Segarra SEG 012_Cervera
Plans de Sió. Plans de l’Aranyó.
Cervera – La Curullada – Tordera – El Canós:L’Aranyó – Montcortès de Segarra – La Cardosa – Cervera
Mapes Comarcals de Catalunya. Segarra. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC
Resumen
Distancia:23 km
Desnivel:290 m
Tiempo:2 h 0 min
Dificultad:fácil
Ruta de contacto
SEG 004_Cervera
SEG 011_Cervera
SEG 013_Cervera
URG 010_Tàrrega
El Coloso de Sió.
Así se conoce también el castillo de Montcortès, un edificio con dos torres gemelas imponentes, fruto de la renovación que lo convirtió en un palacio fortificado. La ruta nos descubre también otros castillos de interés, como el de Curullada o el de L?Aranyó, donde nació el escritor Manuel de Pedrolo. Todo ello sin sufrir, apta para todos.
Salimos de Cervera por la bonita calle Mayor, llena de casas nobles, que desemboca en la plaza de la... El Coloso de Sió.
Así se conoce también el castillo de Montcortès, un edificio con dos torres gemelas imponentes, fruto de la renovación que lo convirtió en un palacio fortificado. La ruta nos descubre también otros castillos de interés, como el de Curullada o el de L’Aranyó, donde nació el escritor Manuel de Pedrolo. Todo ello sin sufrir, apta para todos.
Salimos de Cervera por la bonita calle Mayor, llena de casas nobles, que desemboca en la plaza de la Paeria, edificio que tiene tres balcones soportados por ménsulas que representan personajes del mercado, los cinco sentidos y figuras relacionadas con la prisión.
Dejamos la antigua villa cerrada por uno de los portales de acceso que nos conduce extramuros y nos baja al fondo del valle por donde se mueve lentamente el río Ondara. Pasamos por la ermita de Sant Pere el Gros, uno de los mejores ejemplares de la arquitectura medieval catalana que adoptan la tipología de nave con planta circular, y también por la dañada ermita de Santa Magdalena.
Pedaleamos por el estrecho valle hasta que subimos hacia la Curullada, donde nos sorprende positivamente su castillo, totalmente reformado por un millonario libio que lo ha restaurado y reconstruido siguiendo la traza con fidelidad y aprovechando los restos que quedaban y varios elementos que se encontraban dispersos.
Nuevamente en el altiplano de la Segarra nos espera un placentero recorrido entre campos que en esta época del año, irrigados por las lluvias primaverales, adquieren un intenso tono verde que se recorta en un límpido cielo azul que se despliega por un horizonte que parece no tener fin.
Abducidos por este inmenso paisaje pasamos por pequeños enclaves, antiguas villas cerradas que tienen su origen en antiguos castillos o torres de vigilancia y defensa construidos para hacer frente a los ataques sarracenos durante la reconquista de los contados catalanes, como El Canòs o L’Aranyó.
Llegando a L’Aranyó destacan las imponentes siluetas del castillo del pueblo y el de Montcortès, que sobresale sobre la extensa superficie llana que nos rodea. Ambas fortificaciones, muy próximas la una de la otra, vistas de lejos parece que mantengan una pugna para ver cuál de las dos era más grande.
Casi tocando a L’Aranyó nos resulta chocante encontrar dos curiosos bloques de roca enormes que sobresalen de la nada conocidos como los Pajares de Piedra. Técnicamente se trata de un fenómeno de erosión diferencial, pero antropológicamente las cosas tienen otro sentido, porque el hecho de que parezcan dos pajares hace siglos que ha hecho volar la imaginación. Según la leyenda más extendida, una maldición que profirió un ocasional a los propietarios por no quererlo acoger convirtió la paja en piedra.
El castillo de L’Aranyó forma un bloque macizo de grandes proporciones, reconstruido sobre una antigua fortaleza, de planta poligonal y con una torre cuadrada de grandes proporciones que es el elemento más antiguo del conjunto. En el siglo XIX fue propiedad de los Pedrolo-Gomar, familia del escritor catalán Manuel de Pedrolo, que nació en este castillo en 1918.
