Alt Urgell AUR 046_Asnurri
Parc Natural de l'Alt Pirineu
Asnurri_Civís_Coll d’Ares_Coll de Lequell_Coll del Bony Moscater_Bordes de Conflent_Bordes de Civís_La Creu del Ras de Conques_Ars_Asnurri
Mapes Comarcals de Catalunya. Alt Urgell. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).
Resumen
Distancia:41 km
Desnivel:1720 m
Tiempo:4 h 15 min
Dificultad:media-difícil
Bordas, prados de guadaña y paisaje balsámico.
Una ruta que en sí misma es una experiencia sensorial y una fuente de conocimiento. Las bordas del Alt Urgell y los prados de siega son el reflejo de una antigua actividad ya perdida que muestran la ocupación humana de la alta montaña, navegar entre la frondosidad de los bosques de los valles de Santa Magdalena llenan de vida el alma del viajero y, finalmente, pedalear a más de dos mil metros por prados de alta montaña nos regala u... Bordas, prados de guadaña y paisaje balsámico.
Una ruta que en sí misma es una experiencia sensorial y una fuente de conocimiento. Las bordas del Alt Urgell y los prados de siega son el reflejo de una antigua actividad ya perdida que muestran la ocupación humana de la alta montaña, navegar entre la frondosidad de los bosques de los valles de Santa Magdalena llenan de vida el alma del viajero y, finalmente, pedalear a más de dos mil metros por prados de alta montaña nos regala unas vistas del entorno inolvidables.
Salimos por la parte alta del pueblo donde está la iglesia, originariamente románica, de Santa Eulalia de Asnurri. Continuamos por la carretera de Civís con la anchura justa para hacer más placentera la pedalada. Durante el trayecto pasamos por la antigua central de Civís ubicada justo a la salida del Grau de Civís que aprovechaba la fuerza del agua para producir electricidad. De hecho durante la evolución de la ruta podremos ver como la línea eléctrica que sube por el valle desde Sant Joan Fumat continúa pasando por collados y laderas de alta montaña hacia Os de Civís obligada por la especial situación geográfica de este pueblo, con el acceso principal por Andorra.
Pasado el congosto encontramos en un rellano entre montañas el pueblo de Civís, un pueblo de gran atractivo que había sido una villa amurallada. Continuamos por una pista de montaña que sube a Coll de Ares. El camino bien compactado hace que la progresión sobre la bicicleta sea placentero. Aparte del paisaje que se disfruta desde el mirador de Coll de Ares creado expresamente para este fin, hay interesantes elementos relacionados con el entorno inmediato. A nivel de paisaje podemos disfrutar del enclave de Civís rodeado de prados de siega con sus bordas ocupando las laderas de los relieves cercanos con alternancia de bosques caducifolios, de como el valle se hunde abruptamente hasta su confluencia con el valle de la Valira y más allá, cuando ésta confluye con el curso del Segre, de como se dibujan al contraluz las siluetas inconfundibles de las sierras del Cadí y Port de Comte.
Una mirada más cuidadosa advertirá también como la ocupación humana varía en función de los suelos de vegetación, que a su vez varían con la altitud. Los pueblos están en el piso montano, por debajo de los 1600 m. Tienen prados y bosques caducifolios alrededor. En el piso subalpino encontramos las bordas, edificios para guarda la hierba y el ganado al buen tiempo y rodeados de prados y bosques de coníferas. Puntualmente también podían ser habitadas. Más arriba, en el piso alpino, en el reino de los prados y las cumbres, hay cabañas de pastor, ordeñaderos y cercados de uso estrictamente estival. Así pues, con la altura el poblamiento empequeñece arquitectónicamente y acorta temporalmente.
Más elementos observables en Coll de Ares: al otro lado de la pista hay una losa que proveía de material para cubrir casas y bordas. De ahí que estas cubiertas de losas reciban el nombre de “llosat” o “llenats” al Pallars. También llegando al collado hay un bunker o nido de ametralladoras de los muchos que se construyeron por el régimen franquista después de la guerra civil en muchos lugares para hacer frente a una posible invasión que nunca se produjo.
