Baix Empordà BEM 020_Monells
Espai Natural Protegit de les Gavarres. Cim de Montigalar. Puig de les Conteses
Monells — Montnegre — Coll de Portell — Sant Mateu de Montnegre — Santa Pelaia — Sant Cebrià de Lledó (Els Metges) — Monells
Santa Maria de Montnegre. Sant Mateu de Montnegre. Sant Cebrià de Lledó. Lledoner de can Cama.
Resumen
Distancia:41 km
Desnivel:1060 m
Tiempo:3 h 45 min
Dificultad:media-difícil
Información
Núcleos en el corazón de las Gavarres, un macizo que todavía late
Desde la turística plaza del pueblo medieval subimos desde la llanura hacia el corazón del Macizo de las Gavarres para visitar las antiguas parroquias, ejes históricos y vertebradores de las masías que hervían de vida en tiempos que ya forman parte del pasado. La ruta rodea la cabecera del Daró y permite visitar el excepcional mirador de la cima de Montigalar, uno de los techos de la cordillera, y los pequeños nú... Núcleos en el corazón de las Gavarres, un macizo que todavía late
Desde la turística plaza del pueblo medieval subimos desde la llanura hacia el corazón del Macizo de las Gavarres para visitar las antiguas parroquias, ejes históricos y vertebradores de las masías que hervían de vida en tiempos que ya forman parte del pasado. La ruta rodea la cabecera del Daró y permite visitar el excepcional mirador de la cima de Montigalar, uno de los techos de la cordillera, y los pequeños núcleos de Montnegre, Sant Mateu de Montnegre, Santa Pelaia y Sant Cebrià de Lledó o Els Metges pedaleando por parajes solivos que convierten la ruta en un viaje de introspección y en una simbiosis total con esta montaña junto al mar rodeada de llanuras.
Los campos que dormitan a los pies del macizo exhalan vaporosas neblinas con los cálidos rayos de sol de primera hora después de una fresca madrugada. El marrón de los terrones de los campos recién labrados contrasta con el verde oscuro perenne de la montaña y el azul brillante de un cielo matinal especialmente límpido. Poco a poco el macizo nos absorbe y las alargadas sombras del viajero se proyectan en el suelo cuando la luz consigue penetrar entre los escasos claros de la densa masa forestal. Densos bosques de encinas, pino y alcornoques flanquean las arterias de las Gavarres que suben empinadas hacia las partes altas de esta cordillera estrecha, alargada y de alturas modestas pero suficientes para disfrutar de intensas panorámicas desde las cimas más altas.
Durante el ascenso aprovechamos los tramos más llanos y los lugares donde el bosque lo permite para disfrutar del paisaje que se despliega hacia el norte. La cordillera pirenaica en su declive hacia el mar, la extensa abadía de Roses y las pequeñas e inconfundibles manchas que dibujan los pueblos que se asientan en el territorio raso y abierto de la hermosa llanura ampurdanesa o los islotes de las Medes que emergen como moais poderosos de la plateada calma marina son registrados por unos ojos inquietos. A pesar de estos momentos de placer visual no se puede bajar la guardia en un macizo que repentinamente te muestra laderas de tramos empinados y que afortunadamente los que nos llevan hasta el lugar de Montnegre están cimentados facilitando enormemente la progresión.
Al final del camino encontramos la carretera y nos desviamos momentáneamente para visitar Santa María de Montnegre, centro de un vecindario con personalidad propia dentro del término de la parroquia de Sant Mateu del Montnegre formado por unas masías que dependían del monasterio de Cervià desde el s . XIV y quizás desde antes. Continuamos la ruta con el objetivo de alcanzar el techo de este vecindario y uno de los más altos de Les Gavarres, la cima de Montigalar. Lo hacemos por unos pequeños caminos que apuntan a convertirse en amplios senderos pedaleando entre pequeños alcornoques que emergen de los bloques de piedra envueltos de un denso y sugerente musgo. Un trayecto precioso e imborrable que nos deja a los pies de la cima.
