Alt Urgell AUR 030_Coll de Nargó
Muntanya de Nargó. Serra de Sant Joan. Puig d’Espies. Muntanya de Santa Fe
Coll de Nargó – Coll Piquer – Coll del Grau de Miquelet – Montanisell – Coll de Puig d’Espies – Collet de Prats – Santa Fe – Collet de Prats – Coll Marí – Organyà – Figols – Coll de Nargó.
Mapes Comarcals de Catalunya. Alt Urgell. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC)
Resumen
Distancia:33 km
Desnivel:1220 m
Tiempo:3 h 45 min
Dificultad:media
De Coll de Nargó a Santa Fe. El Prepirineo más salvaje
Un viaje espectacular por un territorio solitario, especialmente abrupto, que aprovecha las debilidades orográficas para saltar las verticales murallas del paisaje prepirenaico con el objectivo de alcanzar la ermita de Santa Fe. El trayecto nos descubre espacios de belleza sobrecogedora y panorámicas espectaculares del territorio por donde nos movemos. Una ruta absolutamente genial de cita obligada para los excursionistas q... De Coll de Nargó a Santa Fe. El Prepirineo más salvaje
Un viaje espectacular por un territorio solitario, especialmente abrupto, que aprovecha las debilidades orográficas para saltar las verticales murallas del paisaje prepirenaico con el objectivo de alcanzar la ermita de Santa Fe. El trayecto nos descubre espacios de belleza sobrecogedora y panorámicas espectaculares del territorio por donde nos movemos. Una ruta absolutamente genial de cita obligada para los excursionistas que se mueven sobre dos ruedas.
Salimos de la pequeña plaza donde está la iglesia por un callejón que nos conecta con la pista que sube hacia Coll Piquer, un paso entre murallas calizas al norte del pueblo que nos permite pasar al valle del Barranco de Vilarenc. En el collado se levantan altivas dos formaciones rocosas, unas agujas bien conocidas por los escaladores que sin duda hacen honor a su nombre: els Gegants de Coll Piquer.
Vamos ganando altura entre las paredes verticales y desamparadas de vegetación de la vertiente sur de la montaña de Nargó. Allí donde el terreno lo permite la audacia humana ha creado pequeños bancales imposibles donde cultivar olivos. Vamos en busca del paso para acceder al valle que desde Montinassell se descuelga hacia la orilla derecha del Segre. Lo hacemos por una brecha que el agua que baja por el barranco de Les Grases, a base de insistir, ha modelado para hacerlo accesible. Detrás dejamos el verde valle y los profundos barrancos que se extienden al norte de la Sierra de Aubenç.
Llegamos a la cresta del Montaña de Nargó. Desde el bonito Pla de Comalavall la morfología del paisaje es impresionante y las panorámicas se abren exponencialmente. Estamos en un territorio de ambiente singular. Al norte encontramos la nueva barrera orográfica que debemos flanquear, la más abrupta. La sierra de Sant Juan se alza imponente al otro lado del valle. Los verticales relieves sólo tienen un punto débil, el Forat de Pitarell, una brecha que separa la sierra de Sant Joan y el Puig d’Espies, por la que se cuelan las aguas intermitentes del Barranc de la Muntanya, un paso que nos permitirá llegar a nuestro objetivo, Santa Fe, ermita que ya divisamos en el extremo oriental de esta barrera caliza coronando una atalaya rocosa encima mismo del núcleo de Organyà.
Aún impresionados por la oleada de sensaciones positivas que desprende la fuerza del paisaje que nos rodea nos encaminamos hacia Montinasell. Ante nosotros, la singular orografía y la silueta cónica de Lo Tossal nos llama inmediatamente la atención. Coronando el vértice podemos ver los vestigios de lo que fue el pueblo viejo y el castillo de Montanissell, una fortaleza antigua, posiblemente medieval, de la que queda parte de una torre. A medida que avanzamos mientras rodeamos el cerro emerge coronando la cima la iglesia de la Virgen de la Salud, probablemente edificada sobre una iglesia anterior que formaba parte del castillo, ya sea románica o prerrománica. La atracción hace que nos desviamos para comprobar de primera mano todo el conjunto. Y vale la pena, las panorámicas desde de la colina son absolutamente espléndidas.