Dejamos el collado continuando por la pista que baja a las Bordes del Prats y de Cortvassill para dejarla al poco por la pista que remonta hacia collado de Lequelle. Un conocedor del territorio identificará relieves como el Montsent de Pallars asoma detrás del Coll de la Maniga que separa los valles de Santa Magdalena, que tenemos a nuestros pies, de la de Vall Ferrera. Coll de Lequelle es un paraje de serena belleza desde donde contemplar los relieves pirenaicos ligeramente nevados del principado de Andorra. Continuem por un camino menos fresado que nos lleva al punto de inflexión de la ruta, el Coll de Bony Moscarter, un amplio collado de prados de alta montaña donde caballos y vacas pastan sin prisas o simplemente yacen plácidamente. Una bucólica estampa que invita a sentarse para disfrutar de la calma extrema reinante y cultivar el ejercicio de la introspección.
Seguimos la señalización esporádica de un sendero que lleva a las Bordas de Conflent, un camino que a menudo improvisamos campo a través hasta encontrar la pista, unos doscientos metros más abajo, que nos lleva hasta las cabañas, probablemente las más conocidas del alto Pirineo por la facilidad de acceso desde Os de Civís, un núcleo turístico por excelencia. Las bordas son construcciones de dos plantas: en la de arriba se almacena hierba para el ganado, que se encierra en la de abajo. Las bordas se amoldan a la pendiente del terreno de tal forma que en la parte anterior sobresale más que la posterior. A veces tienen una caseta al lado que servía de alojamiento. La planta superior también podía habilitarse para vivir el tiempo que el ganado estaba en la montaña, entre la primavera y el otoño. Las bordas son el reflejo de una actividad agrícola y ganadera no muy lejana en el tiempo que en la actualidad se ha perdido por el cambio de usos.
Nos dejamos caer río abajo, pasando por las Bordas de Jussà que junto con las Bordas de Sobirà forman el conjunto conocido como Bordes de Civís, hasta encontrar la pista que sube de la ermita de Santa Magdalena en el collado de la Creu de Ras de Conques. El silencio, sólo quebrado por el gorjeo de un pájaro, invade el alma, un espléndido abetal que seduce al viajero y los aromas de resina que penetran hasta todos los rincones del cerebro convierten este trayecto en un placentero viaje sensorial.
Al otro lado del collado se extiende el Ras de Conques, un lugar donde los prados de siega y los pequeños rebaños eran bastante comunes. Se dejaba crecer la hierba de los prados, a principios de verano se guadañaba para hacer forraje y se aprovechaba la tierra para hacer pastar el ganado hasta el otoño. El mantenimiento de un prado de siega es duro y poco rentable económicamente, lo que ha ocasionado su abandono. Algunos se han sustituido por pastos de ganadería extensiva que produce la disminución sustancial de la biodiversidad y el cambio de vegetación de las tierras. El paisaje actual del Ras de Conques es el reflejo de este proceso. En los prados pastan la vaca parda de los Pirineos, el caballo pirenaico catalán y la oveja xisqueta o pallaresa, todos ellos muy bien adaptados a la alta montaña.
Iniciamos el descenso al pueblo de Ars, primero en un plácido ambiente de prados de pasto inmensos pasamos por las Bordas del Ras de Conques y después cuando el río cae repentinamente el trayecto nos regala una vista aérea impagable del pueblo, el castillo que lo corona y el profundo valle que se abre a nuestros pies: tenemos ante nosotros una inmensa vista hacia las montañas del Pico Negro de Claror y el Monturull y, detrás valle, el Cadí.
Justo a la entrada del pueblo, es recomendable acercarse a la iglesia de Sant Martí de campanario circular, nos desviamos por una pista a la izquierda que nos lleva al sendero que nos conecta al despoblado de Ministrells y por pista a la carretera de Asnurri y al final de la ruta, un trayecto bellísimo por dentro el bosque y sobre la bicicleta prácticamente durante todo el trayecto.
Una ruta de cine con todos los alicientes para disfrutar plenamente de la BTT: caminos, senderos, paisaje y naturaleza balsámica y sobre todo, conocimiento del territorio.