Merece la pena desviarse de la ruta aunque no se llega en bicicleta hasta la cima. Una oportunidad muy cercana para gozar de una bellísima e imperdible panorámica. Hay pocos sitios en Les Gavarres con esta perspectiva visual. El espectro visual se multiplica exponencialmente y tenemos una visión total, tanto del territorio que rodea a las Gavarres como de mucho más allá de los límites de las comarcas vecinas. Una retahíla de relieves que un conocedor del territorio identificará fácilmente: Cadiretes, Montseny, Guilleries, las cimas del Pirineo oriental con el Canigó como cabeza de grupo o el Montgrí sin entrar en cimas o lugares relevantes más concretos. También podemos divisar los núcleos más importantes a ambos lados del macizo como Girona y la Bisbal o, si prestamos atención, Sant Mateu de Montnegre en la cresta de las Gavarres, destino al que nos dirigimos.
Deshacemos el camino y seguimos adelante ahora ya con el camino convertido en un bonito y placentero sendero que nos deja en la carretera que lleva a Sant Mateu, lugar donde llegamos después de hacer un pequeño camino que nos deja a la vuelta de la esquina. La ermita de Sant Mateu de Montnegre, conserva algunos restos de su origen románico en algún muro, es el epicentro de un pequeño agregado situado al norte de la iglesia consistente en casas aisladas con una población estable y algunas casas de segunda residencia. Continuamos por una cómoda pista al pie de la iglesia que lleva directamente a Santa Pelaia pedaleando entre aromas intensos y frescos que los ojos no perciben.
Seguimos por una pista ancha que nos conduce directamente a Santa Pelaia, una iglesia que ya existía en el 1064. De aquel primigenio origen de templo románico sólo se conserva un tramo de nave cubierto con la bóveda de cañón característica del s. XI. Al igual que el resto de las parroquias de las Gavarres, está constituida por masías dispersas, algunas de las cuales se remontan a los siglos XIII-XIV. Continuamos un tramo por carretera hasta encontrar el camino que nos llevará al tercer objetivo del día. Carenamos en ligero descenso por el corazón del macizo alrededor toda la cabecera de las imperceptibles aguas que recoge el incipiente Daró, río tributario del Ter. Un trayecto cómodo que nos regala tramos de positiva y perturbadora belleza y que nos deja junto en el conocido Coll de Llumeneres y el cauce del Daró que atravesamos para enfilar hacia Els Metges por el camino del Puig de les Conteses. Un tramo de duras rampas pero con un piso de sablón bien compactado que ayuda a superarlas sin excesivas dificultades.
Una vez en la cresta una fugaz bajada nos deja en Sant Cebrià de Lledó. En esta iglesia se veneraban los santos médicos Cosme y Damià, por lo que el lugar es popularmente más conocido por el nombre de "Els Metges". Además de cumplir sus funciones religiosas, era el lugar donde se reunía la “Universidad del pueblo”, antiguo consejo de los jefes de cada casa, precedente de los actuales ayuntamientos. Tiene la nave románica, pero en los siglos XVI-XVII se construyó el actual campanario, el ábside poligonal y las capillas laterales. En la pequeña plaza frente a la iglesia se pueden ver las lápidas del antiguo cementerio y seguir los principales apellidos de las familias gabarrenses de esta parroquia. Como todas las demás parroquias del macizo, la crisis del mundo rural del s. XX cerró muchas masías que no superaron ni el gran incendio de 1928, que chamuscó los espléndidos y viejos alcornoques del Montnegre, ni las heladas de 1956 que se llevaron muchos olivos centenarios.
Perdemos altura por una pista que sale de la explanada. Nos adentramos en un territorio que parece engullirnos irremediablemente hacia las entrañas del macizo, húmedas y oscuras, donde nos invade la sensación de soledad total. Emergemos del recóndito valle siguiendo la señalización del PR y alguna indicación para llegar a Cruïlles. Desembocamos en una pista ancha y rodante junto al lugar de Tapioles. Bajamos de repente a la llanura y navegamos cómodamente acompañados en todo momento de la silueta del macizo, disfrutando plenamente de la cómoda pedalada que nos lleva de nuevo al punto de salida con la sensación de haber hecho un gran viaje introspectivo por una solitaria cordillera donde la exuberante vegetación no permite demasiadas distracciones paisajísticas, pero sí encontrarse a uno mismo mientras los kilómetros van cayendo. Durante el trayecto por la llanura pasamos junto a Cruïlles con su torre excepcional, el bonito e interesante núcleo de Sant Sadurní d'Heures y la bonita ermita de Sant Joan de Salelles. Una ruta imperdible.
