Alt Empordà AEM 018_Sant Llorenç de la Muga
Espai d’Interès Natural Penya-Segats de la Muga. Puig de la Creu de Montdava. Serra de Bac Grillera.
Sant Llorenç de la Muga – Coll de la Trapa – Coll d’Aresta – Coll d’Oliveda – Collada dels Gesos – Collada del Fau – Mare de Déu del Fau – Collada del Fau – La Trilla – Coll de Can Roquill – Sant Feliu de Carbonills – Collet de Palomeres – Coll de Ferreròs – Collet de les Corts – Sant Llorenç de la Muga.
Mapes Comarcals de Catalunya. Alt Empordà. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).
Resumen
Distancia:31 km
Desnivel:1180 m
Tiempo:3 h 15 min
Dificultad:media-difícil
La Fau. El Alt Empordà a vista de pájaro
Una ruta de extraordinaria soledad por parajes accidentados, salvajes y agrestes que nos descubre un mirador de excepción del territorio de la comarca del Alt Empordà, una atalaya poco conocida donde se ubica la ermita de Santa María de la Fau también llamada de "Les Formigues" o "Alades" porque, según la tradición, en el siglo XVII o XVIII, por la Virgen de septiembre, entraron en la iglesia miles de hormigas aladas que murieron formand... La Fau. El Alt Empordà a vista de pájaro
Una ruta de extraordinaria soledad por parajes accidentados, salvajes y agrestes que nos descubre un mirador de excepción del territorio de la comarca del Alt Empordà, una atalaya poco conocida donde se ubica la ermita de Santa María de la Fau también llamada de "Les Formigues" o "Alades" porque, según la tradición, en el siglo XVII o XVIII, por la Virgen de septiembre, entraron en la iglesia miles de hormigas aladas que murieron formando grandes pilas. También es muy interesante la visita a la ermita de Sant Feliu de Carbonills.
Iniciamos la ruta por el camino de San Andrés de Oliveda, una pista asfaltada que nos acerca a la cola del pantano de Boadella. Continuamos por una pista que se adentra hacia el agreste y solitario valle del Clot del Cau, marcada por la singularidad de los acantilados rojos que nos rodean, materiales geológicos pocos frecuentes en Cataluña, un espacio protegido denominado Penya-segats de la Muga , de gran interés por su singularidad botánica.
Pasado el collado de la Trapa podemos ver los relieves por donde pasaremos y que cierran la cabecera del valle, tapizada de una densa vegetación. Si fijamos la mirada hacia la cumbre más alta distinguiremos la silueta de la ermita de la Fau que lo corona, objetivo de la ruta.
El paisaje es realmente accidentado y la pista está fuertemente erosionada, esto y el pedregal dificultan enormemente la progresión durante la serpenteante subida a la cima del Puig de la Creu de Montdava. La ascensión requiere una buena técnica para avanzar por estos tipos de firmes y hay que trabajar el camino a seguir. Afortunadamente hacia la mitad, una máquina ha allanado el camino y nos facilita mucho el ritmo de pedaleo.
En el collado d’Aresta nos desviamos justo para subir al mirador del Monte de la Cruz, un buen mirador del Golfo de Roses, Sierra de la Albera con el pico que lo corona, el Roc de Frausa, la Sierra de Salinas, el Canigó, Puig de Bassegoda y el Mont. A nuestros pies se despliegan el pueblo de Maçanet de Cabrenys y el Pantano de Boadella.
Perdemos altura hacia Oliveda, donde no hay que entrar, continuando hacia el Coll de Oliveda. Pasado el pequeño collado dejamos a la izquierda el camino de San Miguel de Fontfreda y iniciamos la ascensión final a la Fau. Pedaleamos entre bosques de alcornoques, castaños, y encinas, y algunos de los tramos son realmente bonitos y motivadores para el ciclista, especialmente el de la Collada dels Gessos, de un intenso color rojo y con el telón de fondo del Canigó nevado.
