Alt Camp ACA 002_El Pont d’Armentera
Espai d'Interès Natural Ancosa-Montagut. Vall del Gaià. Peny de Selmella. Serra Morena. Serrat
El Pont d’Armentera – Selmella – Coll de les Agulles – Castell de Suburella – Seguer – Esblada – Coll del Vent – Sant Jaume de Montagut – Castell de Ramonet – Castell de Pinyana – El Pont d’Armentera
Mapes Comarcals de Catalunya. Alt Camp. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).
Resumen
Distancia:49 km
Desnivel:1195 m
Tiempo:5 h 0 min
Dificultad:media-difícil
Ruta de contacto
Castillos y pueblos abandonados del Alto Gaià
La ruta nos permite descubrir la mayoría de sierras que conforman el Alt Gaià. Si a esta particularidad le añadimos una invitación a conocer diversas edificaciones casi milenarias a través de la frontera natural que supuso el río Gaià cuando estas tierras eran fronterizas entre los dominios cristianos y sarracenos, la ruta es absolutamente imprescindible. Castillos, torres y pueblos abandonados que permanecen escondidos al viajero, ... Castillos y pueblos abandonados del Alto Gaià
La ruta nos permite descubrir la mayoría de sierras que conforman el Alt Gaià. Si a esta particularidad le añadimos una invitación a conocer diversas edificaciones casi milenarias a través de la frontera natural que supuso el río Gaià cuando estas tierras eran fronterizas entre los dominios cristianos y sarracenos, la ruta es absolutamente imprescindible. Castillos, torres y pueblos abandonados que permanecen escondidos al viajero, resistiendo el paso de los años y recordándonos constantemente el pasado de estas tierras.
Salimos del tranquilo pueblo de Pont d'Armentera por la carretera en dirección al Pla de Santa Maria para ir a buscar la pista que lleva hasta la urbanización de Can Rui siguiendo el GR. Mientras pedaleamos encaramados sobre el profundo barranco que durante años ha modelado el Torrent de Rupit, ya divisamos el primero de los objetivos de la ruta, el pueblo abandonado de Selmella, del cual identificamos claramente la silueta de la iglesia y la del antiguo castillo coronando la cima del Peny de Selmella.
Para llegar a Selmella necesitamos atravesar el barranco y buscar en el otro lado, a la entrada de la casa de Cal Figueras, la pista de acceso. Mientras ganamos altura por la ladera norte disfrutamos del entorno más inmediato: la Serra de Comaverd, en primer plano, recubierta por conglomerado de la depresión central que le da una fisonomía característica; y más allá, cuando el pequeño valle toca la llanura, a los pies de la Serra de Prades, la ciudad medieval de Montblanc.
Entramos en Selmella por la vertiente sur de la sierra. Desde esta parte la vista abarca toda la llanura hasta el Mediterráneo. Selmella, perdido en lo alto de la sierra y totalmente incomunicado, rápidamente se vació. En 1932 sólo había una casa habitada, 15 años antes estaban todas en pie.
Desde el castillo, uno de los mejores miradores del Alt Gaià conjuntamente con el Castillo de Montagut, se percibe el contraste existente entre la llanura y la montaña. Los caminos abandonados, los bancales yermos, las construcciones en ruinas y la soledad que se cierne por las montañas contrasta con las grandes extensiones cultivadas y las grandes vías de comunicación que atraviesan el llano. La tentación de bajar debía de ser muy grande ya que a los pies de su atalaya natural tenían el Camp de Tarragona con toda la riqueza que les faltaba.
Continuamos la ruta por el corazón de las montañas del Alt Gaià, pegados al risco que cierra la cabecera del Barranc de Cal Batllet hasta el collado de Les Agulles, desde donde caemos hacia los rellanos elevados sobre el Gaià. Bajamos hacia la silueta inconfundible de las dos torres del castillo de Saburella, asentado sobre una colina cónica en un terreno llano dominado por antiguos cultivos y restos de encinares. A diferencia de Selmella, mimetizado con la cresta y las rocas, el de Saburella, en cambio, no se esconde de nada y parece no formar parte de ninguna línea de defensa; de hecho fue construido finalizada la reconquista, supuestamente para controlar la llanura sobre la que se asienta.
