Noguera NOG 024_Ribelles
Serrat de Santes Creu. Altiplà del Baix Solsonès. Serrat de Balaguer
Ribelles — Vilanova de l’Aguda — Santes Creus — Sallent — Ribelles
Mapes Comarcals de Catalunya. Noguera. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).
Resumen
Distancia:36 km
Desnivel:680 m
Tiempo:3 h 15 min
Dificultad:media
Castillos de Valldàries y Sallent
Pedalear por un territorio que fue frontera durante la época de la Marca Hispánica siempre depara descubrimientos importantes de lugares estratégicos de defensa del territorio entre la llanura de Lleida y los Pirineos. Los restos de los antiguos castillos de Valldàries y Sallent son un buen ejemplo de ello. Por otra parte siempre es placentero recorrer en bicicleta lugares de extrema soledad a pesar de que en un pasado no tan lejano fueron tier... Castillos de Valldàries y Sallent
Pedalear por un territorio que fue frontera durante la época de la Marca Hispánica siempre depara descubrimientos importantes de lugares estratégicos de defensa del territorio entre la llanura de Lleida y los Pirineos. Los restos de los antiguos castillos de Valldàries y Sallent son un buen ejemplo de ello. Por otra parte siempre es placentero recorrer en bicicleta lugares de extrema soledad a pesar de que en un pasado no tan lejano fueron tierras de paso muy frecuentadas.
Dejamos Ribelles en dirección norte siguiendo las indicaciones de las masías de la Falconera y el Bancal. Dejamos a la derecha la masía la Falconera coronando un resalte rocoso. Por debajo, aprovechando la cueva de la misma roca, podemos admirar el cercado edificado con muros de piedra seca.
Bajada ràpida en dirección a la masía el Bancal. Cuando alcanzamos la cresta nos dejamos caer hacia el Barranco de Botines. Pedaleamos cómodamente por un boscoso valle en el que aparecen intermitentemente bloques de roca de volumen considerable que parecen grandes monumentos megalíticos esparcidos por el paisaje.
Llegamos a Vilanova de la Aguda. Accedemos por un gran portal de entrada, de arco redondo, adovelado, situado al borde del margen rocoso donde se asienta el pueblo. Éste y otros indicios de muros indican que la población había sido primitivamente amurallada. Cruzamos la calle Mayor cruzada por callejuelas secundarias con un paso cubierto de arco apuntado de gran belleza.
Nos adentramos en el valle de Vilanova de la Aguda de morfología singular ya que se trata de un valle alargado rodeado de pequeñas lomas que, a vista de pájaro, le dan forma de herradura.
Navegamos en medio del valle hasta encontrar la pista que sube hacia la ermita de Sant Miquel de Valldaries, centro religioso de la parte alta del municipio de Vilanova de la Aguda conocida como “La Vall”. Era la iglesia del castillo de la Aguda cuando éste era de Arnau Mir de Tost. Es un edificio de una nave que ha sido profundamente transformada. Fruto de las reformas profundas que ha sufrido el edificio existe la singularidad de un campanario de espadaña construido encima mismo del punto de unión entre la nave y el ábside. Tanto las características constructivas como la ornamentación absidal, sitúan a esta iglesia como una obra característica de la arquitectura del siglo XI, fiel a las fórmulas lombardas.
Del castillo de la Aguda, junto a la iglesia, sólo queda un montón de escombros, piedras y fragmentos de muro. Según lo que recuerda la gente, debía ser un edificio grande, similar a otras construcciones de la comarca como la torre de Alòs o la de Sant Oïsme.
Seguimos cresta arriba hacia el punto de inflexión de las sierras que cierran el valle coincidente con la curvatura de esta herradura imaginaria y la cima donde se ubica la ermita románica de Santes Creus de Bordell, elevada a 728 m. Llegamos a la cima por un sendero sin muchas dificultades técnicas que pasa por la Cruz de los Ladrones, un monumento que conmemora un suceso ocurrido hace años, cuando unos ladrones fueron a robar en una casa de la zona y huyendo del Somatén perdieron la vida en ese lugar. En las cuatro caras de la base de la cruz está esculpido el relato de lo que paso. Desde la ermita tenemos una magnífica panorámica del valle de Vilanova y en un día claro podemos llegar a avistar la Seu Vella de Lleida. Hacia el norte se hacen visibles la llanura de Oliana y las sierras de Aubenc y Turp
Nos dejamos caer por la meseta sobre el valle del Llobregós hacia el último objetivo de la ruta: Sallent. Navegamos por un paisaje que combina campos y bosques, pequeñas hondonadas y crestas normalmente coronadas por una masía, la mayoría grandes caserones deshabitados fruto del éxodo rural a mediados del siglo XX. Masías como la de Can Huguet, una casa con reminiscencias de casa fortificada con una ermita adosada, todavía habitada pero con una dejadez importante.