Salimos por uno de los portales de la antigua villa cerrada hacia el próximo objetivo, el castillo de Montcortès, muy cerca. A medio camino hay unos columbarios, construcciones funerarias de época romana donde se depositaban las urnas con las cenizas de los difuntos. Hay que decir que en la obra Catalunya Romànica (XXIV, 440) se considera que estas excavaciones en la roca, con un pequeño resalte que servía para colocar la tapa, tienen más que ver con la apicultura y son más tardías.
El Castillo de Montcortès, conocido como el Coloso de Sió, está documentado en el siglo XI en el testamento del caballero Guillem Isarn de Trevics. Como muchos otros castillos de frontera, en las postrimerías del siglo XV fue reformado y sustituido por el edificio que hoy podemos contemplar, impresionante por su grandiosidad y elegancia.
La obra del nuevo castillo dio como resultado una magnífica fortaleza de planta rectangular con dos torres gemelas, con una gran portada adintelada de medio punto al este, ventanales de tipo renacentista y una galería de arcos del maestro Joan Barrufet.
La grandiosidad del conjunto contrasta con la sencillez del pequeño núcleo formado por casas de campo de los siglos XVII y XVIII y por la iglesia de Santa Anna.
Iniciamos el regreso a Cervera pasando por La Cardosa, núcleo del que se tiene noticia desde el siglo XI, cuando formaba una cuadra o explotación agrícola bajo el dominio de varios castellanos y caballeros. Como no podía ser de otra manera, también tiene su castillo, de grandes dimensiones y con una bonita puerta principal. Actualmente es un espacio de creación artística. También destaca la pequeña iglesia de origen medieval de Sant Pere o de los Santos Apóstoles.
Continuamos navegando en dirección al voluminoso edificio blanco de las afueras de Cervera que acoge una empresa de muebles de oficina y que se ve desde muchos lugares de la llanura de la Segarra. Parece todo llano hasta el punto de salida, pero repentinamente perdemos altura hacia el Clot dels Aubins y seguidamente debemos remontar por un corto tramo empinado para volver a la ciudad.
Marzo de 2017
CENTROS DE INTERÉS
Sant Pere el Gros. Santa Magdalena. Castillo de la Curullada. Sant Pau de Tordera. Sant Jaume de Canós. Castillo de l’Aranyó. Castillo de Montcortès de Segarra. Santa Anna de Montcortès de Segarra.
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
www.lasegarra.org
Así se conoce también el castillo de Montcortès, un edificio con dos torres gemelas imponentes, fruto de la renovación que lo convirtió en un palacio fortificado. La ruta nos descubre también otros castillos de interés, como el de Curullada o el de L?Aranyó, donde nació el escritor Manuel de Pedrolo. Todo ello sin sufrir, apta para todos.
Salimos de Cervera por la bonita calle Mayor, llena de casas nobles, que desemboca en la plaza de la... El Coloso de Sió.
Así se conoce también el castillo de Montcortès, un edificio con dos torres gemelas imponentes, fruto de la renovación que lo convirtió en un palacio fortificado. La ruta nos descubre también otros castillos de interés, como el de Curullada o el de L’Aranyó, donde nació el escritor Manuel de Pedrolo. Todo ello sin sufrir, apta para todos.
Salimos de Cervera por la bonita calle Mayor, llena de casas nobles, que desemboca en la plaza de la Paeria, edificio que tiene tres balcones soportados por ménsulas que representan personajes del mercado, los cinco sentidos y figuras relacionadas con la prisión.
Dejamos la antigua villa cerrada por uno de los portales de acceso que nos conduce extramuros y nos baja al fondo del valle por donde se mueve lentamente el río Ondara. Pasamos por la ermita de Sant Pere el Gros, uno de los mejores ejemplares de la arquitectura medieval catalana que adoptan la tipología de nave con planta circular, y también por la dañada ermita de Santa Magdalena.
Pedaleamos por el estrecho valle hasta que subimos hacia la Curullada, donde nos sorprende positivamente su castillo, totalmente reformado por un millonario libio que lo ha restaurado y reconstruido siguiendo la traza con fidelidad y aprovechando los restos que quedaban y varios elementos que se encontraban dispersos.