Octubre de 2020
CENTROS DE INTERÉS
Santa Eulàlia d’Asnurri. Sant Romà de Civis. Bordes de Prats. Bordes de Conflent. Bordes de Jussà. Bordes de Ras de Conques. Sant Martí d’Ars. Sant Jaume de Ministrells.
RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
http://www.calpauet.com/ca
Una ruta que en sí misma es una experiencia sensorial y una fuente de conocimiento. Las bordas del Alt Urgell y los prados de siega son el reflejo de una antigua actividad ya perdida que muestran la ocupación humana de la alta montaña, navegar entre la frondosidad de los bosques de los valles de Santa Magdalena llenan de vida el alma del viajero y, finalmente, pedalear a más de dos mil metros por prados de alta montaña nos regala u... Bordas, prados de guadaña y paisaje balsámico.
Una ruta que en sí misma es una experiencia sensorial y una fuente de conocimiento. Las bordas del Alt Urgell y los prados de siega son el reflejo de una antigua actividad ya perdida que muestran la ocupación humana de la alta montaña, navegar entre la frondosidad de los bosques de los valles de Santa Magdalena llenan de vida el alma del viajero y, finalmente, pedalear a más de dos mil metros por prados de alta montaña nos regala unas vistas del entorno inolvidables.
Salimos por la parte alta del pueblo donde está la iglesia, originariamente románica, de Santa Eulalia de Asnurri. Continuamos por la carretera de Civís con la anchura justa para hacer más placentera la pedalada. Durante el trayecto pasamos por la antigua central de Civís ubicada justo a la salida del Grau de Civís que aprovechaba la fuerza del agua para producir electricidad. De hecho durante la evolución de la ruta podremos ver como la línea eléctrica que sube por el valle desde Sant Joan Fumat continúa pasando por collados y laderas de alta montaña hacia Os de Civís obligada por la especial situación geográfica de este pueblo, con el acceso principal por Andorra.
Pasado el congosto encontramos en un rellano entre montañas el pueblo de Civís, un pueblo de gran atractivo que había sido una villa amurallada. Continuamos por una pista de montaña que sube a Coll de Ares. El camino bien compactado hace que la progresión sobre la bicicleta sea placentero. Aparte del paisaje que se disfruta desde el mirador de Coll de Ares creado expresamente para este fin, hay interesantes elementos relacionados con el entorno inmediato. A nivel de paisaje podemos disfrutar del enclave de Civís rodeado de prados de siega con sus bordas ocupando las laderas de los relieves cercanos con alternancia de bosques caducifolios, de como el valle se hunde abruptamente hasta su confluencia con el valle de la Valira y más allá, cuando ésta confluye con el curso del Segre, de como se dibujan al contraluz las siluetas inconfundibles de las sierras del Cadí y Port de Comte.
Una mirada más cuidadosa advertirá también como la ocupación humana varía en función de los suelos de vegetación, que a su vez varían con la altitud. Los pueblos están en el piso montano, por debajo de los 1600 m. Tienen prados y bosques caducifolios alrededor. En el piso subalpino encontramos las bordas, edificios para guarda la hierba y el ganado al buen tiempo y rodeados de prados y bosques de coníferas. Puntualmente también podían ser habitadas. Más arriba, en el piso alpino, en el reino de los prados y las cumbres, hay cabañas de pastor, ordeñaderos y cercados de uso estrictamente estival. Así pues, con la altura el poblamiento empequeñece arquitectónicamente y acorta temporalmente.
Más elementos observables en Coll de Ares: al otro lado de la pista hay una losa que proveía de material para cubrir casas y bordas. De ahí que estas cubiertas de losas reciban el nombre de “llosat” o “llenats” al Pallars. También llegando al collado hay un bunker o nido de ametralladoras de los muchos que se construyeron por el régimen franquista después de la guerra civil en muchos lugares para hacer frente a una posible invasión que nunca se produjo.
