sierras de Comiols y Roc de Benavente se despliega una meseta muy erosionada y quebrada, poco humanizada pero con vestigios históricos importantes que ponen sobre el mapa la importancia de este territorio formado por pequeños núcleos englobados bajo el paraguas del Segre Medio.
Salimos de Ponts por la carretera de Artesa. Nos desviamos siguiendo el curso del Llo... Montmagastre y Santa Maria de Gualter. Joyas escondidas.
Al abrigo de las vertientes a mediodía de las sierras de Comiols y Roc de Benavente se despliega una meseta muy erosionada y quebrada, poco humanizada pero con vestigios históricos importantes que ponen sobre el mapa la importancia de este territorio formado por pequeños núcleos englobados bajo el paraguas del Segre Medio.
Salimos de Ponts por la carretera de Artesa. Nos desviamos siguiendo el curso del Llobregós por el margen izquierdo en su último tramo antes de encontrarse con el Segre y el inicio del Canal de Urgell. Desde el siglo XIX el río está estrechamente ligado al histórico Canal de Urgell, una infraestructura hidráulica destinada básicamente al riego que abasteció y abastece de agua los campos de cultivo situados en diferentes términos de las comarcas del Urgell, Pla de Urgell, la Noguera, el Segrià y las Garrigues.
Pasamos por la esclusa de derivación del Canal de Urgell, justo donde el Segre hace un gran meandro que rodea la península del Serrat del Mas d'en Pinyes, que se adentra a través del túnel de la Llenguadera por debajo de la montaña. Seguimos aguas abajo de la esclusa, pedaleando por un espacio interesante por las pequeñas islas o bancos de arena que la dinámica del río Segre ha ido formando al acumularse los materiales que transporta.
Al otro lado del meandro que el Segre ha modelado nos encontramos una sierra que parece cortada a cuchillo. En el extremo poniente del mismo, coronando la cima, se insinúa un tramo de muralla de la antigua fortaleza del Castellot de Sant Joan o Torreblanca y, debajo mismo, los restos aún visibles de la ermita románica de Sant Joan de Torreblanca .
Superada la ermita nos desviamos a la derecha. Cruzamos el Segre que baja calmado debido a las aguas secuestradas por el canal. Nos dirigimos hacia el núcleo de Torreblanca. Continuamos ganando altura en dirección norte. De repente aparecen imponentes ante nuestra mirada las sierras prepirenaicas que cierran la depresión. Entre ellas destaca poderosamente el Montsec de Rúbies con sus paredes verticales que tanto atraen a los amantes de la escalada, levantándose majestuosas sobre el valle de Meià.
Otra sorpresa unos metros allá. En un recodo del camino se nos aparece la singularidad morfológica de la colina de Montmagastre, una esbelta y majestuosa cima, redondeada y puntiaguda, que se eleva considerablemente por encima del territorio que la rodea, lo que la hace visible desde muchos puntos de la Noguera. Este sitio y su cónica figura, cargado de historia y punto estratégico fundamental de la frontera del Condado de Urgell, emociona y no deja indiferente al viajero. Alrededor de esta zona se encuentran también varias muestras prehistóricas y construcciones megalíticas como el Dolmen y el menhir de Montmagastre así como el yacimiento neolítico de cal Casaca que demuestran que desde tiempos inmemoriales este majestuosa pirámide de 762 metros ha inspirado el ser humano.
Sobre esta prominente colina se sitúan los restos de un castillo y de una iglesia románica, Sant Miquel de Montmagastre desgraciadamente en un estado lamentable. En la vertiente meridional hay también los restos del antiguo pueblo, precursor del actual. Para llegar al pueblo navegamos entre campos de cereales que ocupan el altiplano flanqueado por los barrancos de Torreblanca y Sant Marc.
Desde el pueblo vamos hacia el cementerio, desde donde continuamos siguiendo la dirección que lleva a cal Colls. Navegamos por la cabecera del Barranc de Torreblanca en dirección noreste entre bosques y llanos ocupados por extensos campos de cultivos con los correspondientes caseríos, ubicados en lugares estratégicos pero casi todos abandonados. Pedaleamos por un territorio abrupto surcado por torrentes que no podemos evitar y que hay que atravesar, perdiendo y ganando altura varias veces para llegar a Bellfort, una casería donde destaca la iglesia dedicada a Sant Sadurní, escondida a la izquierda del camino, justo pasado el mas Solsona, una masía de turismo rural y único edificio visible en ese espacio aislado.
