Noguera NOG 008_Montargull
Serra de Comiols. Serra del Roc de Benavent. Vall de Rialb
Montargull – Montmagastre – Bellfort – Palau de Rialb – Sant Cristofol de la Donzell – Coll de Comiols – Comiols – Montargull
Mapes Comarcals de Catalunya. Noguera. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).
Resumen
Distancia:45 km
Desnivel:1250 m
Tiempo:4 h 30 min
Dificultad:media-difícil
Información
Montmagastre, Sant Cristofol de la Doncell y la fortaleza de Comiols. Despoblados y joyas arquitectónicas de la Baronia de Rialb.
Historia viva relegada al pasado. Antiguos núcleos que el tiempo inexorablemente va borrando. Un territorio solitario de profundos y abruptos barrancos. Descubre la Baronia de Rialb, un territorio extenso que dispone de una larga relación de edificios de época románica, que faltantes en gran parte de mantenimiento y protección, se derrumban i... Montmagastre, Sant Cristofol de la Doncell y la fortaleza de Comiols. Despoblados y joyas arquitectónicas de la Baronia de Rialb.
Historia viva relegada al pasado. Antiguos núcleos que el tiempo inexorablemente va borrando. Un territorio solitario de profundos y abruptos barrancos. Descubre la Baronia de Rialb, un territorio extenso que dispone de una larga relación de edificios de época románica, que faltantes en gran parte de mantenimiento y protección, se derrumban irremisiblemente.
Iniciamos la ruta en dirección al cerro de Montmagastre, una esbelta cima, redondeada y puntiaguda, que se eleva considerablemente por encima del territorio que la rodea. Sobre esta prominente colina se sitúan los restos de un castillo y de una iglesia románica, Sant Miquel de Montmagastre. En la vertiente meridional hay también los restos del antiguo pueblo, precursor del actual.
La singularidad morfológica de la cima, identificable desde muchos lugares, será nuestro faro de referencia durante todo el perímetro del trayecto de la ruta. Para llegar al pueblo actual, ubicado al pie de la colina, enlazamos diferentes pistas para evitar el Barranc del Rei, incluso atravesamos un breve tramo de cultivo que ha engullido la pista para aprovechar al máximo la superficie cultivable.
Desde el pueblo vamos hacia el cementerio, desde donde continuamos siguiendo la dirección que lleva a Cal Colls. El camino nos ofrece hermosas panorámicas de la Serra de Sant Mamet y los riscos verticales del Montsec de Rúbies, que se levantan majestuosos sobre el valle de Meià. Navegamos en dirección noreste entre bosques, llanos ocupados por extensos campos de cultivos con los correspondientes caseríos, ubicados en lugares estratégicos pero casi todos abandonados. Pedaleamos por un territorio abrupto surcado por torrentes que no podemos evitar y que hay que atravesar, perdiendo y ganando altura varias veces, para llegar a Bellfort, una aldea donde destaca su iglesia dedicada a Sant Sadurní, escondida a la izquierda del camino, justo pasado el Mas Solsona, una masía de turismo rural y único edificio visible en ese espacio aislado.
Dejamos la pista asfaltada que lleva a la masía y por un camino de tierra rojizo ascendemos a Palau de Rialb. En este bonito rincón hay, estratégicamente ubicada en el borde de una colina, Santa Maria de Palau, dominando los valles, mesetas y sierras que configuran el paisaje hacia poniente. La creación de esta joya arquitectónica que se inscribe plenamente en las formas de la arquitectura lombarda del siglo XI, para muchos la más bella iglesia románica de la Baronia de Rialb, se enmarca en la transición de los siglos XI y XII, durante el impulso repoblador del conde Ermengol IV del condado de Urgell en el proceso de colonización de esta región y de toda la comarca.
Enlazamos una serie de pistas, algunas en mal estado pero todas ciclables, para conectar con la pista que sube al despoblado de San Cristóbal de la Donzell. Exceptuando una de las casas, las paredes del resto están engullidas por la vegetación. En la antigua plaza del pueblo encontramos la bonita ermita de Sant Jaume, un edificio que conserva una parte románica pero que necesita una actuación urgente por parte de la administración si no la queremos perder definitivamente.