Noviembre de 2023
CENTROS DE INTERÉS
Santa María de Montnegre. San Mateo de Montnegre. San Cebrià de Lledó. Almez de Can Cama. c
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
La Neta de Ca l'Arcadi. Teléfono: 972 63 01 20
http://elrourablanch.com/
https://catalunyaturisme.cat/monells/
Desde la turística plaza del pueblo medieval subimos desde la llanura hacia el corazón del Macizo de las Gavarres para visitar las antiguas parroquias, ejes históricos y vertebradores de las masías que hervían de vida en tiempos que ya forman parte del pasado. La ruta rodea la cabecera del Daró y permite visitar el excepcional mirador de la cima de Montigalar, uno de los techos de la cordillera, y los pequeños nú... Núcleos en el corazón de las Gavarres, un macizo que todavía late
Desde la turística plaza del pueblo medieval subimos desde la llanura hacia el corazón del Macizo de las Gavarres para visitar las antiguas parroquias, ejes históricos y vertebradores de las masías que hervían de vida en tiempos que ya forman parte del pasado. La ruta rodea la cabecera del Daró y permite visitar el excepcional mirador de la cima de Montigalar, uno de los techos de la cordillera, y los pequeños núcleos de Montnegre, Sant Mateu de Montnegre, Santa Pelaia y Sant Cebrià de Lledó o Els Metges pedaleando por parajes solivos que convierten la ruta en un viaje de introspección y en una simbiosis total con esta montaña junto al mar rodeada de llanuras.
Los campos que dormitan a los pies del macizo exhalan vaporosas neblinas con los cálidos rayos de sol de primera hora después de una fresca madrugada. El marrón de los terrones de los campos recién labrados contrasta con el verde oscuro perenne de la montaña y el azul brillante de un cielo matinal especialmente límpido. Poco a poco el macizo nos absorbe y las alargadas sombras del viajero se proyectan en el suelo cuando la luz consigue penetrar entre los escasos claros de la densa masa forestal. Densos bosques de encinas, pino y alcornoques flanquean las arterias de las Gavarres que suben empinadas hacia las partes altas de esta cordillera estrecha, alargada y de alturas modestas pero suficientes para disfrutar de intensas panorámicas desde las cimas más altas.
Durante el ascenso aprovechamos los tramos más llanos y los lugares donde el bosque lo permite para disfrutar del paisaje que se despliega hacia el norte. La cordillera pirenaica en su declive hacia el mar, la extensa abadía de Roses y las pequeñas e inconfundibles manchas que dibujan los pueblos que se asientan en el territorio raso y abierto de la hermosa llanura ampurdanesa o los islotes de las Medes que emergen como moais poderosos de la plateada calma marina son registrados por unos ojos inquietos. A pesar de estos momentos de placer visual no se puede bajar la guardia en un macizo que repentinamente te muestra laderas de tramos empinados y que afortunadamente los que nos llevan hasta el lugar de Montnegre están cimentados facilitando enormemente la progresión.
Al final del camino encontramos la carretera y nos desviamos momentáneamente para visitar Santa María de Montnegre, centro de un vecindario con personalidad propia dentro del término de la parroquia de Sant Mateu del Montnegre formado por unas masías que dependían del monasterio de Cervià desde el s . XIV y quizás desde antes. Continuamos la ruta con el objetivo de alcanzar el techo de este vecindario y uno de los más altos de Les Gavarres, la cima de Montigalar. Lo hacemos por unos pequeños caminos que apuntan a convertirse en amplios senderos pedaleando entre pequeños alcornoques que emergen de los bloques de piedra envueltos de un denso y sugerente musgo. Un trayecto precioso e imborrable que nos deja a los pies de la cima.
Merece la pena desviarse de la ruta aunque no se llega en bicicleta hasta la cima. Una oportunidad muy cercana para gozar de una bellísima e imperdible panorámica. Hay pocos sitios en Les Gavarres con esta perspectiva visual. El espectro visual se multiplica exponencialmente y tenemos una visión total, tanto del territorio que rodea a las Gavarres como de mucho más allá de los límites de las comarcas vecinas. Una retahíla de relieves que un conocedor del territorio identificará fácilmente: Cadiretes, Montseny, Guilleries, las cimas del Pirineo oriental con el Canigó como cabeza de grupo o el Montgrí sin entrar en cimas o lugares relevantes más concretos. También podemos divisar los núcleos más importantes a ambos lados del macizo como Girona y la Bisbal o, si prestamos atención, Sant Mateu de Montnegre en la cresta de las Gavarres, destino al que nos dirigimos.
