Maresme MAR 003_Tordera
Parc del Montnegre i el Corredor. Serra de Miralles. Serra de l’Avetar. Serra de Pi -de-Migdia.
Tordera – Collet de Faraó – Coll de Porc – Coll de les Palomeres – Hortasavinyà – Coll de Mallol – Collet de la Mina d’Or – Hortasavinyà
Mapes Comarcals de Catalunya. Maresme. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).
Resumen
Distancia:30 km
Desnivel:1050 m
Tiempo:3 h 15 min
Dificultad:media
Vuelta a la Conca de Sant Tou
Una ruta que recorre las crestas de las sierras que cierran la cuenca fluvial que vierten sus aguas al torrente de Sant Tou. Caminos de arena compacactada con continuas subidas y bajadas que conforman un bonito trayecto que se desarrolla por un denso bosque y nos descubre pequeños tesoros como la ermita de la Virgen del Erola o la iglesia de Santa Eulalia de Hortasavinyà
Desde la singular iglesia municipal de San Esteban, la parte ba... Vuelta a la Conca de Sant Tou
Una ruta que recorre las crestas de las sierras que cierran la cuenca fluvial que vierten sus aguas al torrente de Sant Tou. Caminos de arena compacactada con continuas subidas y bajadas que conforman un bonito trayecto que se desarrolla por un denso bosque y nos descubre pequeños tesoros como la ermita de la Virgen del Erola o la iglesia de Santa Eulalia de Hortasavinyà
Desde la singular iglesia municipal de San Esteban, la parte baja del campanario es de estilo prerrománico, la parte media románica del siglo XI, y la parte alta es un añadido de estilo gótico del siglo XV, cruzamos el pueblo en dirección sur -oeste para tomar la carretera de Sant Miquel de Vallmanya y, rápidamente, continuamos por el camino que pasa por Can Bofill, una interesante masía formada por un cuerpo central y dos laterales paralelos con un matacán en la fachada que servía para atacar por sorpresa a los saqueadores de las casas y un reloj de sol, grabado en 1880.
Entramos de lleno en el macizo del Montnegre, el techo de la sierra de Marina, por una zona de densa vegetación típicamente mediterránea donde domina el alcornoque, la encina y el pino piñonero. Avanzamos por pistas de arena que, afortunadamente, están cimentadas en los tramos de fuerte pendiente, especialmente el tramo que alcanza la cresta de Miralles.
Navegando por la cresta de Miralles los relieves del paisaje que emergen de la niebla invernal parecen transformarse en imágenes oníricas que nos transportan a lugares imaginarios mientras pedaleamos. A Collet de Faraó perdemos momentáneamente altura para alcanzar, tras una larga subida que pasa por Coll de Porc, la singular ermita de la Virgen del Erola. Un bonito trayecto siempre emboscados excepto en contadas ocasiones en que la fronda nos deja ver el paisaje del entorno, ya sea hacia el mar o hacia el valle del Tordera.
La pequeña ermita de la Erola, topónimo que significa pequeña plana encima de una montaña, data del s. XVIII y es posible que su situación tenga alguna relación con el hecho de que por este lugar pasaba la línea que dividía los términos de la parroquia de Hortasavinyà con la de Vallmanya.
Estamos cerca de Santa Eulalia o Sant Llop de Hortasavinyà, iglesia que junto con la rectoría, el antiguo hostal, ahora reconvertido en centro de interpretación del parque, y la escuela forman el núcleo principal del pueblo de Hortasavinyà, un nucleo de masías esparcidas por la montaña que demuestran que la vida en plena naturaleza aún es posible. La primera iglesia, de la que no hay casi restos hoy en día, fue posiblemente levantada entre los siglos IX o X bajo la advocación de Santa Eulalia. La advocación de Sant Llop, patrón de los aquitanos y obispo de Orleans, se explica por la repoblación llevada a cabo por el Emperador Carlomagno que recuperará el dominio de las montañas del Montnegre, que estaban en poder de los sarracenos.
