Segarra SEG 007_Biosca
Espai Natural Protegit de la Vall de Llobregós. Serrat del Balaguer. Serra de les Valls
Biosca – Puig-arner – Ribelles – Falconera – Sanaüja – La Melgosa – Biosca
Mapes Comarcals de Catalunya. Segarra. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).
Resumen
Distancia:33 km
Desnivel:620 m
Tiempo:3 h 0 min
Dificultad:media
La Alta Segarra. El valle del Llobregós
La ruta nos muestra un paisaje marcadamente rural que reúne un conjunto de pequeños pueblos y masías en un entorno donde predominan las tierras de cultivo características de estas regiones al límite de la llanura de la Segarra. Paisajes humanizados que sobreviven al acusado régimen térmico de inviernos fríos y húmedos, a menudo nublados, y veranos secos y calurosos.
La primera parte de la ruta nos descubre el bonito valle d... La Alta Segarra. El valle del Llobregós
La ruta nos muestra un paisaje marcadamente rural que reúne un conjunto de pequeños pueblos y masías en un entorno donde predominan las tierras de cultivo características de estas regiones al límite de la llanura de la Segarra. Paisajes humanizados que sobreviven al acusado régimen térmico de inviernos fríos y húmedos, a menudo nublados, y veranos secos y calurosos.
La primera parte de la ruta nos descubre el bonito valle del Llobregós entre Biosca y Ribelles y vuelve al punto de salida por los contrafuertes de los relieves pre-pirenaicos cuando estos entran en contacto con la Depresión Central. A mitad del camino de vuelta la ruta visita Sanaüja, una villa que a pesar de no ser muy turística, está cargada de elementos históricos, como el castillo, que data del siglo XI, el puente medieval, que encontramos en la entrada de la villa o los antiguos portales situados en el centro del núcleo antiguo.
Salimos de Biosca, un nombre de etimología iberovasca como muchos de los existentes en la toponimia catalana, en dirección al llano por la pista que transita entre campos de cultivo que se asientan en las suaves ondulaciones de las colinas que cierran el valle por donde viaja el Llobregós, a donde accedemos por un pequeño desfiladero. El Valle del Llobregós, único espacio protegido de la comarca de la Segarra, es estrecho, alargado y ocupado totalmente por tierras de cultivos por donde serpentea juguetón el río, cerrado por un lado por el relieve preciso y uniforme del límite norte de la meseta Segarra y, en la orilla derecha, por pequeños cerros surcados por arroyos de corto recorrido que rezuman yesos por toda su superficie. Esta singularidad ha motivado su declaración como espacio protegido, ya que se trata de una de las zonas yesíferas naturales mejor conservadas con algunas especies vegetales únicas en Europa, especies como el ruac y la tricola, que se adaptan perfectamente en este tipo de suelo.
Recorrer el valle en bicicleta entre Biosca y Ribelles es un auténtico placer. Una buena pista en suave descenso hace muy cómodo todo el trayecto y nos permite disfrutar del entorno plácidamente. Accedemos a Ribelles por la ermita de la Virgen de los Esclopet. En la parte alta del núcleo está el castillo de Ribelles que formaba parte de la línea de fortificaciones que se extendía a lo largo de la orilla derecha del río Llobregós. Actualmente forma un curioso conjunto con la iglesia y el cementerio, donde hay una singular capilla y un gran panteón para sus varones. Fue prácticamente rehecho al inicio del siglo XX pero su estado actual es ruinoso.
Continuamos por una pista ancha y rodadora hasta La Falconera y a partir de la casa, pedaleamos entre campos perfectamente delimitados por muros de piedra seca de grandes sillares, bancales que han perdurado en el tiempo como recuerdo del antiguo cultivo de la vid y olivos. Bajamos velozmente por el Clot de los Noguers hacia Sanaüja. Llegamos al pueblo por la parte alta donde están los restos de su castillo, un interesante monumento que sorprende gratamente. A pesar de las pocas ruinas conserva algunos vestigios antiguos medievales y otros de reconstrucción hechas en el siglo XVII por el obispo de Urgell, para adaptarlo a residencia, que utilizó muy poco.
El pueblo aún conserva restos del antiguo amurallado y portales interiores que abren paso a estrechos callejones de aire medieval o a la bella plaza porticada. Salimos por uno de los callejones de la plaza pedaleando inicialmente en dirección a Lloberola y hacia la Font de l’Alber después. Vamos ganando altura por el valle del Torrent de Fara y ,antes de llegar a la Melgosa, nos desviamos a la izquierda para hacer un vistazo a la pequeña capilla de Santa Susanna. La Melgosa es un interesante edificio que forma parte del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña construido entre los siglos XVI-XVII, con una pequeña capilla adosada a la masía dedicada a San Francisco de Asís. Llegamos a Biosca por la parte alta y accedemos por un antiguo camino y el portal que da acceso a la plaza.
