Alt Urgell AUR 036_Coll de Nargó
Espai d'Interès Natural Serra de Boumort
Coll de Nargó – Les Masies – Sallent – Collada de la Creu de Ferri – Coll de Llivia – Cap del Boumort – Prat Montaner – Cabó – El Vilar de Cabó – Pujal de Cabó – Organyà – Fígols – Coll de Nargó
Mapes Comarcals de Catalunya. Alt Urgell. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).
Resumen
Distancia:64 km
Desnivel:1805 m
Tiempo:6 h 45 min
Dificultad:difícil
Ascensión al Cap de Boumort
Un fantástico viaje de largo recorrido, imprescindible, que se adentra en el corazón de la sierra de Boumort para descubrir la idiosincrasia de este macizo al tiempo que alcanza su cota más alta, el Cap de Boumort, de 2.077m de altitud, uno de los mejores miradores de los Pirineos
Salimos de Coll de Nargó por la carretera que lleva a Isona. En las afueras encontramos la iglesia de Sant Climent con la destacable torre-campanario prerrom... Ascensión al Cap de Boumort
Un fantástico viaje de largo recorrido, imprescindible, que se adentra en el corazón de la sierra de Boumort para descubrir la idiosincrasia de este macizo al tiempo que alcanza su cota más alta, el Cap de Boumort, de 2.077m de altitud, uno de los mejores miradores de los Pirineos
Salimos de Coll de Nargó por la carretera que lleva a Isona. En las afueras encontramos la iglesia de Sant Climent con la destacable torre-campanario prerrománica adosada. Nos desviamos por una pista al final de una larga recta que nos lleva a Les Masies por la izquierda del barranco. Continuamos por carretera en dirección a Sallent, asfaltada hasta el conocido Mirador del Cratàci, un yacimiento paleontológico que reúne la mayor cantidad de puestas de huevos de dinosaurios conocida en Europa y es una de las más importantes del mundo.
Mientras subimos hacia Sallent, los abruptos relieves, el peculiar paisaje teñido de colores rojizos y las retorcidas formas del Tossal de la Feixa nos muestra la fuerza de la orogénesis que modeló este territorio. Llegamos a Sallent. A pesar del despoblamiento y el doloroso abandono al que parece sometido el núcleo, maravilla la paradisíaca valle que se enmarca entre la vertiente norte del singular Tossal de Sant Salvador y las paredes verticales de la Roca del Recó que parecen abalanzarse sobre nosotros mientras cruzamos este reducido plano. Una cita ineludible en este tramo es la valiosa ermita románica de Sant Maximí de Sallent.
Seguimos ganando altura con cadencia regular y sin excesivas dificultades hacia la cabecera del Sallent. Tenemos ante nosotros una pared vertical de roca que parece infranqueable, la Serra de Sant Joan, último escollo para acceder a la cima de Boumort. En Coll de Ferri comienza la pista que ataca un paso, el singular Forat dels Prats, entre las sierras de Sant Joan y Carreu, dos baluartes que parecen proteger la riqueza faunística de este espacio natural protegido que coincide con la Reserva Nacional de Caza de Boumort. El principal atractivo es la importante población de ciervos que habita. Se les puede ver durante todo el año, pero el momento más espectacular es la época de celo (berrea), entre mediados de septiembre y mediados de octubre. La reserva también destaca por ser el único lugar de Europa donde se reproducen las cuatro especies de buitres del continente: buitre leonado, buitre negro (reintroducido recientemente), quebrantahuesos y alimoche.
Las diferencias orográficas, una vez flanqueado el paso, respecto a los relieves abruptos que nos han acompañado hasta aquí no son para nada fútiles. El paisaje se vuelve más amable y las formas redondeadas de la vertiente a mediodía de la parte alta de la sierra hacen más placentero el viaje hacia la cumbre. También acompañan estos momentos de exultación ciclista la magnitud del paisaje que disfrutamos mientras subimos y los prados subalpinos que visten armoniosamente el territorio, sustituyendo la cubierta vegetal de pino rojo y roble que hasta ahora nos envolvía.
