Alt Empordà AEM 024_Vilajuïga
Parc Natural de Cap de Creus. Serra de Rodes. Puig de l’Ullastre.
Vilajuïga – Coll de Canyelles – Coll del Perer – La Vall de Santa Creu – El Port de la Selva – La Selva de Mar – Coll de Sant Genís – Mas Fumats – Palau-saverdera – Pau – Vilajuïga
Mapa digital Comarcal. Alt Empordà. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).
Resumen
Distancia:36 km
Desnivel:1100 m
Tiempo:4 h 0 min
Dificultad:media-difícil
Información
Vuelta a la Sierra de Rodes
Una ruta magnífica que combina mar y montaña. Una ruta que sobresale en paisaje. Una ruta que combina tramos técnicos y caminos de progresión cómodo. Un viaje por el Pirineo que se acurruca desde la llanura para zambullirse inmediatamente al mar. Un trayecto que nos descubre desde inmensas panorámicas hasta pequeños valles que esconden rincones de gran belleza, pequeños núcleos como el Valle de Santa Cruz o el magnífico monasterio de Sant P... Vuelta a la Sierra de Rodes
Una ruta magnífica que combina mar y montaña. Una ruta que sobresale en paisaje. Una ruta que combina tramos técnicos y caminos de progresión cómodo. Un viaje por el Pirineo que se acurruca desde la llanura para zambullirse inmediatamente al mar. Un trayecto que nos descubre desde inmensas panorámicas hasta pequeños valles que esconden rincones de gran belleza, pequeños núcleos como el Valle de Santa Cruz o el magnífico monasterio de Sant Pere de Rodes. Definitivamente, una ruta que no puede faltar en tu lista de rutas preferidas. Muy recomendable.
La ruta rodea totalmente la sierra de Rodes saltando de la llanura al mar por el Coll de Perer por un sendero que nos baja al Valle de Santa Creu, perfila la línea costera hasta Port de la Selva y vuelve por el bonito valle de San Romà saltando nuevamente a la llanura por el Coll de Sant Genís.
Salimos en dirección al castillo de Quermançó situado a unos 2 km al norte de Vilajuïga, encima de un risco, inaccesible por poniente y mediodía. Nos desviamos llegando a las instalaciones del campo de fútbol. Una pista que lleva a unos campos a la altura del castillo tiene continuidad con una fuerte y corta subida, que obliga a poner pie en tierra. Desembocamos en una nueva pista, debajo del Puig de l’Ullastre, que un centenar de metros a la derecha nos permite disfrutar de una buena panorámica de la llanura ampurdanesa.
La ruta continúa hasta Coll de Canyelles y por la carretera de Sant Pere de Rodes, que seguimos un tramo. En una curva cerrada nos desviamos por una pista que sobrevuela el valle de la Valleta en su camino hacia la bahía de Llançà. Pasamos por las masías de la Mata y Magí. Navegamos por un paisaje áspero de antiguos bancales que antaño acogían viñedos y olivos, antiguos cultivos arrancados a las escarpadas laderas de los relieves pirenaicos antes de adentrarse en el mar.
Continuamos la ruta por la derecha de la masía en ruinas del mas Margall, volteando la cabecera del estrecho valle del Mas de la Mata que baja hacia el norte, hasta un pequeño collado que nos permite pasar al valle de la Santa Creu . En todo este tramo las vertientes están ocupadas por antiguos bancales que caen escalonadamente de forma ordenada como curvas de nivel de un mapa topográfico.
Desde la cresta disfrutamos de buenas vistas de las bahías de Llançà y de Port de la Selva y, especialmente, del Valle de la Santa Cruu y del pequeño pueblo que le da nombre, escondido en la soledad que le confiere el entorno. Perdemos altura de golpe por un camino muy empinado hasta Coll del Peral. A nuestra derecha se levanta imponente, vigilando el valle, el Monasterio de Sant Pere de Rodes. Desde el collado, el antiguo camino que subía desde el pueblo es de gran belleza constructiva aunque hay tramos cansinos debido a la abundante pizarra que entorpece bajar cómodamente.
