Baix Empordà BEM 013_Llabià
El Parc Natural del Montgrí, les Illes Medes i el Baix Ter. Massís del Montgrí. Muntanya Gran.
Llabià — Serra de Daró — Verges — Bellcaire d’Empordà — Torruella de Montgrí — Gualta — Llabià
Mapa digital Comarcal. Alt Empordà. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).
Resumen
Distancia:45 km
Desnivel:425 m
Tiempo:3 h 30 min
Dificultad:media-difícil
Dunas, marismas, lagunas y la Gola del Ter
Ruta fantástica sin paliativos para descubrir las maravillas del Parque Natural del Montgrí, las Islas Medas y el Baix Ter: el valle de Santa Caterina, las Dunas, los acantilados, la marisma de la Pletera y la fantástica Garganta del Ter. ?Una experiencia intensamente hermosa y gratificante!
El núcleo de Llabià, encaramado sobre una colina, entre Serra de Daró y Gualta, es el mejor punto de vigilancia sobre el antiguo l... Dunas, marismas, lagunas y la Gola del Ter
Ruta fantástica sin paliativos para descubrir las maravillas del Parque Natural del Montgrí, las Islas Medas y el Baix Ter: el valle de Santa Caterina, las Dunas, los acantilados, la marisma de la Pletera y la fantástica Garganta del Ter. ¡Una experiencia intensamente hermosa y gratificante!
El núcleo de Llabià, encaramado sobre una colina, entre Serra de Daró y Gualta, es el mejor punto de vigilancia sobre el antiguo lago de Ullastret y, por extensión de la sierra de las Gavarres, el Prepirineo y el Canigó, relieves que parecen envolver la gran llanura ampurdanesa.
Descendemos hacia la llanura y pasamos junto al Mas de la Bomba, construido para alojar una serie de bombas para regular las inundaciones periódicas del antiguo Estany d'Ullastret. Cerca de esta masía encontramos el pequeño puente romano de la Roqueta que nos recuerda al antiguo y ya desaparecido camino romano que iba a Ullastret. Continuamos hasta Serra de Daró atravesando el río que le da nombre.
Navegar por la llanura los días invernales limpios de calima en el Empordà son una auténtica delicia paisajística. Los relieves, sobre todo los que ya están cubiertos de nieve, enmarcan una superficie prácticamente horizontal salpicados de pequeños núcleos. Un buen ejercicio es intentar averiguar cuál es cada uno de los que nos rodea. Lo que sí identificamos con claridad es el cercano macizo del Montgrí, que veremos desde todos los ángulos posibles, coronado por el castillo y la trazada del Ter dibujada por la vegetación de ribera en contraste en los campos baldíos que le acompañan en su camino hacia la Gola, nombre con que se conoce la actual desembocadura.
Al otro lado del Ter nos adentramos entre las antiguas murallas de Verges y las callejuelas que rodean el antiguo castillo, núcleo primigenio de la actual villa que formó parte del condado de Empúries hasta que éste desapareció. En la entrada de Verges también destaca una maravilla hidráulica medieval, el Rec del Molí, que proveniente de la esclusa de Colomers marcha hacia Bellcaire d'Empordà y l'Escala donde desemboca en la Playa del Rec del Molí.
Siguiendo esta canalización marchamos hacia Bellcaire, otra maravilla medieval de este territorio cargado de historia. La gran volumetría del castillo que fue residencia habitual de los condes de Empúries desde finales del siglo XIII y principios del XIV, destaca del resto de edificios. Aunque Bellcaire está encaramado en una pequeña colina como la mayoría de los pueblos del Empordà, no se puede marchar del pueblo sin subir a lo alto para disfrutar del magnífico conjunto arquitectónico.
Descendemos hacia la ermita de Sant Jaume de Bellcaire, también conocida como Sant Joan de Bedenga, nombre antiguo de Bellcaire, para adentrarnos en las entrañas del macizo del Montgrí por el valle de Santa Caterina, nombre que toma del santuario que se ubica en la cabecera, debajo mismo del castillo, dejando la llanura para descubrir que a pesar de la forma redondeada de sus cimas sus vertientes son abruptas paredes calcáreas. Sin ningún lugar a dudas el contraste es notable y placentero
Desde el santuario continuamos por el sendero que sube, el último tramo hay que hacerlo a pie, al collado del Puig, donde hay una cabaña de pastor construida con la técnica de la piedra seca y un mirador desde el que hay unas vistas impresionantes difícilmente olvidables. Continuamos subiendo un poco más para ir a buscar el sendero que desciende a las Dunas desde debajo mismo de las paredes del Montplà. Aunque técnicamente se puede hacer sobre la bicicleta, la pendiente y la gran pedriza la hacen complicada, sólo apta para expertos.