Cuando la pista se acerca a su punto de inflexión nos desviamos a la izquierda para ir a buscar el camino que sube a la ermita, que encontramos al final de la pista. Aunque hay tramos ciclables, especialmente al inicio y desde la Collada de la Fau a la cima, la fuerte pendiente en algún caso y los escalones nos obligan a acarrear la bicicleta en alguna parte del trayecto.
En la cima nos invade una placentera sensación de gran quietud que nos reconforta y nos amortigua el cansancio de la larga subida. Los amigos de esta ermita han limpiado el entorno, hasta hace poco la vegetación que rodeaba el edificio no te dejaba contemplar correctamente, y la han dignificado. Ahora desde cualquier punto de la cima se tienen buenas vistas de la ermita y del entorno, panorámicas realmente amplias que abarcan prácticamente todo el territorio del Alt Empordà. Santa María de la Fau es un lugar difícil de olvidar.
Deshacemos el camino hasta el collado, y continuamos por el camino que marcha hacia el sur. Pedaleamos por un sendero con tramos pedregosos que requieren técnica para hacerlo sobre la bicicleta. Pasado un tramo de fuerte pendiente hay que estar atentos ya por la derecha hay una buena pista que nos permite dejar el sendero, hay un hito de piedras, y llegar al grupo de casas de la Trilla mucho más cómodamente.
Continuamos perdiendo altura rápidamente. Pasado el Collet de Can Roquillo encontramos Sant Feliu de Carbonills, una antigua parroquia de masías dispersas, actualmente deshabitada. Una bonita iglesia que conserva restos pre-románicos y al lado hay vestigios de varias construcciones medievales.
Pasamos por un grado rocoso desde el que dominamos todo el valle por donde hemos subido. Al Collet de Ferrerós dejamos a la derecha la pista de Albanyà. Llegamos al Collet de las Cortes, cerca de la masía en ruinas del mismo nombre, y enlazando diferentes pistas desembocamos en la que sube a la capilla de Sant Jordi, situada sobre una colina desde donde se domina todo el valle de la Muga.
En una rápida bajada llegamos al fondo del valle a la altura de la ermita y puente de Sant Antoni, desde donde sale un camino arreglado que marcha en paralelo al río que mediante las pasarelas construidas nos permite evitar la carretera hasta San Lorenzo de la Muga donde entramos por el Portal de Arriba, antigua puerta de acceso al núcleo amurallado.
Abril de 2015
CENTROS DE INTERÉS
San Andreu d’Oliveda. Santa Maria del Fau. Sant Feliu de Carbonills.
RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
http: //ca.santllorençdelamuga.cat/turisme/
Una ruta de extraordinaria soledad por parajes accidentados, salvajes y agrestes que nos descubre un mirador de excepción del territorio de la comarca del Alt Empordà, una atalaya poco conocida donde se ubica la ermita de Santa María de la Fau también llamada de "Les Formigues" o "Alades" porque, según la tradición, en el siglo XVII o XVIII, por la Virgen de septiembre, entraron en la iglesia miles de hormigas aladas que murieron formand... La Fau. El Alt Empordà a vista de pájaro
Una ruta de extraordinaria soledad por parajes accidentados, salvajes y agrestes que nos descubre un mirador de excepción del territorio de la comarca del Alt Empordà, una atalaya poco conocida donde se ubica la ermita de Santa María de la Fau también llamada de "Les Formigues" o "Alades" porque, según la tradición, en el siglo XVII o XVIII, por la Virgen de septiembre, entraron en la iglesia miles de hormigas aladas que murieron formando grandes pilas. También es muy interesante la visita a la ermita de Sant Feliu de Carbonills.
Iniciamos la ruta por el camino de San Andrés de Oliveda, una pista asfaltada que nos acerca a la cola del pantano de Boadella. Continuamos por una pista que se adentra hacia el agreste y solitario valle del Clot del Cau, marcada por la singularidad de los acantilados rojos que nos rodean, materiales geológicos pocos frecuentes en Cataluña, un espacio protegido denominado Penya-segats de la Muga , de gran interés por su singularidad botánica.
Pasado el collado de la Trapa podemos ver los relieves por donde pasaremos y que cierran la cabecera del valle, tapizada de una densa vegetación. Si fijamos la mirada hacia la cumbre más alta distinguiremos la silueta de la ermita de la Fau que lo corona, objetivo de la ruta.