En el pueblo continuamos por el sendero, más atractivo que la carretera pero también más lento. Salimos a la carretera desde donde vamos a buscar el camino de ronda, un camí de espléndida factura que siguiendo la costa nos lleva a Port de la Selva disfrutando de la bicicleta, del entorno marítimo y de la exquisita imagen característica de este pueblo de pescadores de pequeñas casas blancas que contrastan con el intenso azul del mar, tan cerca unas de otras que parecen buscar juntas el abrigo de la Tramuntana.
A la entrada del pueblo continuamos hasta Selva de Mar por un camino arreglado junto a la carretera. Atravesamos el núcleo que dio origen a Port de la Selva, adentrándonos hacia el interior del valle de San Romà. Pasamos por el Mas Estela, una finca vitivinícola familiar, caracterizada por cultivar las viñas con métodos ecológicos y bio-dinámicos, por qué todos los vinos se elaboran con uvas propias y por qué la vendimia se realiza a mano.
Remontamos el pequeño valle por el camino que a través del Coll de Sant Genís nos permitirá pasar de nuevo a la llanura ampurdanesa. A medida que ganamos altura las perspectivas del paisaje que nos rodea nos hacen más evidente como los abruptos relieves pirenaicos se sumergen en el mar configurando una postal de gran belleza.
Desde el Coll de Sant Genís tenemos un excelente perspectiva del Golfo de Roses cerrado por los relieves del Pení al norte y el Montgrí al sur. Un bonito sendero sin muchas complicaciones nos permite bajar a la llanura desde donde enlazando varios caminos que transitan entre olivos y campos de cereales, nos permite volver al punto de salida pasando por los núcleos de Palau-Saverdera y Pau.
Febrero de 2017
CENTROS DE INTERÉS
Castillo de Palau Saverdera. San Joan de Palau Saverdera. Sant Martí de Pau.
ALOJAMIENTO / RESTAURANTES
www.vilajuiga.cat
CARTOGRAFÍA
Mapa digital Comarcal. Alt Empordà. 1: 50.000. Instituto Cartográfico de Cataluña (ICC).
Una ruta magnífica que combina mar y montaña. Una ruta que sobresale en paisaje. Una ruta que combina tramos técnicos y caminos de progresión cómodo. Un viaje por el Pirineo que se acurruca desde la llanura para zambullirse inmediatamente al mar. Un trayecto que nos descubre desde inmensas panorámicas hasta pequeños valles que esconden rincones de gran belleza, pequeños núcleos como el Valle de Santa Cruz o el magnífico monasterio de Sant P... Vuelta a la Sierra de Rodes
Una ruta magnífica que combina mar y montaña. Una ruta que sobresale en paisaje. Una ruta que combina tramos técnicos y caminos de progresión cómodo. Un viaje por el Pirineo que se acurruca desde la llanura para zambullirse inmediatamente al mar. Un trayecto que nos descubre desde inmensas panorámicas hasta pequeños valles que esconden rincones de gran belleza, pequeños núcleos como el Valle de Santa Cruz o el magnífico monasterio de Sant Pere de Rodes. Definitivamente, una ruta que no puede faltar en tu lista de rutas preferidas. Muy recomendable.
La ruta rodea totalmente la sierra de Rodes saltando de la llanura al mar por el Coll de Perer por un sendero que nos baja al Valle de Santa Creu, perfila la línea costera hasta Port de la Selva y vuelve por el bonito valle de San Romà saltando nuevamente a la llanura por el Coll de Sant Genís.