El lugar conocido como Les Dunes se encuentra en la vertiente este del macizo y se caracteriza por la existencia de una amplia zona de antiguas dunas, de características muy particulares y que se localizan en el paraje conocido como el Coll de les Sorres. Su formación tiene mucho que ver con el viento de tramontana que a lo largo de los años ha ido trayendo gran cantidad de arena desde el Alt Empordà. Hoy en día, esta duna continental interior se nos muestra como un extenso pinar fruto de la actuación hecha a finales del S.XIX para fijar con diversas especies vegetales el avance de la duna ya que la arena amenazaba con invadir las masías y los campos de cultivo del lado sur del macizo.
Cruzamos este pequeño paraíso por pistas y senderos pedregosos para alcanzar los acantilados de casi 100 m de altura, que se levantan verticales frente al fastuoso paisaje de las Islas Medas. Esta Franja litoral del Macizo del Montgrí que se extiende entre el cabo de la Barra y cala Montgó, constituye el único ejemplo en Cataluña de costa rocosa alta y caliza y una de las zonas más abruptas. Un momento único para disfrutar intensamente. Desde el mirador disfrutamos plenamente del paisaje del tramo de costa que va desde L'Estartit a la Garganta del Ter.
Antes de llegar a la desembocadura todavía nos quedan intensas experiencias por vivir: la laguna salobre de la antigua desembocadura del Ter o el magnífico tramo pedaleando por la playa de la Pletera, una zona desurbanizada ahora convertida en un magnífico paraje o espacio natural de dunas en recuperación. En la Pletera, han vuelto las marismas y las lagunas propias o humedales del entorno acuático de la desembocadura del Ter, lugar al que vamos expresamente para disfrutar de la belleza de este espacio donde el agua dulce, escasa dado que se la han quitado al río a su paso por la llanura, juega con la del mar. ¡Un sitio imperdible!
Remontamos el Ter hasta Torroella de Montgrí y el Daró hasta Gualta, desde donde subimos al Puig de la Font de la Pascuala, mirador excelente desde donde disfrutar del paisaje recorrido y punto desde el que volvemos a Llabià con la sonrisa en el rostro y la sensación de haber disfrutado de una gran y variada ruta.
Diciembre de 2021
CENTROS DE INTERÉS
Masía de la Bomba. puente romano de la Roqueta. Castillo de Verges. Castillo de Bellcaire del Empordà. Sant Jaume de Bellcaire o Sant Joan de Bedenga. Las Dunas. La Pletera. La Gola del Ter.
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
https://www.cancasadella.net/ca/
https://visitemporda.com/
Ruta fantástica sin paliativos para descubrir las maravillas del Parque Natural del Montgrí, las Islas Medas y el Baix Ter: el valle de Santa Caterina, las Dunas, los acantilados, la marisma de la Pletera y la fantástica Garganta del Ter. ?Una experiencia intensamente hermosa y gratificante!
El núcleo de Llabià, encaramado sobre una colina, entre Serra de Daró y Gualta, es el mejor punto de vigilancia sobre el antiguo l... Dunas, marismas, lagunas y la Gola del Ter
Ruta fantástica sin paliativos para descubrir las maravillas del Parque Natural del Montgrí, las Islas Medas y el Baix Ter: el valle de Santa Caterina, las Dunas, los acantilados, la marisma de la Pletera y la fantástica Garganta del Ter. ¡Una experiencia intensamente hermosa y gratificante!
El núcleo de Llabià, encaramado sobre una colina, entre Serra de Daró y Gualta, es el mejor punto de vigilancia sobre el antiguo lago de Ullastret y, por extensión de la sierra de las Gavarres, el Prepirineo y el Canigó, relieves que parecen envolver la gran llanura ampurdanesa.
Descendemos hacia la llanura y pasamos junto al Mas de la Bomba, construido para alojar una serie de bombas para regular las inundaciones periódicas del antiguo Estany d'Ullastret. Cerca de esta masía encontramos el pequeño puente romano de la Roqueta que nos recuerda al antiguo y ya desaparecido camino romano que iba a Ullastret. Continuamos hasta Serra de Daró atravesando el río que le da nombre.
Navegar por la llanura los días invernales limpios de calima en el Empordà son una auténtica delicia paisajística. Los relieves, sobre todo los que ya están cubiertos de nieve, enmarcan una superficie prácticamente horizontal salpicados de pequeños núcleos. Un buen ejercicio es intentar averiguar cuál es cada uno de los que nos rodea. Lo que sí identificamos con claridad es el cercano macizo del Montgrí, que veremos desde todos los ángulos posibles, coronado por el castillo y la trazada del Ter dibujada por la vegetación de ribera en contraste en los campos baldíos que le acompañan en su camino hacia la Gola, nombre con que se conoce la actual desembocadura.