Este apertura paisajística nos permite disfrutar por el camino de un grupo de buitres apuntalados encima de la cabecera de un árbol observando el profundo valle de Carreu, siempre pendientes de los movimientos de presuntas presas. En un instinto de curiosidad nos vienen a ver sobrevolando sobre nuestras cabezas hasta que pierden el interés.
En el refugio de Boumort iniciamos el último tramo de la ascensión. Un antiguo camino nos lleva hasta un collado que nos ofrece una espectacular panorámica de la Conca de Tremp cerrada por el Montsec. Con la profundidad que nos da la altura, la silueta del ciclista retratado sobre este fondo impresionante nos regala una potente imagen que puede ilustrar cualquier edición relacionada con la BTT de alta montaña. Desde el collado podemos acceder a la cima o bien atajando saltando directamente la valla o dando un rodeo bajando los prados que forman los Pletius de la Creueta, un redil natural de hierba abundante que luce un verde inmaculado, lugar desde donde sube la pista de acceso al Cap de Boumort y por donde seguiremos una vez visitada la cima.
El Cap del Boumort es uno de los mejores observatorios de la cordillera pirenaica, los relieves prepirencs y también de las llanuras de Lleida. Uno de esos lugares deliciosos donde dedicarse a la contemplación del paisaje, cargar energías y disfrutar de un merecido y placentero momento de relajación antes de iniciar el descenso.
Deshacemos el camino hasta los bucólicos prados de la base de la cima desde donde vamos a buscar un pequeño paso, cruzamos la valla y continuamos por un sendero que marcha hacia el Pas Comptador, en medio del risco. Es el único trayecto viable hacia la ancha collada de Prat Montaner, un sendero que alterna tramos encima de la bici y a pie, siempre dependiendo de la técnica de cada uno. El camino es muy aéreo en algún tramo y desde el mismo podemos ver la larga bajada que nos espera hacia el Valle de Cabó.
Un descenso pletórico de cerca de veinte kilómetros para llegar hasta Organyà. Una larga bajada para rememorar todos los momentos vividos durante la ascensión que no son pocos. Desde Organyà volvemos al punto de salida por carretera pasando por Fígols.
Julio de 2019
CENTROS DE INTERÉS
Sant Climent de Coll de Nargó. Sant Maximí de Sallent. Sant Serni de Cabó. Sant Víctor de Fígols.
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
Hostal del Llac. 973 38 30 22
Un fantástico viaje de largo recorrido, imprescindible, que se adentra en el corazón de la sierra de Boumort para descubrir la idiosincrasia de este macizo al tiempo que alcanza su cota más alta, el Cap de Boumort, de 2.077m de altitud, uno de los mejores miradores de los Pirineos
Salimos de Coll de Nargó por la carretera que lleva a Isona. En las afueras encontramos la iglesia de Sant Climent con la destacable torre-campanario prerrom... Ascensión al Cap de Boumort
Un fantástico viaje de largo recorrido, imprescindible, que se adentra en el corazón de la sierra de Boumort para descubrir la idiosincrasia de este macizo al tiempo que alcanza su cota más alta, el Cap de Boumort, de 2.077m de altitud, uno de los mejores miradores de los Pirineos
Salimos de Coll de Nargó por la carretera que lleva a Isona. En las afueras encontramos la iglesia de Sant Climent con la destacable torre-campanario prerrománica adosada. Nos desviamos por una pista al final de una larga recta que nos lleva a Les Masies por la izquierda del barranco. Continuamos por carretera en dirección a Sallent, asfaltada hasta el conocido Mirador del Cratàci, un yacimiento paleontológico que reúne la mayor cantidad de puestas de huevos de dinosaurios conocida en Europa y es una de las más importantes del mundo.
Mientras subimos hacia Sallent, los abruptos relieves, el peculiar paisaje teñido de colores rojizos y las retorcidas formas del Tossal de la Feixa nos muestra la fuerza de la orogénesis que modeló este territorio. Llegamos a Sallent. A pesar del despoblamiento y el doloroso abandono al que parece sometido el núcleo, maravilla la paradisíaca valle que se enmarca entre la vertiente norte del singular Tossal de Sant Salvador y las paredes verticales de la Roca del Recó que parecen abalanzarse sobre nosotros mientras cruzamos este reducido plano. Una cita ineludible en este tramo es la valiosa ermita románica de Sant Maximí de Sallent.