El paisaje es realmente accidentado y la pista está fuertemente erosionada, esto y el pedregal dificultan enormemente la progresión durante la serpenteante subida a la cima del Puig de la Creu de Montdava. La ascensión requiere una buena técnica para avanzar por estos tipos de firmes y hay que trabajar el camino a seguir. Afortunadamente hacia la mitad, una máquina ha allanado el camino y nos facilita mucho el ritmo de pedaleo.
En el collado d’Aresta nos desviamos justo para subir al mirador del Monte de la Cruz, un buen mirador del Golfo de Roses, Sierra de la Albera con el pico que lo corona, el Roc de Frausa, la Sierra de Salinas, el Canigó, Puig de Bassegoda y el Mont. A nuestros pies se despliegan el pueblo de Maçanet de Cabrenys y el Pantano de Boadella.
Perdemos altura hacia Oliveda, donde no hay que entrar, continuando hacia el Coll de Oliveda. Pasado el pequeño collado dejamos a la izquierda el camino de San Miguel de Fontfreda y iniciamos la ascensión final a la Fau. Pedaleamos entre bosques de alcornoques, castaños, y encinas, y algunos de los tramos son realmente bonitos y motivadores para el ciclista, especialmente el de la Collada dels Gessos, de un intenso color rojo y con el telón de fondo del Canigó nevado.
Cuando la pista se acerca a su punto de inflexión nos desviamos a la izquierda para ir a buscar el camino que sube a la ermita, que encontramos al final de la pista. Aunque hay tramos ciclables, especialmente al inicio y desde la Collada de la Fau a la cima, la fuerte pendiente en algún caso y los escalones nos obligan a acarrear la bicicleta en alguna parte del trayecto.
En la cima nos invade una placentera sensación de gran quietud que nos reconforta y nos amortigua el cansancio de la larga subida. Los amigos de esta ermita han limpiado el entorno, hasta hace poco la vegetación que rodeaba el edificio no te dejaba contemplar correctamente, y la han dignificado. Ahora desde cualquier punto de la cima se tienen buenas vistas de la ermita y del entorno, panorámicas realmente amplias que abarcan prácticamente todo el territorio del Alt Empordà. Santa María de la Fau es un lugar difícil de olvidar.
Deshacemos el camino hasta el collado, y continuamos por el camino que marcha hacia el sur. Pedaleamos por un sendero con tramos pedregosos que requieren técnica para hacerlo sobre la bicicleta. Pasado un tramo de fuerte pendiente hay que estar atentos ya por la derecha hay una buena pista que nos permite dejar el sendero, hay un hito de piedras, y llegar al grupo de casas de la Trilla mucho más cómodamente.
Continuamos perdiendo altura rápidamente. Pasado el Collet de Can Roquillo encontramos Sant Feliu de Carbonills, una antigua parroquia de masías dispersas, actualmente deshabitada. Una bonita iglesia que conserva restos pre-románicos y al lado hay vestigios de varias construcciones medievales.
Pasamos por un grado rocoso desde el que dominamos todo el valle por donde hemos subido. Al Collet de Ferrerós dejamos a la derecha la pista de Albanyà. Llegamos al Collet de las Cortes, cerca de la masía en ruinas del mismo nombre, y enlazando diferentes pistas desembocamos en la que sube a la capilla de Sant Jordi, situada sobre una colina desde donde se domina todo el valle de la Muga.
En una rápida bajada llegamos al fondo del valle a la altura de la ermita y puente de Sant Antoni, desde donde sale un camino arreglado que marcha en paralelo al río que mediante las pasarelas construidas nos permite evitar la carretera hasta San Lorenzo de la Muga donde entramos por el Portal de Arriba, antigua puerta de acceso al núcleo amurallado.
Abril de 2015
CENTROS DE INTERÉS
San Andreu d’Oliveda. Santa Maria del Fau. Sant Feliu de Carbonills.
RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
http: //ca.santllorençdelamuga.cat/turisme/