Maresme MAR 010_Canet de Mar
Parc del Montnegre i el Corredor. Serra de Salt. Serra de l’Avetar. Serra d’en Regàs
Canet de Mar — Creu de Pedracastell — Can Palau — Coll d’en Cona — Hortasavinyà — Coll de Portell — Coll dels Sords — Sant Martí de Montnegre — Coll de can Poliva — Cal Paraire — Coll Senís — Collsacreu — Arenys de Munt — Canet de Mar
Mapa digital Comarcal. Maresme 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).
http://srv.icgc.cat/vissir3/
Resumen
Distancia:47 km
Desnivel:1500 m
Tiempo:4 h 30 min
Dificultad:difícil
Vuelta al Montnegre.
Una larga ruta que rodea el macizo del Montnegre, un espacio protegido que se extiende entre la Tordera y la Riera de Vallalta, cuyo nombre proviene de la oscuridad de sus bosques de encinas. Un trayecto muy recomendable para conocer la esencia de este conjunto montañoso siempre verde, muy querido por senderistas y ciclistas de montaña de las comarcas del Maresme y del Vallès Oriental.
Entramos de lleno en la montaña desde el Campo municipal ... Vuelta al Montnegre.
Una larga ruta que rodea el macizo del Montnegre, un espacio protegido que se extiende entre la Tordera y la Riera de Vallalta, cuyo nombre proviene de la oscuridad de sus bosques de encinas. Un trayecto muy recomendable para conocer la esencia de este conjunto montañoso siempre verde, muy querido por senderistas y ciclistas de montaña de las comarcas del Maresme y del Vallès Oriental.
Entramos de lleno en la montaña desde el Campo municipal de Atletismo en la parte alta de Canet siguiendo la dirección de la cima de Pedracastell donde llegamos después de superar rampas empinadas, algo habitual en la cordillera del Montnegre. Junto a la cima se encuentra el Mirador de la Cruz de Canet o Cruz de Pedracastell, un monumento de grandes dimensiones ubicado en las estribaciones más meridionales de la sierra del Montnegre y el Corredor desde donde se contempla una buena perspectiva de la sierra con el trasfondo del Montseny si miramos hacia el norte y una imagen de la costa des Canet hasta Sant Pol hacia el sur.
El origen de la cruz se remonta al año 1902, cuando Domènech i Montaner, con el escultor Alfons Juyol, construyó una modernista, promovida por Marià Serra. Un vendaval la tumbó en 1925 y se levantó una copia, hecha por su hijo, Pere Domènech Roura, que fue derribada por los anarquistas en 1936. La cruz actual, de signo gaudiniano, fue erigida por Isidre Puig Boada, discípulo y colaborador del arquitecto, en 1954.
Bordeamos la cima de Pedracastell por la vertiente norte y nos dejamos caer por un valle solivo y sombrío sin muchos rastros de civilización hasta que no llegamos a la carretera, al fondo del valle regado por la riera de Vallalta. La atravesamos por un pequeño puente continuando por la pista que lleva a la masía Can Castellanet. Justo antes de llegar nos desviamos por un senderó en subida, bastante empinado al inicio, que conecta al poco tiempo con una pista más transitable que remonta por la cresta de la Sierra de Salt hasta la cresta de la Sierra del Montnegre. Un trayecto con algún tramo de fuerte pendiente que pasa por la urbanización de Can Palau, con tan poca actividad que parece que nadie viva en ella.
Llegamos al Collet d'en Cona en la cresta del Montnegre. Nos vamos hacia levante para llegar al conocido lugar de Can Benet Vives, punto de paso obligado por los caminantes y ciclistas que se adentran en el parque y un centro que acoge actividades relacionadas con el desarrollo armónico del ser humano, el cultivo del mundo interno de las personas y la práctica de una espiritualidad no confesional. Si se quiere en este collado se puede recortar la ruta yendo directamente a Sant Martí de Montnegre o bajando directamente al fondo del valle de Fuirosos. La ruta continúa por pista rodadora que lleva directamente al núcleo de Hortasavinyà. A medio camino vemos los restos de un antiguo horno de cal con un interesante panel informativo de los usos y la producción de este producto muy común hasta los años treinta del pasado siglo. Aunque no es necesario nos acercamos hasta el núcleo principal de Hortasavinyà formado por la iglesia parroquial de Sant Llop o Santa Eulalia con la rectoría, un hostal, el centro de información del parque y una escuela unitaria. Una vecindario de paz y tranquilidad donde las voces de los niños emergen del aula y se esparcen como notas musicales por los bosques del Montnegre. Verdaderamente un entorno envidiable para aprender.