Iniciamos la última subida del día hacia la Serra de Comiols por la cresta del Serrat de la Mata Grossa. Pedaleamos por un paisaje formado por una potente masa de conglomerados que puntualmente dificulta la progresión. Los torrentes que bajan de la parte alta de las sierras que cierran por el este la Conca erosionan con facilidad los conglomerados excavando profundos barrancos, dejando entre ellos unos alterosos lomos, crestas o colinas que definen claramente el paisaje del valle de Rialb.
En una de estas crestas, paralela a la nuestra y cincelada por el barranco de Maçaners, asoma la ermita de Santa Maria del antiguo asentamiento de Salinoves; escondidas por la vegetación, no logramos identificar los restos del castillo. A medida que ganamos altura los relieves que cierran el valle de Rialb por levante y por el norte se definen perfectamente. Sobresale entre todos la sierra de l’Aubenç, aunque empequeñecida por la magnitud de la sierra de Port del Comte que le hace sombra detrás.
También durante la subida disfrutamos de buenas imágenes de la depresión central e incluso podemos vislumbrar en la lejanía el macizo de Montserrat sobresaliendo de los relieves más llanos de la Segarra y el Urgell.
En lo alto de la Serra de Comiols el territorio es más sereno y llano, incluso abundan los cultivos de secano. Al límite de la sierra, el relieve cae vertical sobre la Conca, cerrada por abruptas cordilleras, y más allá el majestuoso Pirineo cubierto de nieve. Un paisaje majestuoso del que disfrutamos plenamente desde el Coll de Comiols. Una imagen potente que regenera el ánimo cansado del viajero, física y mentalmente, para emprender con energías renovadas el camino de vuelta.
Una vuelta marcada por la impresionante visión del antiguo pueblo de Comiols, ubicado en un rellano encumbrado, rodeado de riscos y donde se asientan los restos de algunas viviendas, el castillo, una torre circular y la ermita de Sant Romà. Una imagen imborrable.
La bajada al fondo del valle se hace por un camino de firme irregular por donde no parece pasar nadie, probablemente construido para desplegar la línea eléctrica, y que cae en picado hacia el fondo del valle de Montargull. Al otro lado del arroyo, una pista herbosa nos lleva a la carretera y nos permite enlazar con otra que recorre por arriba la Serra de Magí y nos deja a las puertas de Montargull.
Noviembre de 2016
CENTROS DE INTERÉS
Castillo e iglesia de Sant Miquel de Montmagastre. Sant Sadurní de Bellfort. Santa Maria de Palau. Sant Jaume de Sant Cristòfol de la Donzell. Santa María de Salinoves. Ermita de Sant Romà y castillo de Comiols.
Historia viva relegada al pasado. Antiguos núcleos que el tiempo inexorablemente va borrando. Un territorio solitario de profundos y abruptos barrancos. Descubre la Baronia de Rialb, un territorio extenso que dispone de una larga relación de edificios de época románica, que faltantes en gran parte de mantenimiento y protección, se derrumban i... Montmagastre, Sant Cristofol de la Doncell y la fortaleza de Comiols. Despoblados y joyas arquitectónicas de la Baronia de Rialb.
Historia viva relegada al pasado. Antiguos núcleos que el tiempo inexorablemente va borrando. Un territorio solitario de profundos y abruptos barrancos. Descubre la Baronia de Rialb, un territorio extenso que dispone de una larga relación de edificios de época románica, que faltantes en gran parte de mantenimiento y protección, se derrumban irremisiblemente.
Iniciamos la ruta en dirección al cerro de Montmagastre, una esbelta cima, redondeada y puntiaguda, que se eleva considerablemente por encima del territorio que la rodea. Sobre esta prominente colina se sitúan los restos de un castillo y de una iglesia románica, Sant Miquel de Montmagastre. En la vertiente meridional hay también los restos del antiguo pueblo, precursor del actual.
La singularidad morfológica de la cima, identificable desde muchos lugares, será nuestro faro de referencia durante todo el perímetro del trayecto de la ruta. Para llegar al pueblo actual, ubicado al pie de la colina, enlazamos diferentes pistas para evitar el Barranc del Rei, incluso atravesamos un breve tramo de cultivo que ha engullido la pista para aprovechar al máximo la superficie cultivable.
