La Garriga d'Empordà

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La Garriga de Empordà ocupa un espacio central en la llanura del Empordà y del que sobresale en un conglomerado de colinas calcáreas de baja altura; un territorio de paisaje típicamente mediterráneo, poco conocido donde la llanura del Empordà empieza a hacerse montaña. Su relieve es suave, ondulado y de poca pendiente, cuya altura máxima supera ligeramente los 200 metros.

 

Su superficie aproximada es de 1.245 ha y se encuentra repartido entre los términos municipales de Llers, Figueres, Vilafant, Vilanant, Avinyonet de Puigventós, Biure y Pont de Molins.

Este paraje de aspecto áspero e inhóspito atesora un excepcional patrimonio de arquitectura de piedra seca que la vegetación de coscoja ha ido engullendo por la falta de actividad. Sin embargo, a vista de pájaro, la vegetación no es capaz todavía de ocultar un paisaje reticulado y ordenado formado por muros de piedra seca que definían las antiguas parcelas cultivables. No hace tanto tiempo que el hombre había dominado con paciencia y habilidad de miles de manos el pedregoso terreno calizo a base de construir márgenes, caminos, paredes, pasarelas, acequias y barracas con las piedras que sacaban de las parcelas para poder cultivar viñedos, olivos y frutales de secano. Una verdadera red de infraestructuras, diríamos hoy, que transformó zonas baldías en lugares productivos. Como decía Josep Pla, "una arquitectura del ingenio y de la necesidad".

Desde la pequeña meseta calcárea se disfrutan panorámicas generosas de los relieves que cierran el Alto Empurdan, la Garrotxa del Empordà, como llaman por estos parajes, un arco visual que abarca desde la montaña del Mont al cabo de Creus, pasando por el Bassegoda, las Salinas y las Alberes, siempre con el permiso del simbólico e icónico Canigó.

Te invitamos a visitarlo. No te decepcionará.

AEM 039_Figueres
AEM 042_Llers
AEM 044_Navata
AEM 045_Avinyonet de Puigventós