Nuevamente en el altiplano de la Segarra nos espera un placentero recorrido entre campos que en esta época del año, irrigados por las lluvias primaverales, adquieren un intenso tono verde que se recorta en un límpido cielo azul que se despliega por un horizonte que parece no tener fin.
Abducidos por este inmenso paisaje pasamos por pequeños enclaves, antiguas villas cerradas que tienen su origen en antiguos castillos o torres de vigilancia y defensa construidos para hacer frente a los ataques sarracenos durante la reconquista de los contados catalanes, como El Canòs o L’Aranyó.
Llegando a L’Aranyó destacan las imponentes siluetas del castillo del pueblo y el de Montcortès, que sobresale sobre la extensa superficie llana que nos rodea. Ambas fortificaciones, muy próximas la una de la otra, vistas de lejos parece que mantengan una pugna para ver cuál de las dos era más grande.
Casi tocando a L’Aranyó nos resulta chocante encontrar dos curiosos bloques de roca enormes que sobresalen de la nada conocidos como los Pajares de Piedra. Técnicamente se trata de un fenómeno de erosión diferencial, pero antropológicamente las cosas tienen otro sentido, porque el hecho de que parezcan dos pajares hace siglos que ha hecho volar la imaginación. Según la leyenda más extendida, una maldición que profirió un ocasional a los propietarios por no quererlo acoger convirtió la paja en piedra.
El castillo de L’Aranyó forma un bloque macizo de grandes proporciones, reconstruido sobre una antigua fortaleza, de planta poligonal y con una torre cuadrada de grandes proporciones que es el elemento más antiguo del conjunto. En el siglo XIX fue propiedad de los Pedrolo-Gomar, familia del escritor catalán Manuel de Pedrolo, que nació en este castillo en 1918.
Salimos por uno de los portales de la antigua villa cerrada hacia el próximo objetivo, el castillo de Montcortès, muy cerca. A medio camino hay unos columbarios, construcciones funerarias de época romana donde se depositaban las urnas con las cenizas de los difuntos. Hay que decir que en la obra Catalunya Romànica (XXIV, 440) se considera que estas excavaciones en la roca, con un pequeño resalte que servía para colocar la tapa, tienen más que ver con la apicultura y son más tardías.
El Castillo de Montcortès, conocido como el Coloso de Sió, está documentado en el siglo XI en el testamento del caballero Guillem Isarn de Trevics. Como muchos otros castillos de frontera, en las postrimerías del siglo XV fue reformado y sustituido por el edificio que hoy podemos contemplar, impresionante por su grandiosidad y elegancia.
La obra del nuevo castillo dio como resultado una magnífica fortaleza de planta rectangular con dos torres gemelas, con una gran portada adintelada de medio punto al este, ventanales de tipo renacentista y una galería de arcos del maestro Joan Barrufet.
La grandiosidad del conjunto contrasta con la sencillez del pequeño núcleo formado por casas de campo de los siglos XVII y XVIII y por la iglesia de Santa Anna.
Iniciamos el regreso a Cervera pasando por La Cardosa, núcleo del que se tiene noticia desde el siglo XI, cuando formaba una cuadra o explotación agrícola bajo el dominio de varios castellanos y caballeros. Como no podía ser de otra manera, también tiene su castillo, de grandes dimensiones y con una bonita puerta principal. Actualmente es un espacio de creación artística. También destaca la pequeña iglesia de origen medieval de Sant Pere o de los Santos Apóstoles.
Continuamos navegando en dirección al voluminoso edificio blanco de las afueras de Cervera que acoge una empresa de muebles de oficina y que se ve desde muchos lugares de la llanura de la Segarra. Parece todo llano hasta el punto de salida, pero repentinamente perdemos altura hacia el Clot dels Aubins y seguidamente debemos remontar por un corto tramo empinado para volver a la ciudad.
Marzo de 2017
CENTROS DE INTERÉS
Sant Pere el Gros. Santa Magdalena. Castillo de la Curullada. Sant Pau de Tordera. Sant Jaume de Canós. Castillo de l’Aranyó. Castillo de Montcortès de Segarra. Santa Anna de Montcortès de Segarra.
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
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