Noguera NOG 012_Os de Balaguer
Zona Especial de Conservació dels Vessants de la Noguera Ribagorçana
Os de Balaguer – Torre del Figuerol – Boix – Santa Maria de Vallverd – Tragó de Noguera – Alberola – Tartareu – Les Avellanes – Os de Balaguer
Mapes Comarcals de Catalunya. Noguera 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).
Resumen
Distancia:51 km
Desnivel:1270 m
Tiempo:4 h 30 min
Dificultad:media-difícil
Ruta de contacto
Tragó de Noguera. El éxodo forzoso
Un itinerario concebido para conocer dos lugares de maravillosa soledad y belleza cautivadora con una interesante historia detrás. Ubicados en la orilla del pantano de Santa Anna, frontera entre Aragón y Cataluña, la ruta nos descubre el conjunto monacal de Santa María de Vallverd, del que sólo se conserva la cabecera de la iglesia, y el despoblado de Tragó de Noguera, desaparecido en parte bajo el agua en 1964. Imprescindible.
... Tragó de Noguera. El éxodo forzoso
Un itinerario concebido para conocer dos lugares de maravillosa soledad y belleza cautivadora con una interesante historia detrás. Ubicados en la orilla del pantano de Santa Anna, frontera entre Aragón y Cataluña, la ruta nos descubre el conjunto monacal de Santa María de Vallverd, del que sólo se conserva la cabecera de la iglesia, y el despoblado de Tragó de Noguera, desaparecido en parte bajo el agua en 1964. Imprescindible.
Salimos del núcleo siguiendo el valle por el Camino de Os de Balaguer, camino rural pavimentado que lleva a Castelló de Farfanya. Nos desviamos a la derecha por el camino del santuario de la Virgen de Cérvoles, dirección que dejamos al poco continuando por pequeñas mesetas que descansan a los pies de la Serra de la Guineu y cerrados al sur por suaves relieves de formas redondeadas separados por hondonadas que abren paso en busca de la Noguera Pallaresa.
Atravesamos un espacio de secano típico, lleno de cultivos de cereales vigilados por almendros que rezuman sabiduría adquirida a base de años de contemplativa observación del entorno. Pasado un collado al norte de la Serra de Gatfier, cambiamos la placidez de la planicie por relieves abruptos de acantilados y roquedales. Nos adentramos en el valle de la Cruz, un paisaje que exhala una soledad impuesta, abandonada de presencia humana aunque los restos de antiguas masías hacen patente que la vida fluía en otros tiempos en esta rincón de mundo cuando, antes de la construcción del pantano de Santa Anna, formaban parte del núcleo de Boix, perteneciente al antiguo municipio de Tragó de Noguera.
En una pequeña península bañada por las aguas del pantano está la ermita de Sant Julià de Boix y los restos del castillo. La tranquila línea horizontal que define el perímetro del pantano contrasta fuertemente con los abruptos relieves que le dan forma, destacando entre ellos la próxima e imponente Pena-Roia. Perfilamos los límites de las aguas capturadas a la Noguera Ribagorçana pasando por antiguos márgenes colonizados por la vegetación que se extienden alrededor de restos de antiguas masías que los trabajaban y que antaño estaban llenos de vida. Toda esta área está protegida y constituye un importante hábitat del águila perdicera. Además incluye una buena representación de hábitats rupícolas (acantilados y roquedales), fluviales y mediterráneos (bojedales, pinares, robledales secos y encinares).
Después de una corta subida en dirección a Los Picons, fácilmente reconocibles por su singular silueta coronando la montaña, nos plantamos rápidamente en el bonito llano donde están los restos del antiguo monasterio cisterciense femenino de Santa María de Vallverd, del que sólo quedan en pie la cabecera de la iglesia. Este conjunto monacal era conocido en la zona como el Convento del Pla o Convento de Les Bernades.