La soledad del paisaje que nos rodea contrasta con el pasado no tan lejano de la zona: este territorio era tierra de paso como lo evidencia el camino real que va desde Solsona a Ponts o el camino ganadero que conecta la montaña con la llanura de Lleida, ambos pasan por la ermita de Santes Creus; más datos, en la zona había tres hostales, el del Bancal, el de Bordell y el de Les Petges que ofrecían parada y avituallamiento a los visitantes y agua para el ganado. De hecho, hasta principios del siglo XX, en la zona del Bancal se celebraba una de las ferias ganaderas más importantes de la comarca y casi todas las casas tenían un rebaño más o menos grande de ovejas que a la vez mantenían a raya el sotobosque.
Llegamos enlazando diferentes pistas a Sallent. La pista nos deja en la era donde se encuentra la nueva iglesia parroquial de Sallent que se construyó en 1925, la vieja estaba muy dañada, adosada a la fachada de poniente de la rectoría que fue la casa de los Señores de Sallent, feudatarios del obispo de Urgell. Actualmente la iglesia vieja está restaurada y protegida en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña. Entre ambos edificios encontramos la torre de defensa del antiguo castillo. Se mantiene de pie sólo la mitad norte. Formaba parte de un recinto fortificado, como dejan patente los restos de muralla, que era un punto estratégico para la defensa del territorio en torno a la denominada Marca Hispánica.
Continuamos la ruta por asfalto hasta cerca de Sanaüja donde nos desviamos a la derecha por el camino de la Falconera que va ganando altura lentamente entre campos afianzados por bonitos muros de piedra seca construidos con sillares que merecerían formar parte de las murallas de un castillo. Llegamos a un collado desde donde ya divisamos hacia el sur la silueta de Ribelles, continuando hasta la Falconera y de aquí de nuevo a Ribelles
Septiembre de 2019
CENTROS DE INTERÉS
Sant Miquel de Valldàries. Cruz de los Ladrones. Santes Creus de Bordell. Sant Jaume de Sallent. Torre de defensa de Sallent.
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
https://www.femturisme.cat/es/comarcas/la-noguera
Pedalear por un territorio que fue frontera durante la época de la Marca Hispánica siempre depara descubrimientos importantes de lugares estratégicos de defensa del territorio entre la llanura de Lleida y los Pirineos. Los restos de los antiguos castillos de Valldàries y Sallent son un buen ejemplo de ello. Por otra parte siempre es placentero recorrer en bicicleta lugares de extrema soledad a pesar de que en un pasado no tan lejano fueron tier... Castillos de Valldàries y Sallent
Pedalear por un territorio que fue frontera durante la época de la Marca Hispánica siempre depara descubrimientos importantes de lugares estratégicos de defensa del territorio entre la llanura de Lleida y los Pirineos. Los restos de los antiguos castillos de Valldàries y Sallent son un buen ejemplo de ello. Por otra parte siempre es placentero recorrer en bicicleta lugares de extrema soledad a pesar de que en un pasado no tan lejano fueron tierras de paso muy frecuentadas.
Dejamos Ribelles en dirección norte siguiendo las indicaciones de las masías de la Falconera y el Bancal. Dejamos a la derecha la masía la Falconera coronando un resalte rocoso. Por debajo, aprovechando la cueva de la misma roca, podemos admirar el cercado edificado con muros de piedra seca.
Bajada ràpida en dirección a la masía el Bancal. Cuando alcanzamos la cresta nos dejamos caer hacia el Barranco de Botines. Pedaleamos cómodamente por un boscoso valle en el que aparecen intermitentemente bloques de roca de volumen considerable que parecen grandes monumentos megalíticos esparcidos por el paisaje.
Llegamos a Vilanova de la Aguda. Accedemos por un gran portal de entrada, de arco redondo, adovelado, situado al borde del margen rocoso donde se asienta el pueblo. Éste y otros indicios de muros indican que la población había sido primitivamente amurallada. Cruzamos la calle Mayor cruzada por callejuelas secundarias con un paso cubierto de arco apuntado de gran belleza.
