Pallars Jussà PAJ 019_Pont de Montanyana
Serra de Gurp. Roca de la Mola. Serrat de Roca Roia
Pont de Montanyana – Claramunt – Espills – Pont de Montanyana
Mapes Comarcals de Catalunya. Pallars Jussà. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).
Resumen
Distancia:43 km
Desnivel:1120 m
Tiempo:4 h 15 min
Dificultad:difícil
Despoblados de Claramunt y Espills
Claramunt y Espills parecen almas gemelas. Ambos crecieron al abrigo de un castillo atalayado en las alturas desde donde se dominaba la frontera con Aragón y al mismo tiempo, a partir de los años 60, se fueron despoblando dejando detrás suyo un montón de historias humanas que desgraciadamente se perderán para siempre. El trayecto propuesto es tan fabuloso paisajísticamente que duele: la magnitud de la belleza visual que se despliega por el ter... Despoblados de Claramunt y Espills
Claramunt y Espills parecen almas gemelas. Ambos crecieron al abrigo de un castillo atalayado en las alturas desde donde se dominaba la frontera con Aragón y al mismo tiempo, a partir de los años 60, se fueron despoblando dejando detrás suyo un montón de historias humanas que desgraciadamente se perderán para siempre. El trayecto propuesto es tan fabuloso paisajísticamente que duele: la magnitud de la belleza visual que se despliega por el territorio es abrumadora. Una de esas rutas que hay que tener en el cajón de favoritas
Iniciamos la ruta por la carretera que lleva a Tremp. En una curva cerrada tomamos una pista que se adentra hacia el Barranc del Pont. Remontamos por un valle encajado entre relieves baldíos y agrestes... Por el camino pasamos por antiguas casas solariegas, cuya arquitectura nos muestran un pasado más generoso que el que presentan en la actualidad. Pasado el Barranc de les Tarteres, tributario de las aguas principales de la hondonada, aparece repentinamente la majestuosa silueta del pueblo de Claramunt, asentado en lo alto de una colina.
Aunque la ruta no pasa obligadamente por el pueblo, la atracción es tan fuerte que invita a subir para pasearse por sus callejuelas de casas medio derruidas. En el pueblo aún vive en Tonet Gasset que se resiste a abandonarlo. También vive en otra casa una recién llegada que, según nos cuenta, busca en el aislamiento y la lectura su particular visión de cómo vivir la vida. Los dos únicos pobladores (si todavía estan) habitan como pueden en un pueblo abandonado, sin luz y prácticamente derruido en su totalidad. Un viaje al pasado a pocos kilómetros de Tremp.
Desde Claramunt, continuamos ganando altura por la cresta que separa las aguas de las dos Nogueres, la Pallaresa y la Ribagorçana. El paisaje que se despliega por las laderas de la cresta es quebrado y feroz: relieves conglomerados privados de vegetación profundamente erosionados. Mientras avanzamos por la cresta disfrutamos por la derecha de la depresión formada por las cuencas de Tremp y Dellà, rodeadas por la poderosa sierra del Montsec, cortada en dos por el paso de Terradets, y los relieves de belleza sobrecogedora que se despliegan desde el Boumort (Serra de Carreu, Congost de Collegats ...). Por la izquierda el paisaje tampoco deja indiferente, en primer plano asoma la Serra de Sant Gervás con sus verticales paredes protegiendo la Terreta y, al fondo, el Pirineo Central con cumbres de más de tres mil metros y más cercana, la magnífica silueta del Turbón, en el prepirineo oscense.
Pasada la cima de la Roca de la Mola, encontramos una buena pista que enlaza Tremp con Pont d’Orrit. La seguimos en dirección a la Terreta hasta pasado el Tossal Ras donde nos desviamos por un camino secundario que marcha hacia la cima Espills. Navegamos por un territorio desértico, rocoso, sin arboleda, aislado... enmarcado por la impresionante silueta del Montsec, socavado por el profundo desfiladero de Mont-rebei, que nos acompañará durante el descenso. Llegando a la cima de Espills, tomamos un sendero que lo bordea por la derecha. El antiguo camino que llevaba desde Espills a Tremp en otras épocas, es ahora un sendero poco frecuentado, lleno de guijarros que dificultan la bajada.
Espills aparece repentinamente. La belleza de la imagen del pueblo ubicado sobre una llanura rocosa, atalaya perfecta desde donde se domina todo el territorio, es totalmente sobrecogedora. Abandonado en los años 60, ahora sólo quedan en pie las paredes de las casas, las ruinas del antiguo castillo medieval y la iglesia de San Pedro. El silencio impregna el aire, se respira el ambiente aterrador del paisaje después de la batalla. Un lugar de gran belleza con una ubicación de ensueño que poco a poco se va muriendo, desapareciendo.
Dejamos el pueblo por la pista que sube del fondo del valle. La silueta del campanario de Espills, cada vez más pequeña, va desaparecen detrás nuestro. Salimos del valle pasado el Mas de la Ribereta, habitada por dos hermanos que según comentan la gente de la Terreta, son los propietarios, poco acogedores, de Espills.