Seguimos ganando altura con cadencia regular y sin excesivas dificultades hacia la cabecera del Sallent. Tenemos ante nosotros una pared vertical de roca que parece infranqueable, la Serra de Sant Joan, último escollo para acceder a la cima de Boumort. En Coll de Ferri comienza la pista que ataca un paso, el singular Forat dels Prats, entre las sierras de Sant Joan y Carreu, dos baluartes que parecen proteger la riqueza faunística de este espacio natural protegido que coincide con la Reserva Nacional de Caza de Boumort. El principal atractivo es la importante población de ciervos que habita. Se les puede ver durante todo el año, pero el momento más espectacular es la época de celo (berrea), entre mediados de septiembre y mediados de octubre. La reserva también destaca por ser el único lugar de Europa donde se reproducen las cuatro especies de buitres del continente: buitre leonado, buitre negro (reintroducido recientemente), quebrantahuesos y alimoche.
Las diferencias orográficas, una vez flanqueado el paso, respecto a los relieves abruptos que nos han acompañado hasta aquí no son para nada fútiles. El paisaje se vuelve más amable y las formas redondeadas de la vertiente a mediodía de la parte alta de la sierra hacen más placentero el viaje hacia la cumbre. También acompañan estos momentos de exultación ciclista la magnitud del paisaje que disfrutamos mientras subimos y los prados subalpinos que visten armoniosamente el territorio, sustituyendo la cubierta vegetal de pino rojo y roble que hasta ahora nos envolvía.
Este apertura paisajística nos permite disfrutar por el camino de un grupo de buitres apuntalados encima de la cabecera de un árbol observando el profundo valle de Carreu, siempre pendientes de los movimientos de presuntas presas. En un instinto de curiosidad nos vienen a ver sobrevolando sobre nuestras cabezas hasta que pierden el interés.
En el refugio de Boumort iniciamos el último tramo de la ascensión. Un antiguo camino nos lleva hasta un collado que nos ofrece una espectacular panorámica de la Conca de Tremp cerrada por el Montsec. Con la profundidad que nos da la altura, la silueta del ciclista retratado sobre este fondo impresionante nos regala una potente imagen que puede ilustrar cualquier edición relacionada con la BTT de alta montaña. Desde el collado podemos acceder a la cima o bien atajando saltando directamente la valla o dando un rodeo bajando los prados que forman los Pletius de la Creueta, un redil natural de hierba abundante que luce un verde inmaculado, lugar desde donde sube la pista de acceso al Cap de Boumort y por donde seguiremos una vez visitada la cima.
El Cap del Boumort es uno de los mejores observatorios de la cordillera pirenaica, los relieves prepirencs y también de las llanuras de Lleida. Uno de esos lugares deliciosos donde dedicarse a la contemplación del paisaje, cargar energías y disfrutar de un merecido y placentero momento de relajación antes de iniciar el descenso.
Deshacemos el camino hasta los bucólicos prados de la base de la cima desde donde vamos a buscar un pequeño paso, cruzamos la valla y continuamos por un sendero que marcha hacia el Pas Comptador, en medio del risco. Es el único trayecto viable hacia la ancha collada de Prat Montaner, un sendero que alterna tramos encima de la bici y a pie, siempre dependiendo de la técnica de cada uno. El camino es muy aéreo en algún tramo y desde el mismo podemos ver la larga bajada que nos espera hacia el Valle de Cabó.
Un descenso pletórico de cerca de veinte kilómetros para llegar hasta Organyà. Una larga bajada para rememorar todos los momentos vividos durante la ascensión que no son pocos. Desde Organyà volvemos al punto de salida por carretera pasando por Fígols.
Julio de 2019
CENTROS DE INTERÉS
Sant Climent de Coll de Nargó. Sant Maximí de Sallent. Sant Serni de Cabó. Sant Víctor de Fígols.
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
Hostal del Llac. 973 38 30 22