Deshacemos el camino y seguimos adelante ahora ya con el camino convertido en un bonito y placentero sendero que nos deja en la carretera que lleva a Sant Mateu, lugar donde llegamos después de hacer un pequeño camino que nos deja a la vuelta de la esquina. La ermita de Sant Mateu de Montnegre, conserva algunos restos de su origen románico en algún muro, es el epicentro de un pequeño agregado situado al norte de la iglesia consistente en casas aisladas con una población estable y algunas casas de segunda residencia. Continuamos por una cómoda pista al pie de la iglesia que lleva directamente a Santa Pelaia pedaleando entre aromas intensos y frescos que los ojos no perciben.
Seguimos por una pista ancha que nos conduce directamente a Santa Pelaia, una iglesia que ya existía en el 1064. De aquel primigenio origen de templo románico sólo se conserva un tramo de nave cubierto con la bóveda de cañón característica del s. XI. Al igual que el resto de las parroquias de las Gavarres, está constituida por masías dispersas, algunas de las cuales se remontan a los siglos XIII-XIV. Continuamos un tramo por carretera hasta encontrar el camino que nos llevará al tercer objetivo del día. Carenamos en ligero descenso por el corazón del macizo alrededor toda la cabecera de las imperceptibles aguas que recoge el incipiente Daró, río tributario del Ter. Un trayecto cómodo que nos regala tramos de positiva y perturbadora belleza y que nos deja junto en el conocido Coll de Llumeneres y el cauce del Daró que atravesamos para enfilar hacia Els Metges por el camino del Puig de les Conteses. Un tramo de duras rampas pero con un piso de sablón bien compactado que ayuda a superarlas sin excesivas dificultades.
Una vez en la cresta una fugaz bajada nos deja en Sant Cebrià de Lledó. En esta iglesia se veneraban los santos médicos Cosme y Damià, por lo que el lugar es popularmente más conocido por el nombre de "Els Metges". Además de cumplir sus funciones religiosas, era el lugar donde se reunía la “Universidad del pueblo”, antiguo consejo de los jefes de cada casa, precedente de los actuales ayuntamientos. Tiene la nave románica, pero en los siglos XVI-XVII se construyó el actual campanario, el ábside poligonal y las capillas laterales. En la pequeña plaza frente a la iglesia se pueden ver las lápidas del antiguo cementerio y seguir los principales apellidos de las familias gabarrenses de esta parroquia. Como todas las demás parroquias del macizo, la crisis del mundo rural del s. XX cerró muchas masías que no superaron ni el gran incendio de 1928, que chamuscó los espléndidos y viejos alcornoques del Montnegre, ni las heladas de 1956 que se llevaron muchos olivos centenarios.
Perdemos altura por una pista que sale de la explanada. Nos adentramos en un territorio que parece engullirnos irremediablemente hacia las entrañas del macizo, húmedas y oscuras, donde nos invade la sensación de soledad total. Emergemos del recóndito valle siguiendo la señalización del PR y alguna indicación para llegar a Cruïlles. Desembocamos en una pista ancha y rodante junto al lugar de Tapioles. Bajamos de repente a la llanura y navegamos cómodamente acompañados en todo momento de la silueta del macizo, disfrutando plenamente de la cómoda pedalada que nos lleva de nuevo al punto de salida con la sensación de haber hecho un gran viaje introspectivo por una solitaria cordillera donde la exuberante vegetación no permite demasiadas distracciones paisajísticas, pero sí encontrarse a uno mismo mientras los kilómetros van cayendo. Durante el trayecto por la llanura pasamos junto a Cruïlles con su torre excepcional, el bonito e interesante núcleo de Sant Sadurní d'Heures y la bonita ermita de Sant Joan de Salelles. Una ruta imperdible.
Noviembre de 2023
CENTROS DE INTERÉS
Santa María de Montnegre. San Mateo de Montnegre. San Cebrià de Lledó. Almez de Can Cama. c
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
La Neta de Ca l'Arcadi. Teléfono: 972 63 01 20
http://elrourablanch.com/
https://catalunyaturisme.cat/monells/