Moianès MOI 016_Moia
Serra de Vilarjoan. Serrat de la Tirolena. Serra de Santa Magdalena
Moia — Calders — Moia
El Moianès. 1:30.000. Editorial Piolet.
Resumen
Distancia:37 km
Desnivel:820 m
Tiempo:3 h 30 min
Dificultad:media-difícil
Ruta de contacto
MOI 003_Moia
MOI 007_Moia
MOI 010_Calders
MOI 001_Moià
BAG 058_Artès
Castillo de Calders
Aparte del interesante objetivo de la ruta, el Castillo de Calders, la ruta nos ofrece un preciado viaje que nos descubre la esencia y morfología de la meseta del Moianes cuando éste desciende hacia la Conca del Llobregat; un paisaje caracterizado por valles profundos y repentinos con riscales que los festejan, aunque a menudo la vegetación esconde. Destaca la belleza del valle de la Riera de la Golarda o de Marfà, sinónimo de lo que sería el curso medio de ... Castillo de Calders
Aparte del interesante objetivo de la ruta, el Castillo de Calders, la ruta nos ofrece un preciado viaje que nos descubre la esencia y morfología de la meseta del Moianes cuando éste desciende hacia la Conca del Llobregat; un paisaje caracterizado por valles profundos y repentinos con riscales que los festejan, aunque a menudo la vegetación esconde. Destaca la belleza del valle de la Riera de la Golarda o de Marfà, sinónimo de lo que sería el curso medio de la Riera de Calders, el eje vertebrador de la comarca.
Marchamos de la Villa de Moia por la histórica calle de Sant Sebastià que nació a partir del siglo XVI en el camino real de Manresa a Vic, tamibén llamado "raval de dalt" y donde se instaló gente aposentada y de oficio: relojeros, vinateros, herreros... Saliendo de la población, en el lugar conocido como Les Espedroses, continuamos por el camino real hasta el Puente de la Riera de l’Om. Atravesamos la carretera y subimos por una pista hacia las vistas de Moia; disfrutamos de la bella estampa de la icónica silueta de la villa coronada por su campanario con el Montseny de fondo, al otro lado de la meseta.
Continuamos por la buena pista que desciende ligeramente hacia la masía de Vilarjoan, una edificación con estructura setecentista donde destaca la gran fachada con una galería porticada (porche y galería fueron sobrepuestas a la fachada primitiva) y una torre circular que servía de depósito de agua. A partir de la masía caemos por un bonito camino rodeado de robles y pino carrasco hacia la Riera de l’Om. Hacemos una rápida remontada hasta los restos de la masía Sabruneta o Solà de Sabruneta de la que se tienen referencias, como mínimo, desde el s. XIV y que estuvo habitado hasta mediados del s. XIX.
Dejamos la pista que cae hacia el valle y nos adentramos en el bosque por un sendero que es pura delicia para realizar en bicicleta. Por el camino se intuyen antiguos bancales bajo el sotobosque, sediento por la falta de lluvias, y antiguas barracas de piedra seca que reafirman tímidamente sus formas redondeadas entre la decadente vegetación, reflejos ambos que perduran bajo la patina arbustiva y ponen de relieve el esfuerzo de nuestros antepasados por sacar adelante una economía rural, actualmente en desuso.
Salimos a la pista que remonta por la Sierra Tirolena desde el fondo del valle de la Riera de l’Om y que atravesamos para enlazar con el camino que nos deja cerca de la masía y ermita de Sant Amanç (opcionalmente se puede recortar la ruta bajando hacia el valle para conectar con el tramo de regreso). Continuamos por un camino rural a las vistas del núcleo de Calders, lugar al que nos dirigimos. En el pueblo dos elementos imprescindibles que bien valen una ojeada: el edificio parroquial de Sant Vicenç Mártir, con restos de la primitiva iglesia del s. XII representados en el primer tramo del actual templo, y los restos de una antigua casa medieval coronando el Puig, un mirador de primer orden.