Inmersos en un ambiente de gran soledad salimos a la carretera que sube de Ponts. Un centenar de metros más arriba, en la Collada del Molí de la Guardia sale una pista que recorre la cresta de una pequeña loma que nos conecta con el valle del Rialb, concretamente en la cola del pantano del mismo nombre. Bajo el puente que lo atraviesa, justo delante del núcleo de la Torre de Rialb, encontramos reubicados, fuera de su lugar original, dos centros de interés de primer orden: el Dolmen de Sols de Riu, un típico megalito hecho con grandes piedras verticales cubiertas por una gran roca que tenía la función de monumento funerario y que fue erigido hace más de cuatro mil años y la ermita románica de Santa Eulalia de Pomanyons,
Continuamos la ruta por la carretera, escasamente transitada, siguiendo el perfil del pantano, rodeados de paz. A cada pedalada a nuestras espaldas el paisaje crece. Al fondo del valle las sierras prepirenaicas asoman; en cada pedalada la presencia de las sierras de Aubenç, Turp, Port del Compte o del Verd se crecen al tiempo que se alejan. Salimos de nuevo a la carretera de Ponts. Una rápida bajada nos lleva a Gualter donde encontramos la última sorpresa del día, el monasterio de Santa Maria de Gualter que a pesar de su aparente ruina, una bomba de la guerra civil estalló provocando series destrozos, deja entrever todavía la grandeza y la belleza de la gran iglesia, iniciada después de 1118 y consagrada en 1207.
Desde el monasterio volvemos fácilmente en el punto de salida
Septiembre de 2018
CENTROS DE INTERÉS
Sant Joan de Torreblanca. Ermita de Camats. Castell i església de Sant Miquel de Montmagastre. Sant Sadurní de Bellfort. Santa Eulàlia de Pomanyons. Dolmen de Sòls de Riu. Sant Girvés de la Torre. Santa Maria de Gualter.
RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
http://www.ponts.cat/serveis/turisme
Al abrigo de las vertientes a mediodía de las sierras de Comiols y Roc de Benavente se despliega una meseta muy erosionada y quebrada, poco humanizada pero con vestigios históricos importantes que ponen sobre el mapa la importancia de este territorio formado por pequeños núcleos englobados bajo el paraguas del Segre Medio.
Salimos de Ponts por la carretera de Artesa. Nos desviamos siguiendo el curso del Llo... Montmagastre y Santa Maria de Gualter. Joyas escondidas.
Al abrigo de las vertientes a mediodía de las sierras de Comiols y Roc de Benavente se despliega una meseta muy erosionada y quebrada, poco humanizada pero con vestigios históricos importantes que ponen sobre el mapa la importancia de este territorio formado por pequeños núcleos englobados bajo el paraguas del Segre Medio.
Salimos de Ponts por la carretera de Artesa. Nos desviamos siguiendo el curso del Llobregós por el margen izquierdo en su último tramo antes de encontrarse con el Segre y el inicio del Canal de Urgell. Desde el siglo XIX el río está estrechamente ligado al histórico Canal de Urgell, una infraestructura hidráulica destinada básicamente al riego que abasteció y abastece de agua los campos de cultivo situados en diferentes términos de las comarcas del Urgell, Pla de Urgell, la Noguera, el Segrià y las Garrigues.
Pasamos por la esclusa de derivación del Canal de Urgell, justo donde el Segre hace un gran meandro que rodea la península del Serrat del Mas d'en Pinyes, que se adentra a través del túnel de la Llenguadera por debajo de la montaña. Seguimos aguas abajo de la esclusa, pedaleando por un espacio interesante por las pequeñas islas o bancos de arena que la dinámica del río Segre ha ido formando al acumularse los materiales que transporta.
Al otro lado del meandro que el Segre ha modelado nos encontramos una sierra que parece cortada a cuchillo. En el extremo poniente del mismo, coronando la cima, se insinúa un tramo de muralla de la antigua fortaleza del Castellot de Sant Joan o Torreblanca y, debajo mismo, los restos aún visibles de la ermita románica de Sant Joan de Torreblanca .