Desde la explanada del monasterio vemos nítidamente el despoblado de Tragó de Noguera que nos atrae irresistiblemente. Incluso sin tener necesidad, la atracción es tan poderosa que la visita es inevitable para los viajeros ávidos de conocimiento. Un pueblo lleno de vida que tuvieron que cambiar en nombre del progreso con la construcción de la presa, en 1964. No es difícil imaginar recorriendo los dañados restos, lo que debía suponer para sus habitantes el éxodo forzoso con una remuneración escasa, abandonar sus hogares, empezar de cero y rehacer sus vidas en otros lugares de la comarca. La tristeza nos invade ante la indefensión de estos hechos.
Iniciamos la subida a Alberola, único núcleo que queda del antiguo municipio de Tragó, por un valle cerrado por la Sierra de Sant Miquel con las siluetas de Los Picons vigilando de cerca nuestras pedaladas recorriendo unos singulares relieves de placas verticales, apoyadas una sobre la otra como libros apilados en la estantería de una biblioteca.
Exuberantes extensiones de cereales en esta época del año se mecen acompasadamente mientras la silueta del pueblo de Tartareu se erige imponente sobre el valle. Dominando la colina a cuyos pies se levanta el casco urbano, se encuentra la ermita de San Miguel y lo que queda del antiguo castillo.
Opcionalmente desde Tartareu, si se quiere recortar la ruta, podemos hacer atajo directamente por el valle que ha excavado el río de Farfanya, en caso contrario continuamos hacia el pueblo de Les Avellanas. Un tramo inicial de fuerte pendiente nos lleva a una bonita zona donde predominan amplias ondulaciones de tierras cultivadas cerradas por pequeños cerros que le dan un encanto especial. Desde los alrededores del pueblo de Les Avellanes, de callejones y curiosos pasos estrechos que atraviesan literalmente algunas casas, hay unas excelentes panorámicas del Montsec y de la Montña de San Mamet.
Dejamos atrás el pueblo y las magníficas vistas por el barranco de les Parets que nos conduce inevitablemente de nuevo a Os de Balaguer con la sensación de haber vivido una gran experiencia.
Mayo de 2017
CENTROS DE INTERÉS
Torre del Figuerola. Santa Ana de Boix. Santa María de Vallverd. Tragó de Noguera. Castillo y San Miguel de Tartareu
RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
http://www.ccnoguera.cat/osbalaguer/
Un itinerario concebido para conocer dos lugares de maravillosa soledad y belleza cautivadora con una interesante historia detrás. Ubicados en la orilla del pantano de Santa Anna, frontera entre Aragón y Cataluña, la ruta nos descubre el conjunto monacal de Santa María de Vallverd, del que sólo se conserva la cabecera de la iglesia, y el despoblado de Tragó de Noguera, desaparecido en parte bajo el agua en 1964. Imprescindible.
... Tragó de Noguera. El éxodo forzoso
Un itinerario concebido para conocer dos lugares de maravillosa soledad y belleza cautivadora con una interesante historia detrás. Ubicados en la orilla del pantano de Santa Anna, frontera entre Aragón y Cataluña, la ruta nos descubre el conjunto monacal de Santa María de Vallverd, del que sólo se conserva la cabecera de la iglesia, y el despoblado de Tragó de Noguera, desaparecido en parte bajo el agua en 1964. Imprescindible.
Salimos del núcleo siguiendo el valle por el Camino de Os de Balaguer, camino rural pavimentado que lleva a Castelló de Farfanya. Nos desviamos a la derecha por el camino del santuario de la Virgen de Cérvoles, dirección que dejamos al poco continuando por pequeñas mesetas que descansan a los pies de la Serra de la Guineu y cerrados al sur por suaves relieves de formas redondeadas separados por hondonadas que abren paso en busca de la Noguera Pallaresa.