Vamos hacia el objetivo principal de la ruta, el castillo de Calders. Iniciamos este trajecto a las afueras del pueblo, en el punto donde hay una Creu de Terme que antiguamente servía para marcar el cruce del camino real de Vic a Manresa con el de Artés. Una pista que se convierte en un senderó más tarde nos conduce hacia el Mirador del Castell. Un lugar inmejorable para captar la singular silueta cónica de la colina coronada por los restos del antiguo castillo presidiendo un antiguo meandro del Calders que lo rodea. Se trata de un conjunto medieval mayoritariamente del siglo XI formado por la torre maestra de planta circular, una muralla perimetral, una construcción posterior y los restos de la capilla del castillo, Santa Maria del Castell de Calders.
Bajamos a la base de la colina por un sendero con algún tramo más técnico —si se prefiere también se puede hacer por pista— desde donde remontamos hasta los restos del castillo, una visita recomendable para conocer de primera mano la historia del simbólico conjunto a través de un panel informativo. Deshacemos el camino continuando la ruta por el margen derecho de la riera combinando una buena pista que tiene continuidad con un bonito sendero. El sendero continúa al otro lado de la carretera, que atravesamos para enlazar con el camino rural asfaltado de la Paissa. Pasada una cantera se termina el asfalto. Dejamos a la derecha el desvío de la Coma y subimos momentáneamente por la cresta del Serrat de la Tirolena. Continuamos por una nueva pista que marcha hacia el espectacular Salto de la Coma, atraviesa la riera, sin agua, y sube por un tramo empinado hacia el Serrat de Baiones.
Una vez en la parte alta dejamos esta pista por una que baja momentáneamente y marcha a media altura entre el valle de Marfa y las sierras de Santa Magdalena y Montbrú, hasta Moià. Durante el trayecto dos elementos destacables de este magnífico y precioso valle que podemos ver cuando la vegetación lo permite: los Gorgs Blaus y la ermita y masía que lo bautiza, ubicades sobre el riscal que el río ha cortado a base de dedicación y tiempo.
Abril de 2023
CENTROS DE INTERÉS
Sant Amanç. Sant Vicenç Màrtir de Calders. Casa Medieval del Puig. Castell de Calders.
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
http://moianesturisme.cat/es/
Aparte del interesante objetivo de la ruta, el Castillo de Calders, la ruta nos ofrece un preciado viaje que nos descubre la esencia y morfología de la meseta del Moianes cuando éste desciende hacia la Conca del Llobregat; un paisaje caracterizado por valles profundos y repentinos con riscales que los festejan, aunque a menudo la vegetación esconde. Destaca la belleza del valle de la Riera de la Golarda o de Marfà, sinónimo de lo que sería el curso medio de ... Castillo de Calders
Aparte del interesante objetivo de la ruta, el Castillo de Calders, la ruta nos ofrece un preciado viaje que nos descubre la esencia y morfología de la meseta del Moianes cuando éste desciende hacia la Conca del Llobregat; un paisaje caracterizado por valles profundos y repentinos con riscales que los festejan, aunque a menudo la vegetación esconde. Destaca la belleza del valle de la Riera de la Golarda o de Marfà, sinónimo de lo que sería el curso medio de la Riera de Calders, el eje vertebrador de la comarca.
Marchamos de la Villa de Moia por la histórica calle de Sant Sebastià que nació a partir del siglo XVI en el camino real de Manresa a Vic, tamibén llamado "raval de dalt" y donde se instaló gente aposentada y de oficio: relojeros, vinateros, herreros... Saliendo de la población, en el lugar conocido como Les Espedroses, continuamos por el camino real hasta el Puente de la Riera de l’Om. Atravesamos la carretera y subimos por una pista hacia las vistas de Moia; disfrutamos de la bella estampa de la icónica silueta de la villa coronada por su campanario con el Montseny de fondo, al otro lado de la meseta.
