Noguera NOG 007_Baldomar

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Serra Mosquera. Serra del Montsec. Muntanya de Sant Mamet. Vall d’Ariet

Baldomar – Alòs de Balaguer – Sant Mamet – Vall d’Areit – La Clua – Baldomar
Mapes Comarcals de Catalunya. La Noguera. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).

Sant Mamet y el Valle de Ariet.

Caminos pedregosos se adentran en el corazón de barrancos solitarios y abruptos para emerger sobre una cima espectacular, San Mamet, un mirador excepcional de las tierras leridanas, en especial del Prepirineo y la Depresión Central, y centinela de los desfiladeros de los Montsecs de Ares y de Rúbies, entradas naturales al Pirineo de poniente. La vuelta a Baldomar nos descubre el magnífico Valle de Ariet, un bello territorio escondido y desconocid...
Sant Mamet y el Valle de Ariet.

Caminos pedregosos se adentran en el corazón de barrancos solitarios y abruptos para emerger sobre una cima espectacular, San Mamet, un mirador excepcional de las tierras leridanas, en especial del Prepirineo y la Depresión Central, y centinela de los desfiladeros de los Montsecs de Ares y de Rúbies, entradas naturales al Pirineo de poniente. La vuelta a Baldomar nos descubre el magnífico Valle de Ariet, un bello territorio escondido y desconocido para la gran mayoría. Imprescindible.

Baldomar, un pueblo enclavado en un valle amable que ha recuperado la tradición vitivinícola, se encuentra en el límite de las sierras del Prepirineo y muy cerca del Segre, que durante la Alta Edad Media hizo de frontera inestable entre los condados cristianos de las montañas y los pobladores musulmanes de la llanura, más al sur.

Conectamos Baldomar con el pueblo de Alòs de Balaguer, atravesando la Serra Mosquera. Al otro lado de la cresta de la sierra encontramos una pista asfaltada que nos baja rápidamente a la carretera, cerca de Alòs de Balaguer. La ruta, sin embargo, se desvía antes por una pista que nos baja al Barranc dels Codonys, donde enlazamos, tras un corto tramo inicial a pie de de fuerte pendiente, con una pista que nos lleva a la ermita de Sant Miquel, situada en las afueras del casco urbano de Alòs, un conjunto genuinamente románico que aún conserva restos precarios de fragmentos pictóricos originales en su interior.

Sin pasar por Alòs conectamos con el camino de la Mina, una buena pista que enlaza Alòs de Balaguer con la ermita de Sant Mamet, ubicada en la cima de la montaña y destino final de nuestra ascensión: una larga subida de poco más de 14 kilómetros para salvar un desnivel de 1.100 metros. A pesar de este desnivel considerable, la pista, que serpentea hábilmente entre profundos barrancos, es buena y rodadora, lo que permite progresar adecuadamente con un mínimo de forma física. Además, las panorámicas que se despliegan en cada curva de nivel que ganamos son realmente espectaculares, imágenes fragmentadas de un puzzle que completamos cuando alcanzamos la cima.

En la cima redondeada de la montaña está la ermita-refugio de Sant Mamet, aunque del original no queda prácticamente nada, ya que hasta el 2000, año de su reconstrucción con el trabajo altruista de los vecinos de la zona, hacía más de cien años que estaba en ruinas.

La magnitud panorámica desde la cima es excepcional. Una vuelta a la pequeña ermita nos ilustra el paisaje más cercano: fijando la mirada al norte casi tocamos las impresionantes paredes de los Montsecs d'Ares y Rúbies, con el desfiladero de Terradets que les hace de nexo y al mismo tiempo es la puerta de acceso al Pallars. Detrás del Montsec vemos claramente las cimas del Pirineo Central o las sierras prepirenaicas de levante que un conocedor del territorio identificará sin problemas: Cadí, Ensija o Rasos de Peguera. Finalmente, el arco visual que domina la vista en dirección sur abarca toda la Depresión Central, sólo rota por la proximidad de la Serra Carbonera y del Mont-roig, barreras naturales de la gran llanura y punto de encuentro del Segre y el Noguera Pallaresa.

Iniciamos el descenso al Valle de Ariet. Deshacemos el camino un corto tramo, justo hasta encontrar la pista que recorre la cresta de la montaña en dirección este. Un trayecto realmente bonito por una pista pedregosa que trepa por los prados que alfombran las pequeñas ondulaciones que definen las cumbres de la cresta. El descenso al valle se hace por una de las ondulaciones del Valle de Ariet, concretamente por el Serrat del Platxat. La bajada no es fácil, ya que el camino está sembrado de piedras grandes que la hacen incomoda y pesada por la tensión acumulada durante unos trescientos metros de desnivel antes de encontrar una buena pista al fondo del valle.

Recorremos en rápida bajada el Valle de Ariet, un valle escondido y alargado, protegido por singulares murallas calcáreas y las laderas de las sierras de l’Obac y Sant Mamet. Por el valle se extienden diseminadas las masías que forman el núcleo del mismo nombre, dentro de un espacio territorial que se subdivide con nombres propios: Ariet de Sòls o "desús", Ariet del Mig y Ariet de Caps.

Ubicada en Sòls encontramos la antigua parroquia de Sant Bartomeu, una iglesia románica muy bien conservada. Desde la ermita podemos ver los restos del Castell d’Ariet o Castell dels Moros, situados en una pequeña colina rodeada de vegetación boscosa. Las paredes que quedan en pie pertenecen a la antigua torre y tienen una altura considerable.
Hacia la salida del valle encontramos el bonito pueblo de la Clua de Meià. Salimos del valle por la carretera que lleva a Baldomar y que atraviesa un estrecho desfiladero cerrado por vertiginosas paredes.

Noviembre de 2016.

CENTROS DE INTERÉS
Sant Miquel d’Alòs de Balaguer. Ermita de Sant Mamet. Sant Bartomeu del Valle de Ariet. Castillo de Ariet. Sant Julià de la Clua

RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
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