Atravesamos un espacio de secano típico, lleno de cultivos de cereales vigilados por almendros que rezuman sabiduría adquirida a base de años de contemplativa observación del entorno. Pasado un collado al norte de la Serra de Gatfier, cambiamos la placidez de la planicie por relieves abruptos de acantilados y roquedales. Nos adentramos en el valle de la Cruz, un paisaje que exhala una soledad impuesta, abandonada de presencia humana aunque los restos de antiguas masías hacen patente que la vida fluía en otros tiempos en esta rincón de mundo cuando, antes de la construcción del pantano de Santa Anna, formaban parte del núcleo de Boix, perteneciente al antiguo municipio de Tragó de Noguera.
En una pequeña península bañada por las aguas del pantano está la ermita de Sant Julià de Boix y los restos del castillo. La tranquila línea horizontal que define el perímetro del pantano contrasta fuertemente con los abruptos relieves que le dan forma, destacando entre ellos la próxima e imponente Pena-Roia. Perfilamos los límites de las aguas capturadas a la Noguera Ribagorçana pasando por antiguos márgenes colonizados por la vegetación que se extienden alrededor de restos de antiguas masías que los trabajaban y que antaño estaban llenos de vida. Toda esta área está protegida y constituye un importante hábitat del águila perdicera. Además incluye una buena representación de hábitats rupícolas (acantilados y roquedales), fluviales y mediterráneos (bojedales, pinares, robledales secos y encinares).
Después de una corta subida en dirección a Los Picons, fácilmente reconocibles por su singular silueta coronando la montaña, nos plantamos rápidamente en el bonito llano donde están los restos del antiguo monasterio cisterciense femenino de Santa María de Vallverd, del que sólo quedan en pie la cabecera de la iglesia. Este conjunto monacal era conocido en la zona como el Convento del Pla o Convento de Les Bernades.
Desde la explanada del monasterio vemos nítidamente el despoblado de Tragó de Noguera que nos atrae irresistiblemente. Incluso sin tener necesidad, la atracción es tan poderosa que la visita es inevitable para los viajeros ávidos de conocimiento. Un pueblo lleno de vida que tuvieron que cambiar en nombre del progreso con la construcción de la presa, en 1964. No es difícil imaginar recorriendo los dañados restos, lo que debía suponer para sus habitantes el éxodo forzoso con una remuneración escasa, abandonar sus hogares, empezar de cero y rehacer sus vidas en otros lugares de la comarca. La tristeza nos invade ante la indefensión de estos hechos.
Iniciamos la subida a Alberola, único núcleo que queda del antiguo municipio de Tragó, por un valle cerrado por la Sierra de Sant Miquel con las siluetas de Los Picons vigilando de cerca nuestras pedaladas recorriendo unos singulares relieves de placas verticales, apoyadas una sobre la otra como libros apilados en la estantería de una biblioteca.
Exuberantes extensiones de cereales en esta época del año se mecen acompasadamente mientras la silueta del pueblo de Tartareu se erige imponente sobre el valle. Dominando la colina a cuyos pies se levanta el casco urbano, se encuentra la ermita de San Miguel y lo que queda del antiguo castillo.
Opcionalmente desde Tartareu, si se quiere recortar la ruta, podemos hacer atajo directamente por el valle que ha excavado el río de Farfanya, en caso contrario continuamos hacia el pueblo de Les Avellanas. Un tramo inicial de fuerte pendiente nos lleva a una bonita zona donde predominan amplias ondulaciones de tierras cultivadas cerradas por pequeños cerros que le dan un encanto especial. Desde los alrededores del pueblo de Les Avellanes, de callejones y curiosos pasos estrechos que atraviesan literalmente algunas casas, hay unas excelentes panorámicas del Montsec y de la Montña de San Mamet.
Dejamos atrás el pueblo y las magníficas vistas por el barranco de les Parets que nos conduce inevitablemente de nuevo a Os de Balaguer con la sensación de haber vivido una gran experiencia.
Mayo de 2017
CENTROS DE INTERÉS
Torre del Figuerola. Santa Ana de Boix. Santa María de Vallverd. Tragó de Noguera. Castillo y San Miguel de Tartareu
RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
http://www.ccnoguera.cat/osbalaguer/