Continuamos por la buena pista que desciende ligeramente hacia la masía de Vilarjoan, una edificación con estructura setecentista donde destaca la gran fachada con una galería porticada (porche y galería fueron sobrepuestas a la fachada primitiva) y una torre circular que servía de depósito de agua. A partir de la masía caemos por un bonito camino rodeado de robles y pino carrasco hacia la Riera de l’Om. Hacemos una rápida remontada hasta los restos de la masía Sabruneta o Solà de Sabruneta de la que se tienen referencias, como mínimo, desde el s. XIV y que estuvo habitado hasta mediados del s. XIX.
Dejamos la pista que cae hacia el valle y nos adentramos en el bosque por un sendero que es pura delicia para realizar en bicicleta. Por el camino se intuyen antiguos bancales bajo el sotobosque, sediento por la falta de lluvias, y antiguas barracas de piedra seca que reafirman tímidamente sus formas redondeadas entre la decadente vegetación, reflejos ambos que perduran bajo la patina arbustiva y ponen de relieve el esfuerzo de nuestros antepasados por sacar adelante una economía rural, actualmente en desuso.
Salimos a la pista que remonta por la Sierra Tirolena desde el fondo del valle de la Riera de l’Om y que atravesamos para enlazar con el camino que nos deja cerca de la masía y ermita de Sant Amanç (opcionalmente se puede recortar la ruta bajando hacia el valle para conectar con el tramo de regreso). Continuamos por un camino rural a las vistas del núcleo de Calders, lugar al que nos dirigimos. En el pueblo dos elementos imprescindibles que bien valen una ojeada: el edificio parroquial de Sant Vicenç Mártir, con restos de la primitiva iglesia del s. XII representados en el primer tramo del actual templo, y los restos de una antigua casa medieval coronando el Puig, un mirador de primer orden.
Vamos hacia el objetivo principal de la ruta, el castillo de Calders. Iniciamos este trajecto a las afueras del pueblo, en el punto donde hay una Creu de Terme que antiguamente servía para marcar el cruce del camino real de Vic a Manresa con el de Artés. Una pista que se convierte en un senderó más tarde nos conduce hacia el Mirador del Castell. Un lugar inmejorable para captar la singular silueta cónica de la colina coronada por los restos del antiguo castillo presidiendo un antiguo meandro del Calders que lo rodea. Se trata de un conjunto medieval mayoritariamente del siglo XI formado por la torre maestra de planta circular, una muralla perimetral, una construcción posterior y los restos de la capilla del castillo, Santa Maria del Castell de Calders.
Bajamos a la base de la colina por un sendero con algún tramo más técnico —si se prefiere también se puede hacer por pista— desde donde remontamos hasta los restos del castillo, una visita recomendable para conocer de primera mano la historia del simbólico conjunto a través de un panel informativo. Deshacemos el camino continuando la ruta por el margen derecho de la riera combinando una buena pista que tiene continuidad con un bonito sendero. El sendero continúa al otro lado de la carretera, que atravesamos para enlazar con el camino rural asfaltado de la Paissa. Pasada una cantera se termina el asfalto. Dejamos a la derecha el desvío de la Coma y subimos momentáneamente por la cresta del Serrat de la Tirolena. Continuamos por una nueva pista que marcha hacia el espectacular Salto de la Coma, atraviesa la riera, sin agua, y sube por un tramo empinado hacia el Serrat de Baiones.
Una vez en la parte alta dejamos esta pista por una que baja momentáneamente y marcha a media altura entre el valle de Marfa y las sierras de Santa Magdalena y Montbrú, hasta Moià. Durante el trayecto dos elementos destacables de este magnífico y precioso valle que podemos ver cuando la vegetación lo permite: los Gorgs Blaus y la ermita y masía que lo bautiza, ubicades sobre el riscal que el río ha cortado a base de dedicación y tiempo.
Abril de 2023
CENTROS DE INTERÉS
Sant Amanç. Sant Vicenç Màrtir de Calders. Casa Medieval del Puig. Castell de Calders.
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
http://moianesturisme.cat/es/