Baix Empordà BEM 010_Sant Feliu de Guíxols
Espai Natural Protegit del Massís de Cadiretes - l'Ardenya. Muntanya d’en Bonet
Sant Feliu de GuÍxols – Can Cabanyes de Montagut – Puig Cadiretes – Can Cabanyes de Montagut – Santa cristina d’Aró – Sant Feliu de Guíxols
Mapes Comarcals de Catalunya. Baix Empordà. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).
Resumen
Distancia:43 km
Desnivel:695 m
Tiempo:4 h 0 min
Dificultad:media-difícil
Ruta de contacto
GIR 006_Llagostera
SEL 025_Tossa de Mar
GIR 008_Cassà de la Selva
El corazón del macizo de Puig Cadiretes-l?Ardenya
El descubrimiento del macizo, paisajes impresionantes de alcornoques, el magnífico valle de Ridaura o valle de Aro, Puig de les Cadiretes o las extensas panorámicas desde la cima son alicientes suficientes para escaparse para hacer esta ruta.
Atravesamos la población para ir a buscar el camino de la urbanización de Sant Amanç. Nos desviamos a la altura de la ermita del mismo nombre, un pequeño edificio con anteced... El corazón del macizo de Puig Cadiretes-l’Ardenya
El descubrimiento del macizo, paisajes impresionantes de alcornoques, el magnífico valle de Ridaura o valle de Aro, Puig de les Cadiretes o las extensas panorámicas desde la cima son alicientes suficientes para escaparse para hacer esta ruta.
Atravesamos la población para ir a buscar el camino de la urbanización de Sant Amanç. Nos desviamos a la altura de la ermita del mismo nombre, un pequeño edificio con antecedentes medievales bendecido el 1649. Pasada la urbanización de la Casa Nueva entramos de lleno en el Macizo de Cadiretes – l'Ardenya, caracterizado en este sector por un conjunto de formas características del modelado granítico, llamados domos, que afloran en las crestas desnudos de vegetación, verdaderos atalayas de formas graníticas redondeadas que contrastan con los frondosos bosques de corcho que se extienden por sus laderas.
Ganamos altura por pistas de arena de diferente compactado siempre rodeados de una densa vegetación típicamente mediterránea asentada sobre rocas arenosas donde predomina el alcornoque y, en menor grado encinas, pinos y el pino piñonero con su singular silueta en forma de parasol. Paisajes verdes todo el año de gran belleza, acentuada en aquellos lugares donde se llevan acciones de limpieza del sotobosque, dejando al descubierto la auténtica morfología de los paisajes de alcornocales. La extracción y transformación del corcho ocuparon mucha gente hasta las primeras décadas del siglo XX; en la actualidad esta actividad se ha reducido significativamente.
Pedaleando por la cresta que cierra la cuenca del agreste valle del Torrent de Canyet, pasamos cerca del lugar de Sant Baldiri. El conjunto de la casa rectoral y la ermita son fechadas por varios historiadores de los siglos XVII-XVIII. Entre la vegetación que nos rodea mientras avanzamos encontramos esparcidos, intermitentemente, grandes bloques de granito amontonados que parecen murallas de castillos o grandes tumbas megalíticas. Llegamos a Can Cabanyes de Montagut, lugar donde nos desviamos de la ruta para visitar el castillo de Montagut y Puig de les cadiretes, la cima más alta del macizo.
La subida al Castillo de Montagut es corta pero intensa. De la antigua fortaleza sólo se conserva la parte inferior de una torre de planta circular y parte del recinto amurallado. Del mismo permanece un muro septentrional que se adosa a la torre, con varias aspilleras y una pequeña puerta de acceso. Por el lado sur de la torre, también se conserva el arranque de un muro que correspondería a las estancias interiores. Es probable que se conserven más restos en el subsuelo. Por las características arquitectónicas que se conservan, se considera una obra de los siglos X-XI, y se piensa que en los siglos XIV-XV, el castillo sólo actuaba como torre de vigilancia. Las vistas desde este lugar son panorámicas sin límite por los cuatro costados.
Continuamos la ruta hasta el Puig de les Cadiretes, punto culminante del macizo. Los grandes bloques graníticos que se amontonan alrededor de la amplia cumbre rocosa nos permiten acceder a un vértice geodésico, un mirador de vistas más que espectaculares. Mirando hacia el sur, bajo nuestros pies, se despliega el valle de la Riera de la Tossa con el pueblo bien visible en su desembocadura. Cerrando la panorámica de mar hacia tierra vemos a diferentes distancias del punto de observación, la desembocadura del Tordera, Collserola detrás del Montnegre, Montserrat y Sierra del Obac al fondo del pasillo, el Montseny, relieves del Collsacabra como el Faro o de las Montañas de Rocacorba. Y completando este semicírculo imaginario hacia el norte, detrás de la Fosa de la Selva, los relieves nevados de un abanico de cumbres que van desde el Puigmal al Macizo del Canigó y, más cercanos, las sierras de Las Salinas, Alberes y Gavarres. Un espectáculo para disfrutar en calma y reflexionar sobre el concepto de distancia, ya que desde la cima estando repente la proximidad de la cantidad de relieves que mentalmente ubicamos mucho más lejos.
