Segarra SEG 005_Guissona

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Plana de Guissona. Valls del Sió – Llobregós. Plans de Bellveí.

Guissona – Les Sitges – Florejacs – Les Pallargues – Pelagalls – Sisteró – Hostafrancs – Sedó – Torroja de Segarra – Castellmeià – El Llor – Guissona
Mapes Comarcals de Catalunya. Segarra. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).

Resumen

Distancia:38 km
Desnivel:490 m
Tiempo:3 h 45 min
Dificultad:media

Llenando las alforjas de historia.

Un viaje por la Segarra descubriendo un territorio salpicado de pequeños núcleos con una característica común: pueblos que conservan en gran medida la estructura antigua medieval y que nacieron al abrigo de un castillo, la mayoría reconvertidos en residencias o palacios al perder su carácter defensivo, con las casas formando una villa cerrada fruto de la repoblación llevada a cabo por los contados catalanes en la época de la reconquista.
Llenando las alforjas de historia.

Un viaje por la Segarra descubriendo un territorio salpicado de pequeños núcleos con una característica común: pueblos que conservan en gran medida la estructura antigua medieval y que nacieron al abrigo de un castillo, la mayoría reconvertidos en residencias o palacios al perder su carácter defensivo, con las casas formando una villa cerrada fruto de la repoblación llevada a cabo por los contados catalanes en la época de la reconquista.

Salimos de Guissona por el polígono, un espacio prácticamente captado por el grupo alimentario que lleva el nombre de la ciudad y que inunda la zona de olores no excesivamente agradables. Pasamos junto a la ermita de San Macari. Navegamos por los llanos de la cadena de cumbres delimitadas por los valles del Llobregós y el Sión, un espacio natural protegido. A ambos lados del camino se despliegan infinitas extensiones de campos de secano, perfectamente delimitados por extraordinarios muros de piedra seca coronados por hileras de almendros, auténticas obras maestras.

En el horizonte infinito se recortan perfectamente los núcleos de alrededor enmarcados sutilmente con el Prepirineo de fondo. Pronto una silueta destaca sobre todas: la fortaleza de los Silos, estratégicamente elevada al punto alto de la divisoria de los dos valles. El castillo de las Sitges constituye un castillo prototípico. Se conserva casi intacto desde el s.XIV, aunque ya existía en el s.XI, de planta cuadrada y con una torre de homenaje en el centro. A su lado está la hermosa ermita de Sant Pere de les Sitges con unas vueltas interiores muy interesantes.

Perdemos altura suavemente hacia Florejacs, interesante núcleo que conserva la calle del Vall, excavada en la misma roca y que a través de un pasaje cubierto con bóveda de cañón nos permite acceder a la plaza de castillo.

Dejamos el pueblo por un sendero que baja a los campos de cultivo, enlazando con una pista que seguimos hasta las Pallargues. En la fachada de su castillo luce un inmenso arco gótico y en el interior se conserva una tenebrosa escalera de caracol que conduce a los calabozos, al pozo de hielo y a la bodega, además de un pozo excavado en la misma roca del que nace agua cristalina.

Atravesamos el Sió y subimos a Pelagalls donde hay una auténtica joya del románico coronando el cerro donde se emplaza el núcleo, la iglesia de Sant Esteve. Declarado Bien Cultural de Interés Nacional, destaca la portada del muro de poniente, del siglo XII, formada por tres arquivoltas que se apoyan sobre columnas con capiteles decorados con motivos vegetales, geométricos y animales. En el pequeño cementerio contiguo al ábside de la iglesia se conservan seis estelas discoidales, que se pueden fechar del siglo XII y que, probablemente, aún se encuentran en su lugar originario. En esta iglesia se ha encontrado el mayor número de toda Europa de relojes de sol primitivos.

Bajamos a Sisteró. Continuamos navegando por los planes de Sió. En dirección a Hostafrancs pasamos junto a las impresionantes arcadas de la Pleta de Queralt y de la Necrópolis de la Pleta, situada en una lengua de roca caliza que aflora por encima de los campos de alrededor. Variamos el rumbo a la altura del cementerio, cruzamos de nuevo el Sió y pasamos por Hostafrancs y Sedó que, como tantos otros pueblos de la comarca, conservan en gran medida la estructura antigua medieval. Llegamos a Tarroja pasando por la ermita de Santes Massas.

Tarroja, como tantos otros núcleos de la Segarra, fue fundada en el s.XI alrededor de un pequeño castillo fronterizo durante el proceso de repoblación de los contados catalanes formando una villa cerrada con una plaza central donde se edificó un pequeño templo románico.

Dejamos el valle del Sió y subimos hacia los Planes de Meià donde hay asentado el castillo de Castellmeià. Su silueta recortada en el cielo sobresaliendo del horizonte llano los campos de secano que la rodean impacta al viajero. A su lado está sencilla y bonita la ermita románica de Santa Maria, conocida como Verge de la Llet.

Subimos definitivamente hacia Guissona. Llegamos a El Llor por la iglesia parroquial de Sant Julià del Llor. Cerca de la misma está el portal que da acceso a la ciudad que despliega una trama urbanística típica de callejuelas que bajan del castillo y otros que dan la vuelta a la ciudad cerrada. Rodeamos la ermita por la derecha y pedaleamos por caminos placenteros entre grandes extensiones de cultivos horizontales hacia Guissona con las alforjas llenas de historia y sabiduría.

Diciembre de 2016.

CENTROS DE INTERÉS
Ermita de Sant Macari. Castillo de les Sitges y ermita de Sant Pere. Castillo de Florejacs. Castillo de les Pallargues. Sant Esteve de Pelagalls. Necrópolis de la Pleta. Ermita de Santes Masses. Castillo y ermita de Santa Maria de Castellmeià. Sant Julià del Llor

RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
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