Pla de l`Estany PLE 003_Banyoles

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Estany de Banyoles. Serrat de Boquià. Serra de Pujarnol. Rocamirall. Serrat de Cal Gall

Banyoles — Usall — Serinyà — Collet de Guixeres — Sant Miquel de Campmajor — Sant Martí de Campmajor — Collet de Pujarnol — Colletó de cal Negre — Collet de can Gelada — Collet de l’Asprell — Banyoles
Mapes Comarcals de Catalunya. Pla de l’Estany. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).

Resumen

Distancia:41 km
Desnivel:1030 m
Tiempo:4 h 15 min
Dificultad:media-difícil

Del Estany de Banyoles al valle de Campmajor


Paseo junto al lago, grandes panorámicas de los relieves que se pueden ver desde el Pla, el descubrimiento de los valles del Ser y Campmajor y un recorrido indómito por los contrafuertes de Rocacorba son los alicientes paisajísticos que junto con los diferentes centros de interés hacen de esta ruta un viaje imprescindibles para los desconocedores del territorio que define el Pla de l'Estany

Las sensaciones de ...
Del Estany de Banyoles al valle de Campmajor


Paseo junto al lago, grandes panorámicas de los relieves que se pueden ver desde el Pla, el descubrimiento de los valles del Ser y Campmajor y un recorrido indómito por los contrafuertes de Rocacorba son los alicientes paisajísticos que junto con los diferentes centros de interés hacen de esta ruta un viaje imprescindibles para los desconocedores del territorio que define el Pla de l'Estany

Las sensaciones de quietud pedaleando junto a las quietas aguas de l’Estany de banyoles sólo se quiebran cuando algún palmípedo levanta el vuelo o los remeros que dibujan una estrella a golpe de remo. La imagen del azul del agua rodeada de las verdes montañas cercanas o del blanco nuclear que viste el Canigó al fondo dibuja una postal de gran belleza.

Dejamos la bucólica estampa al norte del lago tomando diversos caminos que nos llevan a Usall, núcleo de caseríos dispersos aglutinados por la antigua iglesia parroquial de Sant Cristòfol, románica (siglo XI), muy primitiva, similar a la de Mata, con campanario de espadaña. El lugar es mencionado ya en 1017, y era posesión del monasterio de Banyoles. Entre las masías de su término se destaca la finca de Can Traver, que se remonta al siglo XIII, un conjunto de diferentes edificios por donde pasamos antes de atravesar la carretera C-66. Navegamos por la meseta de Usall disfrutando de bonitas e intensas panorámicas de los relieves cercanos de las montañas de Rocacorba, Comanegre, Bassegoda y el Mont o detrás de estos, los relieves nevados que van desde el Puigmal al Canigó.

Antes de llegar a Serinyà pasamos antes por el Parque de las Cuevas de Serinyà, un conjunto de yacimientos prehistóricos del Paleolítico medio y superior formado por varios abrigos abiertos en un talud de roca travertínica, el escenario donde vivían los cazadores recolectores de la prehistoria y una visita imprescindible para conocer el paso del hombre de Neandertal al hombre moderno.

Entramos en el pueblo de Serinyà por una entrada que da directamente a la plaza donde está la iglesia de Sant Andreu, un bello templo románico del siglo XII de una sola nave acabada con un ábside semicircular. Está construido con sillares de travertino de Espolla y sillares de piedra arenisca. Sobre la fachada principal se alza el campanario, una torre de planta cuadrada con dos aberturas de medio punto a cada lado. En el interior se conserva una cruz procesional de plata.

Dejamos el pueblo y nos adentramos en el valle del Ser que poco a poco se estrecha hasta engullirnosse. Un tramo donde el río pasa encajado y que hay que atravesar varias veces y que en época de lluvias, hacía una semana del temporal Gloria, puede ser complicado atravesar. Inmersos en la fuerza que desprende el río después de una riada salimos de este pequeño desfiladero y dejamos su curso que sigue deambulando por las laderas de la Serra del Torn. Enfilamos hacia el Collet de Guixeres, paso obligado para ir al valle de Campmajor, un oasis de calma que empapa el alma de silencio.

Cruzamos el valle río arriba en dirección a los relieves del Monte de Rocacorba que cierran el valle en un ambiente de una gran placidez y tranquilidad pasando por Sant Miquel, Santa Quiteria, Sant Martí de Campmajor y el potente caserío de Can Brugada.


Dejamos el valle por el camino de Rocacorba que se adentra en un frondoso encinar que de vez en cuando nos deja ver el Canigó. Cómoda subida hasta el Collet de Pujarnol y desde aquí por asfalto el Colletó de cal Negre, donde tomamos una pista que poco a poco se desdibuja convirtiéndose en, prácticamente, un sendero. Es el inicio del tramo de retorno a Banyoles. Navegamos por parajes solitarios que de vez en cuando nos dejan disfrutar de la cima del Rocacorba o el valle de Biert. Un trayecto entretenido que, como decíamos, a veces parece engullido por los encinares que devoran los caminos que no se usan haciendo la bajada, conjuntamente con un par de subidas sorpresa, cortas pero intensas, más lenta de lo que cabría esperar.

El descenso nos deja cerca de Can Piguems, masía situada en el vecindario de Sant Maurici con torre de defensa y patio amurallado. El llano relaja las tensiones musculares de las incomodidades de la bajada y la calma se apodera nuevamente del viajero, sobre todo cuando acabamos la ruta pedaleando nuevamente junto a las aguas del lago.

Enero de 2020

CENTROS DE INTERÉS
Sant Cristòfol d’Usall. Can Traver. Parc de les Coves de Serinyà. Sant Andreu de Serinyà. Pont romànic de can Prat. Sant Miquel de Campmajor. Santa Quiteria. Can Piguem. Balneari de la Puda

RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
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