En el lugar más llano del Puig de Cadiretes, justo donde afloran grandes bloques de granito, había un poblado medieval de poco tamaño que aprovechaba para su defensa el escarpe natural del monte. Todavía se pueden ver muros de piedra seca que conforman diferentes ámbitos de planta cuadrangular y orientados muy variablemente aunque no se reconocen espacios de circulación (tipo calle) ni otros elementos constructivos o edificaciones como podrían ser iglesias, murallas o depósitos.
Deshacemos el camino hasta Can Cabanyes de Montagut. Se trata de una masía fortificada que actualmente está en ruinas, pero mantiene todavía gran parte de la muralla exterior de planta cuadrangular, la puerta de entrada de la muralla y vestigios de lo que podría haber sido una torre de defensa en el extremo este de la muralla. La masía en sí conserva parte de las paredes exteriores y los umbrales de entrada de las puertas. Justo al lado está la Piedra de los Sacrificios, una roca con insculturas hace 4000/5000 años ya su lado el paradolmen piramidal de Can Cabanyes.
Desde los restos de la antigua masía iniciamos un magnífico descenso por la cresta de la Muntanya d’en Bonet hasta el fondo del angosto valle de El Ridaura. El recorrido, rodeados por la densa vegetación de arroyo, es especialmente bello y relajante a la vez que nos aporta nuevas fuentes de conocimiento como son el descubrimiento de los Molinos del Ridaura. El establecimiento de estos molinos en el río Riudaura, algunos abandonados y engullidos por la vegetación, responde a la necesaria utilización tradicional que se había hecho del agua para hacer funcionar los molinos de grano. Destaca el Molí de Monner, un edificio industrial destinado a la producción de harina y actualmente en desuso. El conjunto edificado servía para almacenar la materia básica, el trigo, la transformación y la producción de la harina. Del conjunto del Molí de Can Moner destaca la chimenea de obra vista, que refleja la etapa de electrificación del molino.
A partir del Moner valle se ensancha. Enormes ejemplares de pino piñonero visten el camino de bellas postales paisajísticas. Enlazamos con la vía verde del Carrilet que seguimos íntegramente hasta el puerto de Sant Feliu de Guixols.
Diciembre de 2019
CENTROS DE INTERÉS
Sant Amanç. Sant Baldiri. Can Cabanyes de Montagut. Molins del Ridaura
RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
https://www.visitguixols.com/ca/
El descubrimiento del macizo, paisajes impresionantes de alcornoques, el magnífico valle de Ridaura o valle de Aro, Puig de les Cadiretes o las extensas panorámicas desde la cima son alicientes suficientes para escaparse para hacer esta ruta.
Atravesamos la población para ir a buscar el camino de la urbanización de Sant Amanç. Nos desviamos a la altura de la ermita del mismo nombre, un pequeño edificio con anteced... El corazón del macizo de Puig Cadiretes-l’Ardenya
El descubrimiento del macizo, paisajes impresionantes de alcornoques, el magnífico valle de Ridaura o valle de Aro, Puig de les Cadiretes o las extensas panorámicas desde la cima son alicientes suficientes para escaparse para hacer esta ruta.
Atravesamos la población para ir a buscar el camino de la urbanización de Sant Amanç. Nos desviamos a la altura de la ermita del mismo nombre, un pequeño edificio con antecedentes medievales bendecido el 1649. Pasada la urbanización de la Casa Nueva entramos de lleno en el Macizo de Cadiretes – l'Ardenya, caracterizado en este sector por un conjunto de formas características del modelado granítico, llamados domos, que afloran en las crestas desnudos de vegetación, verdaderos atalayas de formas graníticas redondeadas que contrastan con los frondosos bosques de corcho que se extienden por sus laderas.
Ganamos altura por pistas de arena de diferente compactado siempre rodeados de una densa vegetación típicamente mediterránea asentada sobre rocas arenosas donde predomina el alcornoque y, en menor grado encinas, pinos y el pino piñonero con su singular silueta en forma de parasol. Paisajes verdes todo el año de gran belleza, acentuada en aquellos lugares donde se llevan acciones de limpieza del sotobosque, dejando al descubierto la auténtica morfología de los paisajes de alcornocales. La extracción y transformación del corcho ocuparon mucha gente hasta las primeras décadas del siglo XX; en la actualidad esta actividad se ha reducido significativamente.