Superada la ermita nos desviamos a la derecha. Cruzamos el Segre que baja calmado debido a las aguas secuestradas por el canal. Nos dirigimos hacia el núcleo de Torreblanca. Continuamos ganando altura en dirección norte. De repente aparecen imponentes ante nuestra mirada las sierras prepirenaicas que cierran la depresión. Entre ellas destaca poderosamente el Montsec de Rúbies con sus paredes verticales que tanto atraen a los amantes de la escalada, levantándose majestuosas sobre el valle de Meià.
Otra sorpresa unos metros allá. En un recodo del camino se nos aparece la singularidad morfológica de la colina de Montmagastre, una esbelta y majestuosa cima, redondeada y puntiaguda, que se eleva considerablemente por encima del territorio que la rodea, lo que la hace visible desde muchos puntos de la Noguera. Este sitio y su cónica figura, cargado de historia y punto estratégico fundamental de la frontera del Condado de Urgell, emociona y no deja indiferente al viajero. Alrededor de esta zona se encuentran también varias muestras prehistóricas y construcciones megalíticas como el Dolmen y el menhir de Montmagastre así como el yacimiento neolítico de cal Casaca que demuestran que desde tiempos inmemoriales este majestuosa pirámide de 762 metros ha inspirado el ser humano.
Sobre esta prominente colina se sitúan los restos de un castillo y de una iglesia románica, Sant Miquel de Montmagastre desgraciadamente en un estado lamentable. En la vertiente meridional hay también los restos del antiguo pueblo, precursor del actual. Para llegar al pueblo navegamos entre campos de cereales que ocupan el altiplano flanqueado por los barrancos de Torreblanca y Sant Marc.
Desde el pueblo vamos hacia el cementerio, desde donde continuamos siguiendo la dirección que lleva a cal Colls. Navegamos por la cabecera del Barranc de Torreblanca en dirección noreste entre bosques y llanos ocupados por extensos campos de cultivos con los correspondientes caseríos, ubicados en lugares estratégicos pero casi todos abandonados. Pedaleamos por un territorio abrupto surcado por torrentes que no podemos evitar y que hay que atravesar, perdiendo y ganando altura varias veces para llegar a Bellfort, una casería donde destaca la iglesia dedicada a Sant Sadurní, escondida a la izquierda del camino, justo pasado el mas Solsona, una masía de turismo rural y único edificio visible en ese espacio aislado.
Inmersos en un ambiente de gran soledad salimos a la carretera que sube de Ponts. Un centenar de metros más arriba, en la Collada del Molí de la Guardia sale una pista que recorre la cresta de una pequeña loma que nos conecta con el valle del Rialb, concretamente en la cola del pantano del mismo nombre. Bajo el puente que lo atraviesa, justo delante del núcleo de la Torre de Rialb, encontramos reubicados, fuera de su lugar original, dos centros de interés de primer orden: el Dolmen de Sols de Riu, un típico megalito hecho con grandes piedras verticales cubiertas por una gran roca que tenía la función de monumento funerario y que fue erigido hace más de cuatro mil años y la ermita románica de Santa Eulalia de Pomanyons,
Continuamos la ruta por la carretera, escasamente transitada, siguiendo el perfil del pantano, rodeados de paz. A cada pedalada a nuestras espaldas el paisaje crece. Al fondo del valle las sierras prepirenaicas asoman; en cada pedalada la presencia de las sierras de Aubenç, Turp, Port del Compte o del Verd se crecen al tiempo que se alejan. Salimos de nuevo a la carretera de Ponts. Una rápida bajada nos lleva a Gualter donde encontramos la última sorpresa del día, el monasterio de Santa Maria de Gualter que a pesar de su aparente ruina, una bomba de la guerra civil estalló provocando series destrozos, deja entrever todavía la grandeza y la belleza de la gran iglesia, iniciada después de 1118 y consagrada en 1207.
Desde el monasterio volvemos fácilmente en el punto de salida
Septiembre de 2018
CENTROS DE INTERÉS
Sant Joan de Torreblanca. Ermita de Camats. Castell i església de Sant Miquel de Montmagastre. Sant Sadurní de Bellfort. Santa Eulàlia de Pomanyons. Dolmen de Sòls de Riu. Sant Girvés de la Torre. Santa Maria de Gualter.
RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
http://www.ponts.cat/serveis/turisme