Desde la iglesia remontamos hasta el cuello de Palomeres para iniciar el descenso final hasta el punto de salida. Navegamos por la cresta de la montaña por un sector de urbanizaciones caracterizadas por viviendas de diferentes estilos y arquitecturas varias que dibujan el perfil de sus propietarios. Es muy interesante desviarse momentáneamente de la ruta para visitar el Monasterio de Roca-rubia ubicado en la urbanización del mismo nombre. La canónica fue fundada en la primera mitad del siglo XII bajo la orden de San Agustín, construyendo una iglesia con claustro y dependencias en estilo románico con algunos elementos ya del gótico. Del conjunto monacal, claustro, refectorio, sala capitular, hospedería, albergue, etc., quedan restos cubiertas bajo la vegetación y la iglesia ha recuperado parte de su esplendor después de las obras de consolidación y mejora.
El trayecto desde la urbanización al fondo del valle es muy atractivo para los amantes de la bici de montaña. Un tramo de fuerte pendiente nos baja a Collet de la Mina d’Or, topónimo que hace referencia a una excavación minera subterránea cercana al paso que se desarrolla a lo largo de una galería principal, estrecha y de la altura de un hombre, de la cual se extraía los minerales de cobre encajados en un filón de cuarzo. Por una bonita pista secundaria recorremos las crestas de las Sierras de Pi-de-Migdia y de Godall y, incluso, enlazamos un sendero que nos deja muy cerca de la capilla de Sant Ponç que aún conserva de la época románica el ábside semicircular y la nave de bóveda cilíndrica.
Acabamos la ruta pedaleando por el Espacio Natural del Torrent de Sant Tou, una gran llanura agrícola en mosaico rodeada de cerros ocupados por encinares, robledales, alcornocales y pinares, y con algunos caseríos aislados conectados por una red de caminos de arena que nos dejan en el sendero que por el margen derecho de la Tordera nos lleva al final de la ruta.
Diciembre de 2019
CENTROS DE INTERÉS
Virgen del Erola. Santa Eulalia de Hortasavinyà. Masía Can Camps. Monasterio de Roca-Rossa. Sant Ponç de Tordera.
RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
www.tordera.cat/
fotos
https://www.catalunyamedieval.es/capella-de-sant-ponc-tordera-maresme/
http://www.visitterritorissurers.cat/project/tordera/
Una ruta que recorre las crestas de las sierras que cierran la cuenca fluvial que vierten sus aguas al torrente de Sant Tou. Caminos de arena compacactada con continuas subidas y bajadas que conforman un bonito trayecto que se desarrolla por un denso bosque y nos descubre pequeños tesoros como la ermita de la Virgen del Erola o la iglesia de Santa Eulalia de Hortasavinyà
Desde la singular iglesia municipal de San Esteban, la parte ba... Vuelta a la Conca de Sant Tou
Una ruta que recorre las crestas de las sierras que cierran la cuenca fluvial que vierten sus aguas al torrente de Sant Tou. Caminos de arena compacactada con continuas subidas y bajadas que conforman un bonito trayecto que se desarrolla por un denso bosque y nos descubre pequeños tesoros como la ermita de la Virgen del Erola o la iglesia de Santa Eulalia de Hortasavinyà
Desde la singular iglesia municipal de San Esteban, la parte baja del campanario es de estilo prerrománico, la parte media románica del siglo XI, y la parte alta es un añadido de estilo gótico del siglo XV, cruzamos el pueblo en dirección sur -oeste para tomar la carretera de Sant Miquel de Vallmanya y, rápidamente, continuamos por el camino que pasa por Can Bofill, una interesante masía formada por un cuerpo central y dos laterales paralelos con un matacán en la fachada que servía para atacar por sorpresa a los saqueadores de las casas y un reloj de sol, grabado en 1880.
Entramos de lleno en el macizo del Montnegre, el techo de la sierra de Marina, por una zona de densa vegetación típicamente mediterránea donde domina el alcornoque, la encina y el pino piñonero. Avanzamos por pistas de arena que, afortunadamente, están cimentadas en los tramos de fuerte pendiente, especialmente el tramo que alcanza la cresta de Miralles.