Pedaleando por la cresta que cierra la cuenca del agreste valle del Torrent de Canyet, pasamos cerca del lugar de Sant Baldiri. El conjunto de la casa rectoral y la ermita son fechadas por varios historiadores de los siglos XVII-XVIII. Entre la vegetación que nos rodea mientras avanzamos encontramos esparcidos, intermitentemente, grandes bloques de granito amontonados que parecen murallas de castillos o grandes tumbas megalíticas. Llegamos a Can Cabanyes de Montagut, lugar donde nos desviamos de la ruta para visitar el castillo de Montagut y Puig de les cadiretes, la cima más alta del macizo.
La subida al Castillo de Montagut es corta pero intensa. De la antigua fortaleza sólo se conserva la parte inferior de una torre de planta circular y parte del recinto amurallado. Del mismo permanece un muro septentrional que se adosa a la torre, con varias aspilleras y una pequeña puerta de acceso. Por el lado sur de la torre, también se conserva el arranque de un muro que correspondería a las estancias interiores. Es probable que se conserven más restos en el subsuelo. Por las características arquitectónicas que se conservan, se considera una obra de los siglos X-XI, y se piensa que en los siglos XIV-XV, el castillo sólo actuaba como torre de vigilancia. Las vistas desde este lugar son panorámicas sin límite por los cuatro costados.
Continuamos la ruta hasta el Puig de les Cadiretes, punto culminante del macizo. Los grandes bloques graníticos que se amontonan alrededor de la amplia cumbre rocosa nos permiten acceder a un vértice geodésico, un mirador de vistas más que espectaculares. Mirando hacia el sur, bajo nuestros pies, se despliega el valle de la Riera de la Tossa con el pueblo bien visible en su desembocadura. Cerrando la panorámica de mar hacia tierra vemos a diferentes distancias del punto de observación, la desembocadura del Tordera, Collserola detrás del Montnegre, Montserrat y Sierra del Obac al fondo del pasillo, el Montseny, relieves del Collsacabra como el Faro o de las Montañas de Rocacorba. Y completando este semicírculo imaginario hacia el norte, detrás de la Fosa de la Selva, los relieves nevados de un abanico de cumbres que van desde el Puigmal al Macizo del Canigó y, más cercanos, las sierras de Las Salinas, Alberes y Gavarres. Un espectáculo para disfrutar en calma y reflexionar sobre el concepto de distancia, ya que desde la cima estando repente la proximidad de la cantidad de relieves que mentalmente ubicamos mucho más lejos.
En el lugar más llano del Puig de Cadiretes, justo donde afloran grandes bloques de granito, había un poblado medieval de poco tamaño que aprovechaba para su defensa el escarpe natural del monte. Todavía se pueden ver muros de piedra seca que conforman diferentes ámbitos de planta cuadrangular y orientados muy variablemente aunque no se reconocen espacios de circulación (tipo calle) ni otros elementos constructivos o edificaciones como podrían ser iglesias, murallas o depósitos.
Deshacemos el camino hasta Can Cabanyes de Montagut. Se trata de una masía fortificada que actualmente está en ruinas, pero mantiene todavía gran parte de la muralla exterior de planta cuadrangular, la puerta de entrada de la muralla y vestigios de lo que podría haber sido una torre de defensa en el extremo este de la muralla. La masía en sí conserva parte de las paredes exteriores y los umbrales de entrada de las puertas. Justo al lado está la Piedra de los Sacrificios, una roca con insculturas hace 4000/5000 años ya su lado el paradolmen piramidal de Can Cabanyes.
Desde los restos de la antigua masía iniciamos un magnífico descenso por la cresta de la Muntanya d’en Bonet hasta el fondo del angosto valle de El Ridaura. El recorrido, rodeados por la densa vegetación de arroyo, es especialmente bello y relajante a la vez que nos aporta nuevas fuentes de conocimiento como son el descubrimiento de los Molinos del Ridaura. El establecimiento de estos molinos en el río Riudaura, algunos abandonados y engullidos por la vegetación, responde a la necesaria utilización tradicional que se había hecho del agua para hacer funcionar los molinos de grano. Destaca el Molí de Monner, un edificio industrial destinado a la producción de harina y actualmente en desuso. El conjunto edificado servía para almacenar la materia básica, el trigo, la transformación y la producción de la harina. Del conjunto del Molí de Can Moner destaca la chimenea de obra vista, que refleja la etapa de electrificación del molino.
A partir del Moner valle se ensancha. Enormes ejemplares de pino piñonero visten el camino de bellas postales paisajísticas. Enlazamos con la vía verde del Carrilet que seguimos íntegramente hasta el puerto de Sant Feliu de Guixols.
Diciembre de 2019
CENTROS DE INTERÉS
Sant Amanç. Sant Baldiri. Can Cabanyes de Montagut. Molins del Ridaura
RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
https://www.visitguixols.com/ca/