Continuamos por la pista con indicaciones direccionales hacia Tordera que dejamos cerca del Hostal de Sant Llop por un camino que lleva a Coll dels Sords. Navegamos por un frondoso bosque donde se mezclan encinas, alcornoques y pinos piñoneros centenarios. Pedaleamos por un espacio solivo flanqueando los valles que vierten las aguas en la Tordera. En Coll dels Sords iniciamos el descenso hacia el Valle de Fuirosos, un valle regado por la riera del mismo nombre que recoge las aguas de las vertientes norte del Montnegre, con tramo final de fuerte pendiente. Afortunadamente al otro lado de la riera la pendiente de los caminos que remontan por el valle del Sot de la Baga hasta el diseminado de Montnegre son uniformes para progresar, excepto algún tramo, cómodamente sobre la bicicleta. En el centro del pueblo se encuentra la parroquia de Sant Martí de Montnegre, lugar ya mencionado en el siglo XI, y que entonces estaba ocupado por un castillo, centro de la baronía homónima.
Continuamos por la pista de Olzinelles y Vallgorguina. Flanqueamos por bosques húmedos y sombríos de la cara norte del Montnegre por pista rodadora que nos lleva a Coll de Can Poliva donde tomamos la pista que conduce a la finca de Can Paraire. Estamos de nuevo en la cara sur del Montnegre. Continuamos por la cresta del contrafuerte de la sierra vertebrada por el Coll Senís, paso obligado para llegar a la urbanización de Collsacreu. Evitamos la carretera enlazando varios senderos para descender a Arenys de Mar. Al sur de la población subimos hacia la urbanización Arenys Residencial para encontrar el Camino de Arenys a Canet, una buena pista que nos lleva sin problemas al punto de partida.
Junio de 2024
CENTROS DE INTERÉS
Cruz de Pedracastell. Horno de Calde ’Hortasavinyà. Santa Eulàlia d’Hortasavinyà. Sant Martí de Montnegre.
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
https://www.canetdemar.cat/turisme
Una larga ruta que rodea el macizo del Montnegre, un espacio protegido que se extiende entre la Tordera y la Riera de Vallalta, cuyo nombre proviene de la oscuridad de sus bosques de encinas. Un trayecto muy recomendable para conocer la esencia de este conjunto montañoso siempre verde, muy querido por senderistas y ciclistas de montaña de las comarcas del Maresme y del Vallès Oriental.
Entramos de lleno en la montaña desde el Campo municipal ... Vuelta al Montnegre.
Una larga ruta que rodea el macizo del Montnegre, un espacio protegido que se extiende entre la Tordera y la Riera de Vallalta, cuyo nombre proviene de la oscuridad de sus bosques de encinas. Un trayecto muy recomendable para conocer la esencia de este conjunto montañoso siempre verde, muy querido por senderistas y ciclistas de montaña de las comarcas del Maresme y del Vallès Oriental.
Entramos de lleno en la montaña desde el Campo municipal de Atletismo en la parte alta de Canet siguiendo la dirección de la cima de Pedracastell donde llegamos después de superar rampas empinadas, algo habitual en la cordillera del Montnegre. Junto a la cima se encuentra el Mirador de la Cruz de Canet o Cruz de Pedracastell, un monumento de grandes dimensiones ubicado en las estribaciones más meridionales de la sierra del Montnegre y el Corredor desde donde se contempla una buena perspectiva de la sierra con el trasfondo del Montseny si miramos hacia el norte y una imagen de la costa des Canet hasta Sant Pol hacia el sur.