Pedaleamos por los llanos que caen des de lo alto sobre el Gaià, cosa que nos obliga a ir hasta el Molí del Seguer, una edificación rústica acompañada de un espectacular álamo que se eleva junto al edificio, para poder atravesarlo.
Por carretera llegamos hasta Seguer; desgraciadamente tanto el castillo del antiguo núcleo como la iglesia están en estado de ruina, y rodeados de las viviendas de la urbanización que confieren una imagen insólita al conjunto que originariamente sólo era una torre de defensa sobre el Gaià, según documentación del s XI.
Por las calles de la urbanización vamos a buscar la pista que recorre la cresta de la Sierra del Caballar y que nos permite llegar a Esblada. Este pequeño municipio de la Serra de Brufaganya fue perdiendo habitantes hasta que se quedó completamente despoblado; actualmente está en venta, exceptuando la iglesia y la rectoría habitada, por una familia navarra que ha montado una vinatería y un restaurante de fin de semana. El precio es de 280.000 euros por 14 casas con varios anexos.
Continuamos la ruta por el camino de la Albereda, pasando por los vestigios de las antiguas casas del pueblo. Por el camino encontramos los restos de un antiguo horno de cal que sólo conserva la boca de entrada, anticipo de lo que nos espera en el llano donde se ubicaba el vecindario de Albereda; un conjunto de casas de labranza totalmente en ruinas conforman un paisaje desolador de piedras abrazadas por la hiedra y la vegetación que poco a poco las fusionará con el entorno. La pista se adentra en el corazón del espacio protegido de Ancosa-Montagut. Llegamos al Collet del Vent, a los pies de la cima de Formigosa, rodeada de campos donde antiguamente, como dice un letrero informativo, se cultivaba el piretre, conocido popularmente como pelitre, de donde se extraía un insecticida biológico llamado piretrina.
Desde Les Cases Noves de Formigosa, quedan restos de una en el collado, nos dirigimos hacia Sant Jaume de Montagut pasando por el Llac de Formigosa. En realidad se trata de un gran estanque artificial construido en los años 70 para abastecer a las urbanizaciones al pie de la montaña (proyectos que no tuvieron éxito) y que el paso del tiempo ha naturalizado.
Finalmente aparece ante nosotros el impresionante edificio de Sant Jaume de Montagut. La iglesia data del siglo XIII y ha sido declarado bien cultural de interés nacional. Fue la parroquia de la multitud de masías diseminadas por estas montañas, es de una sola nave y de planta románica. Hasta hace poco estaba bastante abandonada, pero las restauraciones que se han llevado a cabo la han dejado en muy buen estado.
Continuamos la ruta siguiendo el GR, sin subir a la colina donde estaba el castillo, primero por pista hasta que ésta muere en un campo y, seguidamente, por senderos que a veces recorren los campos hasta que entran definitivamente en el bosque. Salimos al camino asfaltado que sube a Montagut, que seguimos unos metros hasta la desviación que lleva a un repetidor. En este punto se encuentra el camino que llevaba al Mas Cal Ramonet y al castillo del mismo nombre. Escondidos por la vegetación y en lastimoso estado de abandono encontramos los pocos restos de la antigua fortificación en la cima de la colina, justo encima de la casa, también en ruinas.
Pasado el repetidor continuamos por la pista que baja al castillo de Pinyana. Durante el descenso disfrutamos de una panorámica excepcional del primer tramo de la ruta y con un solo vistazo divisamos el camino pedaleado. Ante el espectáculo de las sierras del margen derecho de la cabecera del Gaià, aparece en primer plano el castillo de Pinyana, completando la fotografía. Es el castillo sobre roca por excelencia, encaramado en una pared rocosa de difícil acceso y sin ningún núcleo habitado asociado. Su historia va unida a los castillos de Querol y Montagut desde el momento de su formación en el s. X.
Continuamos bajando hasta encontrar la carretera que nos lleva de nuevo a Pont d'Armentera.