Desde Montinassell enfilamos hacia los riscos de la Sierra de Sant Joan y el Puig d’Espies. La pista nos lleva directamente al paso que queda entre ambas. Siguiendo las indicaciones de Santa Fe alcanzamos el punto más alto de la ruta navegando por un pequeño valle aislado de gran belleza y soledad, rincones de aquellos que gustan al viajero que disfruta de los pequeños descubrimientos. El descenso hacia la montaña de Santa Fe se realmente precioso, de postal que se dice cuando no se encuentran las palabras justas para explicarlo. Las abruptas crestas que se desarrollan mientras perdemos altura tienen como telón de fondo la hermosa silueta del Cadí cubierta de nieve, el perfil redondeado y alargado de Port del Comte y entre las dos sierras, el siempre sorprendente y mítico Pedraforca que desde esta perspectiva nos enseña su cara menos conocida. Absolutamente genial.
Antes de llegar a la cima de Santa Fe, a la izquierda del camino, nos desviamos inevitablemente para coronar los riscos que caen verticales hacia el valle de Cabó, una franja de tierra alargada cerrada por los relieves de la Sierra de Boumort que la ofrece al Segre como un preciado tesoro. La sensación de volar sobre el paisaje es intensa, similar a los buitres que despegan haciendo círculos por encima de nuestras cabezas buscando las térmicas que suben del fondo del valle.
Continuamos la ruta hasta el Collet de Prats desde donde un corto tramo de sendero, técnicamente ciclable para los que se mueven bien en este tipo de caminos, nos sube a la ermita. Ubicada en la cima de la estrecha cresta de la montaña de Santa Fe, la austera ermita desafía la gravedad. Como un faro al borde de un acantilado que vigila los valles que la rodean, el paisaje que nos ofrece es un compendio del Prepirineo más salvaje.
Deshacemos el camino hasta el cuello y continuamos con el sendero que sube desde Coll Marí. Un trayecto estimulante para todos los amantes de los senderos a pesar de que algunos tramos piden técnica si se quiere hacer sobre la bicicleta.
En el collado, hay una pequeña escultura en piedra y hierro de Verdaguer, enlazamos con una buena pista que seguimos para llegar a Organyà desde donde enlazamos por carretera hasta Figols. Desde la ermita de Sant Victor, al otro lado del Segre, tenemos una perspectiva estimulante del territorio que hemos explorado sobre la bicicleta. A partir del Puente de Espies hacemos un corto tramo por la carretera C-14 que no podemos evitar, evidentemente transitada ya que se trata del Eje Tarragona-Andorra que une la comarca del Tarragonès con La Seo de Urgel, para volver el punto de salida.
Mayo de 2018
CENTROS DE INTERÉS
Virgen de la Salud de Montinassell. Agujero del Pitarell. Santa Fe. San Victor de Figols.
RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
https://www.alturgell.cat/coll-de-nargo
Un viaje espectacular por un territorio solitario, especialmente abrupto, que aprovecha las debilidades orográficas para saltar las verticales murallas del paisaje prepirenaico con el objectivo de alcanzar la ermita de Santa Fe. El trayecto nos descubre espacios de belleza sobrecogedora y panorámicas espectaculares del territorio por donde nos movemos. Una ruta absolutamente genial de cita obligada para los excursionistas q... De Coll de Nargó a Santa Fe. El Prepirineo más salvaje
Un viaje espectacular por un territorio solitario, especialmente abrupto, que aprovecha las debilidades orográficas para saltar las verticales murallas del paisaje prepirenaico con el objectivo de alcanzar la ermita de Santa Fe. El trayecto nos descubre espacios de belleza sobrecogedora y panorámicas espectaculares del territorio por donde nos movemos. Una ruta absolutamente genial de cita obligada para los excursionistas que se mueven sobre dos ruedas.
Salimos de la pequeña plaza donde está la iglesia por un callejón que nos conecta con la pista que sube hacia Coll Piquer, un paso entre murallas calizas al norte del pueblo que nos permite pasar al valle del Barranco de Vilarenc. En el collado se levantan altivas dos formaciones rocosas, unas agujas bien conocidas por los escaladores que sin duda hacen honor a su nombre: els Gegants de Coll Piquer.
Vamos ganando altura entre las paredes verticales y desamparadas de vegetación de la vertiente sur de la montaña de Nargó. Allí donde el terreno lo permite la audacia humana ha creado pequeños bancales imposibles donde cultivar olivos. Vamos en busca del paso para acceder al valle que desde Montinassell se descuelga hacia la orilla derecha del Segre. Lo hacemos por una brecha que el agua que baja por el barranco de Les Grases, a base de insistir, ha modelado para hacerlo accesible. Detrás dejamos el verde valle y los profundos barrancos que se extienden al norte de la Sierra de Aubenç.