Desde el pueblo vamos hacia el cementerio, desde donde continuamos siguiendo la dirección que lleva a Cal Colls. El camino nos ofrece hermosas panorámicas de la Serra de Sant Mamet y los riscos verticales del Montsec de Rúbies, que se levantan majestuosos sobre el valle de Meià. Navegamos en dirección noreste entre bosques, llanos ocupados por extensos campos de cultivos con los correspondientes caseríos, ubicados en lugares estratégicos pero casi todos abandonados. Pedaleamos por un territorio abrupto surcado por torrentes que no podemos evitar y que hay que atravesar, perdiendo y ganando altura varias veces, para llegar a Bellfort, una aldea donde destaca su iglesia dedicada a Sant Sadurní, escondida a la izquierda del camino, justo pasado el Mas Solsona, una masía de turismo rural y único edificio visible en ese espacio aislado.
Dejamos la pista asfaltada que lleva a la masía y por un camino de tierra rojizo ascendemos a Palau de Rialb. En este bonito rincón hay, estratégicamente ubicada en el borde de una colina, Santa Maria de Palau, dominando los valles, mesetas y sierras que configuran el paisaje hacia poniente. La creación de esta joya arquitectónica que se inscribe plenamente en las formas de la arquitectura lombarda del siglo XI, para muchos la más bella iglesia románica de la Baronia de Rialb, se enmarca en la transición de los siglos XI y XII, durante el impulso repoblador del conde Ermengol IV del condado de Urgell en el proceso de colonización de esta región y de toda la comarca.
Enlazamos una serie de pistas, algunas en mal estado pero todas ciclables, para conectar con la pista que sube al despoblado de San Cristóbal de la Donzell. Exceptuando una de las casas, las paredes del resto están engullidas por la vegetación. En la antigua plaza del pueblo encontramos la bonita ermita de Sant Jaume, un edificio que conserva una parte románica pero que necesita una actuación urgente por parte de la administración si no la queremos perder definitivamente.
Iniciamos la última subida del día hacia la Serra de Comiols por la cresta del Serrat de la Mata Grossa. Pedaleamos por un paisaje formado por una potente masa de conglomerados que puntualmente dificulta la progresión. Los torrentes que bajan de la parte alta de las sierras que cierran por el este la Conca erosionan con facilidad los conglomerados excavando profundos barrancos, dejando entre ellos unos alterosos lomos, crestas o colinas que definen claramente el paisaje del valle de Rialb.
En una de estas crestas, paralela a la nuestra y cincelada por el barranco de Maçaners, asoma la ermita de Santa Maria del antiguo asentamiento de Salinoves; escondidas por la vegetación, no logramos identificar los restos del castillo. A medida que ganamos altura los relieves que cierran el valle de Rialb por levante y por el norte se definen perfectamente. Sobresale entre todos la sierra de l’Aubenç, aunque empequeñecida por la magnitud de la sierra de Port del Comte que le hace sombra detrás.
También durante la subida disfrutamos de buenas imágenes de la depresión central e incluso podemos vislumbrar en la lejanía el macizo de Montserrat sobresaliendo de los relieves más llanos de la Segarra y el Urgell.
En lo alto de la Serra de Comiols el territorio es más sereno y llano, incluso abundan los cultivos de secano. Al límite de la sierra, el relieve cae vertical sobre la Conca, cerrada por abruptas cordilleras, y más allá el majestuoso Pirineo cubierto de nieve. Un paisaje majestuoso del que disfrutamos plenamente desde el Coll de Comiols. Una imagen potente que regenera el ánimo cansado del viajero, física y mentalmente, para emprender con energías renovadas el camino de vuelta.
Una vuelta marcada por la impresionante visión del antiguo pueblo de Comiols, ubicado en un rellano encumbrado, rodeado de riscos y donde se asientan los restos de algunas viviendas, el castillo, una torre circular y la ermita de Sant Romà. Una imagen imborrable.
La bajada al fondo del valle se hace por un camino de firme irregular por donde no parece pasar nadie, probablemente construido para desplegar la línea eléctrica, y que cae en picado hacia el fondo del valle de Montargull. Al otro lado del arroyo, una pista herbosa nos lleva a la carretera y nos permite enlazar con otra que recorre por arriba la Serra de Magí y nos deja a las puertas de Montargull.
Noviembre de 2016
CENTROS DE INTERÉS
Castillo e iglesia de Sant Miquel de Montmagastre. Sant Sadurní de Bellfort. Santa Maria de Palau. Sant Jaume de Sant Cristòfol de la Donzell. Santa María de Salinoves. Ermita de Sant Romà y castillo de Comiols.