Enero de 2016
CENTROS DE INTERÉS
Castillo de Selmella. San Llorenç de Selmella. Castillo de Saburella. Castillo de Seguer. Sant Bartomeu de Seguer. Sant Jaume d’Esblada. Sant Jaume de Montagut. Castillo de Ramonet. Castillo de Pinyana
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
http://www.restaurantlasort.com/
La ruta nos permite descubrir la mayoría de sierras que conforman el Alt Gaià. Si a esta particularidad le añadimos una invitación a conocer diversas edificaciones casi milenarias a través de la frontera natural que supuso el río Gaià cuando estas tierras eran fronterizas entre los dominios cristianos y sarracenos, la ruta es absolutamente imprescindible. Castillos, torres y pueblos abandonados que permanecen escondidos al viajero, ... Castillos y pueblos abandonados del Alto Gaià
La ruta nos permite descubrir la mayoría de sierras que conforman el Alt Gaià. Si a esta particularidad le añadimos una invitación a conocer diversas edificaciones casi milenarias a través de la frontera natural que supuso el río Gaià cuando estas tierras eran fronterizas entre los dominios cristianos y sarracenos, la ruta es absolutamente imprescindible. Castillos, torres y pueblos abandonados que permanecen escondidos al viajero, resistiendo el paso de los años y recordándonos constantemente el pasado de estas tierras.
Salimos del tranquilo pueblo de Pont d'Armentera por la carretera en dirección al Pla de Santa Maria para ir a buscar la pista que lleva hasta la urbanización de Can Rui siguiendo el GR. Mientras pedaleamos encaramados sobre el profundo barranco que durante años ha modelado el Torrent de Rupit, ya divisamos el primero de los objetivos de la ruta, el pueblo abandonado de Selmella, del cual identificamos claramente la silueta de la iglesia y la del antiguo castillo coronando la cima del Peny de Selmella.
Para llegar a Selmella necesitamos atravesar el barranco y buscar en el otro lado, a la entrada de la casa de Cal Figueras, la pista de acceso. Mientras ganamos altura por la ladera norte disfrutamos del entorno más inmediato: la Serra de Comaverd, en primer plano, recubierta por conglomerado de la depresión central que le da una fisonomía característica; y más allá, cuando el pequeño valle toca la llanura, a los pies de la Serra de Prades, la ciudad medieval de Montblanc.
Entramos en Selmella por la vertiente sur de la sierra. Desde esta parte la vista abarca toda la llanura hasta el Mediterráneo. Selmella, perdido en lo alto de la sierra y totalmente incomunicado, rápidamente se vació. En 1932 sólo había una casa habitada, 15 años antes estaban todas en pie.
Desde el castillo, uno de los mejores miradores del Alt Gaià conjuntamente con el Castillo de Montagut, se percibe el contraste existente entre la llanura y la montaña. Los caminos abandonados, los bancales yermos, las construcciones en ruinas y la soledad que se cierne por las montañas contrasta con las grandes extensiones cultivadas y las grandes vías de comunicación que atraviesan el llano. La tentación de bajar debía de ser muy grande ya que a los pies de su atalaya natural tenían el Camp de Tarragona con toda la riqueza que les faltaba.
Continuamos la ruta por el corazón de las montañas del Alt Gaià, pegados al risco que cierra la cabecera del Barranc de Cal Batllet hasta el collado de Les Agulles, desde donde caemos hacia los rellanos elevados sobre el Gaià. Bajamos hacia la silueta inconfundible de las dos torres del castillo de Saburella, asentado sobre una colina cónica en un terreno llano dominado por antiguos cultivos y restos de encinares. A diferencia de Selmella, mimetizado con la cresta y las rocas, el de Saburella, en cambio, no se esconde de nada y parece no formar parte de ninguna línea de defensa; de hecho fue construido finalizada la reconquista, supuestamente para controlar la llanura sobre la que se asienta.
Pedaleamos por los llanos que caen des de lo alto sobre el Gaià, cosa que nos obliga a ir hasta el Molí del Seguer, una edificación rústica acompañada de un espectacular álamo que se eleva junto al edificio, para poder atravesarlo.