Nos adentramos en el valle de Vilanova de la Aguda de morfología singular ya que se trata de un valle alargado rodeado de pequeñas lomas que, a vista de pájaro, le dan forma de herradura.
Navegamos en medio del valle hasta encontrar la pista que sube hacia la ermita de Sant Miquel de Valldaries, centro religioso de la parte alta del municipio de Vilanova de la Aguda conocida como “La Vall”. Era la iglesia del castillo de la Aguda cuando éste era de Arnau Mir de Tost. Es un edificio de una nave que ha sido profundamente transformada. Fruto de las reformas profundas que ha sufrido el edificio existe la singularidad de un campanario de espadaña construido encima mismo del punto de unión entre la nave y el ábside. Tanto las características constructivas como la ornamentación absidal, sitúan a esta iglesia como una obra característica de la arquitectura del siglo XI, fiel a las fórmulas lombardas.
Del castillo de la Aguda, junto a la iglesia, sólo queda un montón de escombros, piedras y fragmentos de muro. Según lo que recuerda la gente, debía ser un edificio grande, similar a otras construcciones de la comarca como la torre de Alòs o la de Sant Oïsme.
Seguimos cresta arriba hacia el punto de inflexión de las sierras que cierran el valle coincidente con la curvatura de esta herradura imaginaria y la cima donde se ubica la ermita románica de Santes Creus de Bordell, elevada a 728 m. Llegamos a la cima por un sendero sin muchas dificultades técnicas que pasa por la Cruz de los Ladrones, un monumento que conmemora un suceso ocurrido hace años, cuando unos ladrones fueron a robar en una casa de la zona y huyendo del Somatén perdieron la vida en ese lugar. En las cuatro caras de la base de la cruz está esculpido el relato de lo que paso. Desde la ermita tenemos una magnífica panorámica del valle de Vilanova y en un día claro podemos llegar a avistar la Seu Vella de Lleida. Hacia el norte se hacen visibles la llanura de Oliana y las sierras de Aubenc y Turp
Nos dejamos caer por la meseta sobre el valle del Llobregós hacia el último objetivo de la ruta: Sallent. Navegamos por un paisaje que combina campos y bosques, pequeñas hondonadas y crestas normalmente coronadas por una masía, la mayoría grandes caserones deshabitados fruto del éxodo rural a mediados del siglo XX. Masías como la de Can Huguet, una casa con reminiscencias de casa fortificada con una ermita adosada, todavía habitada pero con una dejadez importante.
La soledad del paisaje que nos rodea contrasta con el pasado no tan lejano de la zona: este territorio era tierra de paso como lo evidencia el camino real que va desde Solsona a Ponts o el camino ganadero que conecta la montaña con la llanura de Lleida, ambos pasan por la ermita de Santes Creus; más datos, en la zona había tres hostales, el del Bancal, el de Bordell y el de Les Petges que ofrecían parada y avituallamiento a los visitantes y agua para el ganado. De hecho, hasta principios del siglo XX, en la zona del Bancal se celebraba una de las ferias ganaderas más importantes de la comarca y casi todas las casas tenían un rebaño más o menos grande de ovejas que a la vez mantenían a raya el sotobosque.
Llegamos enlazando diferentes pistas a Sallent. La pista nos deja en la era donde se encuentra la nueva iglesia parroquial de Sallent que se construyó en 1925, la vieja estaba muy dañada, adosada a la fachada de poniente de la rectoría que fue la casa de los Señores de Sallent, feudatarios del obispo de Urgell. Actualmente la iglesia vieja está restaurada y protegida en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña. Entre ambos edificios encontramos la torre de defensa del antiguo castillo. Se mantiene de pie sólo la mitad norte. Formaba parte de un recinto fortificado, como dejan patente los restos de muralla, que era un punto estratégico para la defensa del territorio en torno a la denominada Marca Hispánica.
Continuamos la ruta por asfalto hasta cerca de Sanaüja donde nos desviamos a la derecha por el camino de la Falconera que va ganando altura lentamente entre campos afianzados por bonitos muros de piedra seca construidos con sillares que merecerían formar parte de las murallas de un castillo. Llegamos a un collado desde donde ya divisamos hacia el sur la silueta de Ribelles, continuando hasta la Falconera y de aquí de nuevo a Ribelles
Septiembre de 2019
CENTROS DE INTERÉS
Sant Miquel de Valldàries. Cruz de los Ladrones. Santes Creus de Bordell. Sant Jaume de Sallent. Torre de defensa de Sallent.
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
https://www.femturisme.cat/es/comarcas/la-noguera