Al otro lado del Ter nos adentramos entre las antiguas murallas de Verges y las callejuelas que rodean el antiguo castillo, núcleo primigenio de la actual villa que formó parte del condado de Empúries hasta que éste desapareció. En la entrada de Verges también destaca una maravilla hidráulica medieval, el Rec del Molí, que proveniente de la esclusa de Colomers marcha hacia Bellcaire d'Empordà y l'Escala donde desemboca en la Playa del Rec del Molí.
Siguiendo esta canalización marchamos hacia Bellcaire, otra maravilla medieval de este territorio cargado de historia. La gran volumetría del castillo que fue residencia habitual de los condes de Empúries desde finales del siglo XIII y principios del XIV, destaca del resto de edificios. Aunque Bellcaire está encaramado en una pequeña colina como la mayoría de los pueblos del Empordà, no se puede marchar del pueblo sin subir a lo alto para disfrutar del magnífico conjunto arquitectónico.
Descendemos hacia la ermita de Sant Jaume de Bellcaire, también conocida como Sant Joan de Bedenga, nombre antiguo de Bellcaire, para adentrarnos en las entrañas del macizo del Montgrí por el valle de Santa Caterina, nombre que toma del santuario que se ubica en la cabecera, debajo mismo del castillo, dejando la llanura para descubrir que a pesar de la forma redondeada de sus cimas sus vertientes son abruptas paredes calcáreas. Sin ningún lugar a dudas el contraste es notable y placentero
Desde el santuario continuamos por el sendero que sube, el último tramo hay que hacerlo a pie, al collado del Puig, donde hay una cabaña de pastor construida con la técnica de la piedra seca y un mirador desde el que hay unas vistas impresionantes difícilmente olvidables. Continuamos subiendo un poco más para ir a buscar el sendero que desciende a las Dunas desde debajo mismo de las paredes del Montplà. Aunque técnicamente se puede hacer sobre la bicicleta, la pendiente y la gran pedriza la hacen complicada, sólo apta para expertos.
El lugar conocido como Les Dunes se encuentra en la vertiente este del macizo y se caracteriza por la existencia de una amplia zona de antiguas dunas, de características muy particulares y que se localizan en el paraje conocido como el Coll de les Sorres. Su formación tiene mucho que ver con el viento de tramontana que a lo largo de los años ha ido trayendo gran cantidad de arena desde el Alt Empordà. Hoy en día, esta duna continental interior se nos muestra como un extenso pinar fruto de la actuación hecha a finales del S.XIX para fijar con diversas especies vegetales el avance de la duna ya que la arena amenazaba con invadir las masías y los campos de cultivo del lado sur del macizo.
Cruzamos este pequeño paraíso por pistas y senderos pedregosos para alcanzar los acantilados de casi 100 m de altura, que se levantan verticales frente al fastuoso paisaje de las Islas Medas. Esta Franja litoral del Macizo del Montgrí que se extiende entre el cabo de la Barra y cala Montgó, constituye el único ejemplo en Cataluña de costa rocosa alta y caliza y una de las zonas más abruptas. Un momento único para disfrutar intensamente. Desde el mirador disfrutamos plenamente del paisaje del tramo de costa que va desde L'Estartit a la Garganta del Ter.
Antes de llegar a la desembocadura todavía nos quedan intensas experiencias por vivir: la laguna salobre de la antigua desembocadura del Ter o el magnífico tramo pedaleando por la playa de la Pletera, una zona desurbanizada ahora convertida en un magnífico paraje o espacio natural de dunas en recuperación. En la Pletera, han vuelto las marismas y las lagunas propias o humedales del entorno acuático de la desembocadura del Ter, lugar al que vamos expresamente para disfrutar de la belleza de este espacio donde el agua dulce, escasa dado que se la han quitado al río a su paso por la llanura, juega con la del mar. ¡Un sitio imperdible!
Remontamos el Ter hasta Torroella de Montgrí y el Daró hasta Gualta, desde donde subimos al Puig de la Font de la Pascuala, mirador excelente desde donde disfrutar del paisaje recorrido y punto desde el que volvemos a Llabià con la sonrisa en el rostro y la sensación de haber disfrutado de una gran y variada ruta.
Diciembre de 2021
CENTROS DE INTERÉS
Masía de la Bomba. puente romano de la Roqueta. Castillo de Verges. Castillo de Bellcaire del Empordà. Sant Jaume de Bellcaire o Sant Joan de Bedenga. Las Dunas. La Pletera. La Gola del Ter.
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
https://www.cancasadella.net/ca/
https://visitemporda.com/