Por carretera llegamos hasta Seguer; desgraciadamente tanto el castillo del antiguo núcleo como la iglesia están en estado de ruina, y rodeados de las viviendas de la urbanización que confieren una imagen insólita al conjunto que originariamente sólo era una torre de defensa sobre el Gaià, según documentación del s XI.
Por las calles de la urbanización vamos a buscar la pista que recorre la cresta de la Sierra del Caballar y que nos permite llegar a Esblada. Este pequeño municipio de la Serra de Brufaganya fue perdiendo habitantes hasta que se quedó completamente despoblado; actualmente está en venta, exceptuando la iglesia y la rectoría habitada, por una familia navarra que ha montado una vinatería y un restaurante de fin de semana. El precio es de 280.000 euros por 14 casas con varios anexos.
Continuamos la ruta por el camino de la Albereda, pasando por los vestigios de las antiguas casas del pueblo. Por el camino encontramos los restos de un antiguo horno de cal que sólo conserva la boca de entrada, anticipo de lo que nos espera en el llano donde se ubicaba el vecindario de Albereda; un conjunto de casas de labranza totalmente en ruinas conforman un paisaje desolador de piedras abrazadas por la hiedra y la vegetación que poco a poco las fusionará con el entorno. La pista se adentra en el corazón del espacio protegido de Ancosa-Montagut. Llegamos al Collet del Vent, a los pies de la cima de Formigosa, rodeada de campos donde antiguamente, como dice un letrero informativo, se cultivaba el piretre, conocido popularmente como pelitre, de donde se extraía un insecticida biológico llamado piretrina.
Desde Les Cases Noves de Formigosa, quedan restos de una en el collado, nos dirigimos hacia Sant Jaume de Montagut pasando por el Llac de Formigosa. En realidad se trata de un gran estanque artificial construido en los años 70 para abastecer a las urbanizaciones al pie de la montaña (proyectos que no tuvieron éxito) y que el paso del tiempo ha naturalizado.
Finalmente aparece ante nosotros el impresionante edificio de Sant Jaume de Montagut. La iglesia data del siglo XIII y ha sido declarado bien cultural de interés nacional. Fue la parroquia de la multitud de masías diseminadas por estas montañas, es de una sola nave y de planta románica. Hasta hace poco estaba bastante abandonada, pero las restauraciones que se han llevado a cabo la han dejado en muy buen estado.
Continuamos la ruta siguiendo el GR, sin subir a la colina donde estaba el castillo, primero por pista hasta que ésta muere en un campo y, seguidamente, por senderos que a veces recorren los campos hasta que entran definitivamente en el bosque. Salimos al camino asfaltado que sube a Montagut, que seguimos unos metros hasta la desviación que lleva a un repetidor. En este punto se encuentra el camino que llevaba al Mas Cal Ramonet y al castillo del mismo nombre. Escondidos por la vegetación y en lastimoso estado de abandono encontramos los pocos restos de la antigua fortificación en la cima de la colina, justo encima de la casa, también en ruinas.
Pasado el repetidor continuamos por la pista que baja al castillo de Pinyana. Durante el descenso disfrutamos de una panorámica excepcional del primer tramo de la ruta y con un solo vistazo divisamos el camino pedaleado. Ante el espectáculo de las sierras del margen derecho de la cabecera del Gaià, aparece en primer plano el castillo de Pinyana, completando la fotografía. Es el castillo sobre roca por excelencia, encaramado en una pared rocosa de difícil acceso y sin ningún núcleo habitado asociado. Su historia va unida a los castillos de Querol y Montagut desde el momento de su formación en el s. X.
Continuamos bajando hasta encontrar la carretera que nos lleva de nuevo a Pont d'Armentera.
Enero de 2016
CENTROS DE INTERÉS
Castillo de Selmella. San Llorenç de Selmella. Castillo de Saburella. Castillo de Seguer. Sant Bartomeu de Seguer. Sant Jaume d’Esblada. Sant Jaume de Montagut. Castillo de Ramonet. Castillo de Pinyana
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
http://www.restaurantlasort.com/