Nos dejamos caer por una buena pista hasta el fondo del valle regada por la Noguera Ribagorçana, río que separa países físicamente y que nos acompaña hasta Puente de Montañana enlazando pistas de firme variado y algún sendero.
Marzo de 2016.
CENTROS DE INTERÉS
Claramunt. Espills
RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
http://www.hostalcondes.com/
Claramunt y Espills parecen almas gemelas. Ambos crecieron al abrigo de un castillo atalayado en las alturas desde donde se dominaba la frontera con Aragón y al mismo tiempo, a partir de los años 60, se fueron despoblando dejando detrás suyo un montón de historias humanas que desgraciadamente se perderán para siempre. El trayecto propuesto es tan fabuloso paisajísticamente que duele: la magnitud de la belleza visual que se despliega por el ter... Despoblados de Claramunt y Espills
Claramunt y Espills parecen almas gemelas. Ambos crecieron al abrigo de un castillo atalayado en las alturas desde donde se dominaba la frontera con Aragón y al mismo tiempo, a partir de los años 60, se fueron despoblando dejando detrás suyo un montón de historias humanas que desgraciadamente se perderán para siempre. El trayecto propuesto es tan fabuloso paisajísticamente que duele: la magnitud de la belleza visual que se despliega por el territorio es abrumadora. Una de esas rutas que hay que tener en el cajón de favoritas
Iniciamos la ruta por la carretera que lleva a Tremp. En una curva cerrada tomamos una pista que se adentra hacia el Barranc del Pont. Remontamos por un valle encajado entre relieves baldíos y agrestes... Por el camino pasamos por antiguas casas solariegas, cuya arquitectura nos muestran un pasado más generoso que el que presentan en la actualidad. Pasado el Barranc de les Tarteres, tributario de las aguas principales de la hondonada, aparece repentinamente la majestuosa silueta del pueblo de Claramunt, asentado en lo alto de una colina.
Aunque la ruta no pasa obligadamente por el pueblo, la atracción es tan fuerte que invita a subir para pasearse por sus callejuelas de casas medio derruidas. En el pueblo aún vive en Tonet Gasset que se resiste a abandonarlo. También vive en otra casa una recién llegada que, según nos cuenta, busca en el aislamiento y la lectura su particular visión de cómo vivir la vida. Los dos únicos pobladores (si todavía estan) habitan como pueden en un pueblo abandonado, sin luz y prácticamente derruido en su totalidad. Un viaje al pasado a pocos kilómetros de Tremp.
Desde Claramunt, continuamos ganando altura por la cresta que separa las aguas de las dos Nogueres, la Pallaresa y la Ribagorçana. El paisaje que se despliega por las laderas de la cresta es quebrado y feroz: relieves conglomerados privados de vegetación profundamente erosionados. Mientras avanzamos por la cresta disfrutamos por la derecha de la depresión formada por las cuencas de Tremp y Dellà, rodeadas por la poderosa sierra del Montsec, cortada en dos por el paso de Terradets, y los relieves de belleza sobrecogedora que se despliegan desde el Boumort (Serra de Carreu, Congost de Collegats ...). Por la izquierda el paisaje tampoco deja indiferente, en primer plano asoma la Serra de Sant Gervás con sus verticales paredes protegiendo la Terreta y, al fondo, el Pirineo Central con cumbres de más de tres mil metros y más cercana, la magnífica silueta del Turbón, en el prepirineo oscense.
Pasada la cima de la Roca de la Mola, encontramos una buena pista que enlaza Tremp con Pont d’Orrit. La seguimos en dirección a la Terreta hasta pasado el Tossal Ras donde nos desviamos por un camino secundario que marcha hacia la cima Espills. Navegamos por un territorio desértico, rocoso, sin arboleda, aislado... enmarcado por la impresionante silueta del Montsec, socavado por el profundo desfiladero de Mont-rebei, que nos acompañará durante el descenso. Llegando a la cima de Espills, tomamos un sendero que lo bordea por la derecha. El antiguo camino que llevaba desde Espills a Tremp en otras épocas, es ahora un sendero poco frecuentado, lleno de guijarros que dificultan la bajada.
Espills aparece repentinamente. La belleza de la imagen del pueblo ubicado sobre una llanura rocosa, atalaya perfecta desde donde se domina todo el territorio, es totalmente sobrecogedora. Abandonado en los años 60, ahora sólo quedan en pie las paredes de las casas, las ruinas del antiguo castillo medieval y la iglesia de San Pedro. El silencio impregna el aire, se respira el ambiente aterrador del paisaje después de la batalla. Un lugar de gran belleza con una ubicación de ensueño que poco a poco se va muriendo, desapareciendo.
Dejamos el pueblo por la pista que sube del fondo del valle. La silueta del campanario de Espills, cada vez más pequeña, va desaparecen detrás nuestro. Salimos del valle pasado el Mas de la Ribereta, habitada por dos hermanos que según comentan la gente de la Terreta, son los propietarios, poco acogedores, de Espills.
Nos dejamos caer por una buena pista hasta el fondo del valle regada por la Noguera Ribagorçana, río que separa países físicamente y que nos acompaña hasta Puente de Montañana enlazando pistas de firme variado y algún sendero.
Marzo de 2016.
CENTROS DE INTERÉS
Claramunt. Espills
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