Navegando por la cresta de Miralles los relieves del paisaje que emergen de la niebla invernal parecen transformarse en imágenes oníricas que nos transportan a lugares imaginarios mientras pedaleamos. A Collet de Faraó perdemos momentáneamente altura para alcanzar, tras una larga subida que pasa por Coll de Porc, la singular ermita de la Virgen del Erola. Un bonito trayecto siempre emboscados excepto en contadas ocasiones en que la fronda nos deja ver el paisaje del entorno, ya sea hacia el mar o hacia el valle del Tordera.
La pequeña ermita de la Erola, topónimo que significa pequeña plana encima de una montaña, data del s. XVIII y es posible que su situación tenga alguna relación con el hecho de que por este lugar pasaba la línea que dividía los términos de la parroquia de Hortasavinyà con la de Vallmanya.
Estamos cerca de Santa Eulalia o Sant Llop de Hortasavinyà, iglesia que junto con la rectoría, el antiguo hostal, ahora reconvertido en centro de interpretación del parque, y la escuela forman el núcleo principal del pueblo de Hortasavinyà, un nucleo de masías esparcidas por la montaña que demuestran que la vida en plena naturaleza aún es posible. La primera iglesia, de la que no hay casi restos hoy en día, fue posiblemente levantada entre los siglos IX o X bajo la advocación de Santa Eulalia. La advocación de Sant Llop, patrón de los aquitanos y obispo de Orleans, se explica por la repoblación llevada a cabo por el Emperador Carlomagno que recuperará el dominio de las montañas del Montnegre, que estaban en poder de los sarracenos.
Desde la iglesia remontamos hasta el cuello de Palomeres para iniciar el descenso final hasta el punto de salida. Navegamos por la cresta de la montaña por un sector de urbanizaciones caracterizadas por viviendas de diferentes estilos y arquitecturas varias que dibujan el perfil de sus propietarios. Es muy interesante desviarse momentáneamente de la ruta para visitar el Monasterio de Roca-rubia ubicado en la urbanización del mismo nombre. La canónica fue fundada en la primera mitad del siglo XII bajo la orden de San Agustín, construyendo una iglesia con claustro y dependencias en estilo románico con algunos elementos ya del gótico. Del conjunto monacal, claustro, refectorio, sala capitular, hospedería, albergue, etc., quedan restos cubiertas bajo la vegetación y la iglesia ha recuperado parte de su esplendor después de las obras de consolidación y mejora.
El trayecto desde la urbanización al fondo del valle es muy atractivo para los amantes de la bici de montaña. Un tramo de fuerte pendiente nos baja a Collet de la Mina d’Or, topónimo que hace referencia a una excavación minera subterránea cercana al paso que se desarrolla a lo largo de una galería principal, estrecha y de la altura de un hombre, de la cual se extraía los minerales de cobre encajados en un filón de cuarzo. Por una bonita pista secundaria recorremos las crestas de las Sierras de Pi-de-Migdia y de Godall y, incluso, enlazamos un sendero que nos deja muy cerca de la capilla de Sant Ponç que aún conserva de la época románica el ábside semicircular y la nave de bóveda cilíndrica.
Acabamos la ruta pedaleando por el Espacio Natural del Torrent de Sant Tou, una gran llanura agrícola en mosaico rodeada de cerros ocupados por encinares, robledales, alcornocales y pinares, y con algunos caseríos aislados conectados por una red de caminos de arena que nos dejan en el sendero que por el margen derecho de la Tordera nos lleva al final de la ruta.
Diciembre de 2019
CENTROS DE INTERÉS
Virgen del Erola. Santa Eulalia de Hortasavinyà. Masía Can Camps. Monasterio de Roca-Rossa. Sant Ponç de Tordera.
RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
www.tordera.cat/
fotos
https://www.catalunyamedieval.es/capella-de-sant-ponc-tordera-maresme/
http://www.visitterritorissurers.cat/project/tordera/