Salimos en dirección al castillo de Quermançó situado a unos 2 km al norte de Vilajuïga, encima de un risco, inaccesible por poniente y mediodía. Nos desviamos llegando a las instalaciones del campo de fútbol. Una pista que lleva a unos campos a la altura del castillo tiene continuidad con una fuerte y corta subida, que obliga a poner pie en tierra. Desembocamos en una nueva pista, debajo del Puig de l’Ullastre, que un centenar de metros a la derecha nos permite disfrutar de una buena panorámica de la llanura ampurdanesa.
La ruta continúa hasta Coll de Canyelles y por la carretera de Sant Pere de Rodes, que seguimos un tramo. En una curva cerrada nos desviamos por una pista que sobrevuela el valle de la Valleta en su camino hacia la bahía de Llançà. Pasamos por las masías de la Mata y Magí. Navegamos por un paisaje áspero de antiguos bancales que antaño acogían viñedos y olivos, antiguos cultivos arrancados a las escarpadas laderas de los relieves pirenaicos antes de adentrarse en el mar.
Continuamos la ruta por la derecha de la masía en ruinas del mas Margall, volteando la cabecera del estrecho valle del Mas de la Mata que baja hacia el norte, hasta un pequeño collado que nos permite pasar al valle de la Santa Creu . En todo este tramo las vertientes están ocupadas por antiguos bancales que caen escalonadamente de forma ordenada como curvas de nivel de un mapa topográfico.
Desde la cresta disfrutamos de buenas vistas de las bahías de Llançà y de Port de la Selva y, especialmente, del Valle de la Santa Cruu y del pequeño pueblo que le da nombre, escondido en la soledad que le confiere el entorno. Perdemos altura de golpe por un camino muy empinado hasta Coll del Peral. A nuestra derecha se levanta imponente, vigilando el valle, el Monasterio de Sant Pere de Rodes. Desde el collado, el antiguo camino que subía desde el pueblo es de gran belleza constructiva aunque hay tramos cansinos debido a la abundante pizarra que entorpece bajar cómodamente.
En el pueblo continuamos por el sendero, más atractivo que la carretera pero también más lento. Salimos a la carretera desde donde vamos a buscar el camino de ronda, un camí de espléndida factura que siguiendo la costa nos lleva a Port de la Selva disfrutando de la bicicleta, del entorno marítimo y de la exquisita imagen característica de este pueblo de pescadores de pequeñas casas blancas que contrastan con el intenso azul del mar, tan cerca unas de otras que parecen buscar juntas el abrigo de la Tramuntana.
A la entrada del pueblo continuamos hasta Selva de Mar por un camino arreglado junto a la carretera. Atravesamos el núcleo que dio origen a Port de la Selva, adentrándonos hacia el interior del valle de San Romà. Pasamos por el Mas Estela, una finca vitivinícola familiar, caracterizada por cultivar las viñas con métodos ecológicos y bio-dinámicos, por qué todos los vinos se elaboran con uvas propias y por qué la vendimia se realiza a mano.
Remontamos el pequeño valle por el camino que a través del Coll de Sant Genís nos permitirá pasar de nuevo a la llanura ampurdanesa. A medida que ganamos altura las perspectivas del paisaje que nos rodea nos hacen más evidente como los abruptos relieves pirenaicos se sumergen en el mar configurando una postal de gran belleza.
Desde el Coll de Sant Genís tenemos un excelente perspectiva del Golfo de Roses cerrado por los relieves del Pení al norte y el Montgrí al sur. Un bonito sendero sin muchas complicaciones nos permite bajar a la llanura desde donde enlazando varios caminos que transitan entre olivos y campos de cereales, nos permite volver al punto de salida pasando por los núcleos de Palau-Saverdera y Pau.
Febrero de 2017
CENTROS DE INTERÉS
Castillo de Palau Saverdera. San Joan de Palau Saverdera. Sant Martí de Pau.
ALOJAMIENTO / RESTAURANTES
www.vilajuiga.cat
CARTOGRAFÍA
Mapa digital Comarcal. Alt Empordà. 1: 50.000. Instituto Cartográfico de Cataluña (ICC).