Llegamos a la cresta del Montaña de Nargó. Desde el bonito Pla de Comalavall la morfología del paisaje es impresionante y las panorámicas se abren exponencialmente. Estamos en un territorio de ambiente singular. Al norte encontramos la nueva barrera orográfica que debemos flanquear, la más abrupta. La sierra de Sant Juan se alza imponente al otro lado del valle. Los verticales relieves sólo tienen un punto débil, el Forat de Pitarell, una brecha que separa la sierra de Sant Joan y el Puig d’Espies, por la que se cuelan las aguas intermitentes del Barranc de la Muntanya, un paso que nos permitirá llegar a nuestro objetivo, Santa Fe, ermita que ya divisamos en el extremo oriental de esta barrera caliza coronando una atalaya rocosa encima mismo del núcleo de Organyà.
Aún impresionados por la oleada de sensaciones positivas que desprende la fuerza del paisaje que nos rodea nos encaminamos hacia Montinasell. Ante nosotros, la singular orografía y la silueta cónica de Lo Tossal nos llama inmediatamente la atención. Coronando el vértice podemos ver los vestigios de lo que fue el pueblo viejo y el castillo de Montanissell, una fortaleza antigua, posiblemente medieval, de la que queda parte de una torre. A medida que avanzamos mientras rodeamos el cerro emerge coronando la cima la iglesia de la Virgen de la Salud, probablemente edificada sobre una iglesia anterior que formaba parte del castillo, ya sea románica o prerrománica. La atracción hace que nos desviamos para comprobar de primera mano todo el conjunto. Y vale la pena, las panorámicas desde de la colina son absolutamente espléndidas.
Desde Montinassell enfilamos hacia los riscos de la Sierra de Sant Joan y el Puig d’Espies. La pista nos lleva directamente al paso que queda entre ambas. Siguiendo las indicaciones de Santa Fe alcanzamos el punto más alto de la ruta navegando por un pequeño valle aislado de gran belleza y soledad, rincones de aquellos que gustan al viajero que disfruta de los pequeños descubrimientos. El descenso hacia la montaña de Santa Fe se realmente precioso, de postal que se dice cuando no se encuentran las palabras justas para explicarlo. Las abruptas crestas que se desarrollan mientras perdemos altura tienen como telón de fondo la hermosa silueta del Cadí cubierta de nieve, el perfil redondeado y alargado de Port del Comte y entre las dos sierras, el siempre sorprendente y mítico Pedraforca que desde esta perspectiva nos enseña su cara menos conocida. Absolutamente genial.
Antes de llegar a la cima de Santa Fe, a la izquierda del camino, nos desviamos inevitablemente para coronar los riscos que caen verticales hacia el valle de Cabó, una franja de tierra alargada cerrada por los relieves de la Sierra de Boumort que la ofrece al Segre como un preciado tesoro. La sensación de volar sobre el paisaje es intensa, similar a los buitres que despegan haciendo círculos por encima de nuestras cabezas buscando las térmicas que suben del fondo del valle.
Continuamos la ruta hasta el Collet de Prats desde donde un corto tramo de sendero, técnicamente ciclable para los que se mueven bien en este tipo de caminos, nos sube a la ermita. Ubicada en la cima de la estrecha cresta de la montaña de Santa Fe, la austera ermita desafía la gravedad. Como un faro al borde de un acantilado que vigila los valles que la rodean, el paisaje que nos ofrece es un compendio del Prepirineo más salvaje.
Deshacemos el camino hasta el cuello y continuamos con el sendero que sube desde Coll Marí. Un trayecto estimulante para todos los amantes de los senderos a pesar de que algunos tramos piden técnica si se quiere hacer sobre la bicicleta.
En el collado, hay una pequeña escultura en piedra y hierro de Verdaguer, enlazamos con una buena pista que seguimos para llegar a Organyà desde donde enlazamos por carretera hasta Figols. Desde la ermita de Sant Victor, al otro lado del Segre, tenemos una perspectiva estimulante del territorio que hemos explorado sobre la bicicleta. A partir del Puente de Espies hacemos un corto tramo por la carretera C-14 que no podemos evitar, evidentemente transitada ya que se trata del Eje Tarragona-Andorra que une la comarca del Tarragonès con La Seo de Urgel, para volver el punto de salida.
Mayo de 2018
CENTROS DE INTERÉS
Virgen de la Salud de Montinassell. Agujero del Pitarell. Santa Fe. San Victor de Figols.
RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
https://www.alturgell.cat/coll-de-nargo