Diciembre de 2016
CENTROS DE INTERÉS
Ermita de la Virgen de los Esclopet. Castillo de Ribelles. Castillo de Sanahuja. Ermita de Santa Sussana. Ermita de Sant Francesc de la Melgosa
RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
http://www.turismellobregos.cat/
La ruta nos muestra un paisaje marcadamente rural que reúne un conjunto de pequeños pueblos y masías en un entorno donde predominan las tierras de cultivo características de estas regiones al límite de la llanura de la Segarra. Paisajes humanizados que sobreviven al acusado régimen térmico de inviernos fríos y húmedos, a menudo nublados, y veranos secos y calurosos.
La primera parte de la ruta nos descubre el bonito valle d... La Alta Segarra. El valle del Llobregós
La ruta nos muestra un paisaje marcadamente rural que reúne un conjunto de pequeños pueblos y masías en un entorno donde predominan las tierras de cultivo características de estas regiones al límite de la llanura de la Segarra. Paisajes humanizados que sobreviven al acusado régimen térmico de inviernos fríos y húmedos, a menudo nublados, y veranos secos y calurosos.
La primera parte de la ruta nos descubre el bonito valle del Llobregós entre Biosca y Ribelles y vuelve al punto de salida por los contrafuertes de los relieves pre-pirenaicos cuando estos entran en contacto con la Depresión Central. A mitad del camino de vuelta la ruta visita Sanaüja, una villa que a pesar de no ser muy turística, está cargada de elementos históricos, como el castillo, que data del siglo XI, el puente medieval, que encontramos en la entrada de la villa o los antiguos portales situados en el centro del núcleo antiguo.
Salimos de Biosca, un nombre de etimología iberovasca como muchos de los existentes en la toponimia catalana, en dirección al llano por la pista que transita entre campos de cultivo que se asientan en las suaves ondulaciones de las colinas que cierran el valle por donde viaja el Llobregós, a donde accedemos por un pequeño desfiladero. El Valle del Llobregós, único espacio protegido de la comarca de la Segarra, es estrecho, alargado y ocupado totalmente por tierras de cultivos por donde serpentea juguetón el río, cerrado por un lado por el relieve preciso y uniforme del límite norte de la meseta Segarra y, en la orilla derecha, por pequeños cerros surcados por arroyos de corto recorrido que rezuman yesos por toda su superficie. Esta singularidad ha motivado su declaración como espacio protegido, ya que se trata de una de las zonas yesíferas naturales mejor conservadas con algunas especies vegetales únicas en Europa, especies como el ruac y la tricola, que se adaptan perfectamente en este tipo de suelo.
Recorrer el valle en bicicleta entre Biosca y Ribelles es un auténtico placer. Una buena pista en suave descenso hace muy cómodo todo el trayecto y nos permite disfrutar del entorno plácidamente. Accedemos a Ribelles por la ermita de la Virgen de los Esclopet. En la parte alta del núcleo está el castillo de Ribelles que formaba parte de la línea de fortificaciones que se extendía a lo largo de la orilla derecha del río Llobregós. Actualmente forma un curioso conjunto con la iglesia y el cementerio, donde hay una singular capilla y un gran panteón para sus varones. Fue prácticamente rehecho al inicio del siglo XX pero su estado actual es ruinoso.
Continuamos por una pista ancha y rodadora hasta La Falconera y a partir de la casa, pedaleamos entre campos perfectamente delimitados por muros de piedra seca de grandes sillares, bancales que han perdurado en el tiempo como recuerdo del antiguo cultivo de la vid y olivos. Bajamos velozmente por el Clot de los Noguers hacia Sanaüja. Llegamos al pueblo por la parte alta donde están los restos de su castillo, un interesante monumento que sorprende gratamente. A pesar de las pocas ruinas conserva algunos vestigios antiguos medievales y otros de reconstrucción hechas en el siglo XVII por el obispo de Urgell, para adaptarlo a residencia, que utilizó muy poco.
El pueblo aún conserva restos del antiguo amurallado y portales interiores que abren paso a estrechos callejones de aire medieval o a la bella plaza porticada. Salimos por uno de los callejones de la plaza pedaleando inicialmente en dirección a Lloberola y hacia la Font de l’Alber después. Vamos ganando altura por el valle del Torrent de Fara y ,antes de llegar a la Melgosa, nos desviamos a la izquierda para hacer un vistazo a la pequeña capilla de Santa Susanna. La Melgosa es un interesante edificio que forma parte del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña construido entre los siglos XVI-XVII, con una pequeña capilla adosada a la masía dedicada a San Francisco de Asís. Llegamos a Biosca por la parte alta y accedemos por un antiguo camino y el portal que da acceso a la plaza.
Diciembre de 2016
CENTROS DE INTERÉS
Ermita de la Virgen de los Esclopet. Castillo de Ribelles. Castillo de Sanahuja. Ermita de Santa Sussana. Ermita de Sant Francesc de la Melgosa
RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
http://www.turismellobregos.cat/