Dejamos el collado continuando por la pista que baja a las Bordes del Prats y de Cortvassill para dejarla al poco por la pista que remonta hacia collado de Lequelle. Un conocedor del territorio identificará relieves como el Montsent de Pallars asoma detrás del Coll de la Maniga que separa los valles de Santa Magdalena, que tenemos a nuestros pies, de la de Vall Ferrera. Coll de Lequelle es un paraje de serena belleza desde donde contemplar los relieves pirenaicos ligeramente nevados del principado de Andorra. Continuem por un camino menos fresado que nos lleva al punto de inflexión de la ruta, el Coll de Bony Moscarter, un amplio collado de prados de alta montaña donde caballos y vacas pastan sin prisas o simplemente yacen plácidamente. Una bucólica estampa que invita a sentarse para disfrutar de la calma extrema reinante y cultivar el ejercicio de la introspección.
Seguimos la señalización esporádica de un sendero que lleva a las Bordas de Conflent, un camino que a menudo improvisamos campo a través hasta encontrar la pista, unos doscientos metros más abajo, que nos lleva hasta las cabañas, probablemente las más conocidas del alto Pirineo por la facilidad de acceso desde Os de Civís, un núcleo turístico por excelencia. Las bordas son construcciones de dos plantas: en la de arriba se almacena hierba para el ganado, que se encierra en la de abajo. Las bordas se amoldan a la pendiente del terreno de tal forma que en la parte anterior sobresale más que la posterior. A veces tienen una caseta al lado que servía de alojamiento. La planta superior también podía habilitarse para vivir el tiempo que el ganado estaba en la montaña, entre la primavera y el otoño. Las bordas son el reflejo de una actividad agrícola y ganadera no muy lejana en el tiempo que en la actualidad se ha perdido por el cambio de usos.
Nos dejamos caer río abajo, pasando por las Bordas de Jussà que junto con las Bordas de Sobirà forman el conjunto conocido como Bordes de Civís, hasta encontrar la pista que sube de la ermita de Santa Magdalena en el collado de la Creu de Ras de Conques. El silencio, sólo quebrado por el gorjeo de un pájaro, invade el alma, un espléndido abetal que seduce al viajero y los aromas de resina que penetran hasta todos los rincones del cerebro convierten este trayecto en un placentero viaje sensorial.
Al otro lado del collado se extiende el Ras de Conques, un lugar donde los prados de siega y los pequeños rebaños eran bastante comunes. Se dejaba crecer la hierba de los prados, a principios de verano se guadañaba para hacer forraje y se aprovechaba la tierra para hacer pastar el ganado hasta el otoño. El mantenimiento de un prado de siega es duro y poco rentable económicamente, lo que ha ocasionado su abandono. Algunos se han sustituido por pastos de ganadería extensiva que produce la disminución sustancial de la biodiversidad y el cambio de vegetación de las tierras. El paisaje actual del Ras de Conques es el reflejo de este proceso. En los prados pastan la vaca parda de los Pirineos, el caballo pirenaico catalán y la oveja xisqueta o pallaresa, todos ellos muy bien adaptados a la alta montaña.
Iniciamos el descenso al pueblo de Ars, primero en un plácido ambiente de prados de pasto inmensos pasamos por las Bordas del Ras de Conques y después cuando el río cae repentinamente el trayecto nos regala una vista aérea impagable del pueblo, el castillo que lo corona y el profundo valle que se abre a nuestros pies: tenemos ante nosotros una inmensa vista hacia las montañas del Pico Negro de Claror y el Monturull y, detrás valle, el Cadí.
Justo a la entrada del pueblo, es recomendable acercarse a la iglesia de Sant Martí de campanario circular, nos desviamos por una pista a la izquierda que nos lleva al sendero que nos conecta al despoblado de Ministrells y por pista a la carretera de Asnurri y al final de la ruta, un trayecto bellísimo por dentro el bosque y sobre la bicicleta prácticamente durante todo el trayecto.
Una ruta de cine con todos los alicientes para disfrutar plenamente de la BTT: caminos, senderos, paisaje y naturaleza balsámica y sobre todo, conocimiento del territorio.
Octubre de 2020
CENTROS DE INTERÉS
Santa Eulàlia d’Asnurri. Sant Romà de Civis. Bordes de Prats. Bordes de Conflent. Bordes de Jussà. Bordes de Ras de Conques. Sant Martí d’Ars. Sant Jaume de Ministrells.
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http://www.calpauet.com/ca