El origen de la cruz se remonta al año 1902, cuando Domènech i Montaner, con el escultor Alfons Juyol, construyó una modernista, promovida por Marià Serra. Un vendaval la tumbó en 1925 y se levantó una copia, hecha por su hijo, Pere Domènech Roura, que fue derribada por los anarquistas en 1936. La cruz actual, de signo gaudiniano, fue erigida por Isidre Puig Boada, discípulo y colaborador del arquitecto, en 1954.
Bordeamos la cima de Pedracastell por la vertiente norte y nos dejamos caer por un valle solivo y sombrío sin muchos rastros de civilización hasta que no llegamos a la carretera, al fondo del valle regado por la riera de Vallalta. La atravesamos por un pequeño puente continuando por la pista que lleva a la masía Can Castellanet. Justo antes de llegar nos desviamos por un senderó en subida, bastante empinado al inicio, que conecta al poco tiempo con una pista más transitable que remonta por la cresta de la Sierra de Salt hasta la cresta de la Sierra del Montnegre. Un trayecto con algún tramo de fuerte pendiente que pasa por la urbanización de Can Palau, con tan poca actividad que parece que nadie viva en ella.
Llegamos al Collet d'en Cona en la cresta del Montnegre. Nos vamos hacia levante para llegar al conocido lugar de Can Benet Vives, punto de paso obligado por los caminantes y ciclistas que se adentran en el parque y un centro que acoge actividades relacionadas con el desarrollo armónico del ser humano, el cultivo del mundo interno de las personas y la práctica de una espiritualidad no confesional. Si se quiere en este collado se puede recortar la ruta yendo directamente a Sant Martí de Montnegre o bajando directamente al fondo del valle de Fuirosos. La ruta continúa por pista rodadora que lleva directamente al núcleo de Hortasavinyà. A medio camino vemos los restos de un antiguo horno de cal con un interesante panel informativo de los usos y la producción de este producto muy común hasta los años treinta del pasado siglo. Aunque no es necesario nos acercamos hasta el núcleo principal de Hortasavinyà formado por la iglesia parroquial de Sant Llop o Santa Eulalia con la rectoría, un hostal, el centro de información del parque y una escuela unitaria. Una vecindario de paz y tranquilidad donde las voces de los niños emergen del aula y se esparcen como notas musicales por los bosques del Montnegre. Verdaderamente un entorno envidiable para aprender.
Continuamos por la pista con indicaciones direccionales hacia Tordera que dejamos cerca del Hostal de Sant Llop por un camino que lleva a Coll dels Sords. Navegamos por un frondoso bosque donde se mezclan encinas, alcornoques y pinos piñoneros centenarios. Pedaleamos por un espacio solivo flanqueando los valles que vierten las aguas en la Tordera. En Coll dels Sords iniciamos el descenso hacia el Valle de Fuirosos, un valle regado por la riera del mismo nombre que recoge las aguas de las vertientes norte del Montnegre, con tramo final de fuerte pendiente. Afortunadamente al otro lado de la riera la pendiente de los caminos que remontan por el valle del Sot de la Baga hasta el diseminado de Montnegre son uniformes para progresar, excepto algún tramo, cómodamente sobre la bicicleta. En el centro del pueblo se encuentra la parroquia de Sant Martí de Montnegre, lugar ya mencionado en el siglo XI, y que entonces estaba ocupado por un castillo, centro de la baronía homónima.
Continuamos por la pista de Olzinelles y Vallgorguina. Flanqueamos por bosques húmedos y sombríos de la cara norte del Montnegre por pista rodadora que nos lleva a Coll de Can Poliva donde tomamos la pista que conduce a la finca de Can Paraire. Estamos de nuevo en la cara sur del Montnegre. Continuamos por la cresta del contrafuerte de la sierra vertebrada por el Coll Senís, paso obligado para llegar a la urbanización de Collsacreu. Evitamos la carretera enlazando varios senderos para descender a Arenys de Mar. Al sur de la población subimos hacia la urbanización Arenys Residencial para encontrar el Camino de Arenys a Canet, una buena pista que nos lleva sin problemas al punto de partida.
Junio de 2024
CENTROS DE INTERÉS
Cruz de Pedracastell. Horno de Calde ’Hortasavinyà. Santa Eulàlia d’Hortasavinyà. Sant Martí de Montnegre.
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
https://www.canetdemar.cat/turisme